Ze Xochitl Tonalpohualli

ze xöchitl ‘uno flor’

Inicio: 12:43 del sábado 5 de marzo de 2016. Fin: 18:43 del miercoles 23 de marzo de 2016.

Tlacatzin Stivalet Corral

Borbonicus_04-ze-xochitl

Amoxtli Huitzilopochtli – Ze Xochitl Tonalpohualli (Códice Borbónico Lám. 4)

El cuarto tercenario, ze xöchitl ‘uno flor’, nos hace asumir como identidades armonizantes a Macuilxöchitl ‘flor péntica’ y a Huehuecoyotl ‘coyote huehuetero’, ambos propiciadores del canto, de la expresión artística, de la diversión. Este trecenario pertenece al huitztlanpa ‘hacia entre espinas’, el sur, rumbo de Huitzilopochtli ‘zurdo colibrizado, lector seguidor del camino del colibrí’, nuestra voluntad logradora de lo que deseamos, manifestación activa de nuestro «instinto de tiempo». En la antigua Anahuac ‘cerca de agua, junto a agua, donde se armoniza pensamiento’, cuando llegaba este signo se danzaba con gran solemnidad, frente a dos columnas con flores, mismas que al concluir el festejo eran incineradas, a partir de este momento todo quedaba en calma, en silencio, ya que la flor había sido quemada por el fuego. La esencia de este signo es proteger nuestra identidad esencial, nuestra casa, purificándola de cualquier desviación de nuestra responsabilidad péntica de proteger lo vivo, proteger lo cierto, proteger lo ajeno, proteger lo débil y proteger lo armonioso. La esencia de este trecenario es la renovación, el inicio, por ello nuestra palabra es inesperada, sorprendente, para hacernos ver los colores de nuesttro entorno.

Primera Casa: ze xöchitl ‘uno flor’

Inicio: 12:43 del sábado 5 de marzo de 2016. Fin: 12:43 del domingo 6 de marzo de 2016.

ð El numeral ze ‘uno’ tiene al fuego como doble identidad, como identidad diurna, está presente como Xiuhtecuihtli Tletl ‘fuego protector de hierba’, como identidad nocturna en este retorno día noche somos Huehueteötl ‘pupila antigua’. Esta doble identidad como fuego nos inunda de un sentimiento de iniciación, de arrancar proyectos acariciados con anhelo. Como identidad volante está presente nexhuitzilin ‘colibrí cenizo’.

ð El retorno xöchitl ‘flor’ nos llega con el rumbo huitztlanpa ‘hacia entre espina’, el sur, el rumbo del color xoxouhqui ‘azul cielo’, el rumbo de Huitzilopochtli ‘zurdo colibrizado’, nuestra voluntad logradora, por esto se activa nuestro deseo de aquello que anhelamos, que deseamos ver convertido en realidad. Es rumbo masculino, por lo mismo mostramos actividad, somos emprendedores. Por ser xöchitl ‘flor’ nos interesa culminar aquello que está en curso, para hacerlo florecer, nos interesa que sea hermoso, florido. Por tamibién ser Xöchiquetzalli ‘preciosidad florida’, nos inspiramos para contribuir a la belleza de acciones, nos interesa el canto, la alegría.

ð La dualidad ze xöchitl ‘uno flor’ es propicia para iniciar asuntos que tienen que ver con el arte, es especial con el canto y las llamadas artes plásticas. Es muy importante no dejarnos llevar por la indolencia, por el relajamiento de nuestra disciplina, por el alejamiento de nuestros principios éticos; hay que tener presente nuestra identidad de nacimiento. En esta primera «casa» está presente como identidad nocturna Zentecuihtli ‘fuerza armonizante que unifica’ lo cual refuerza la armonía que se genera con el canto y la danza.

Ü síntesis: en el ilhuitl ‘retorno’ ze xöchitl ‘uno flor’ nos inundamos de alegría, de deseo de festejar, de cantar, de bailar, de solidarizarnos con los demás a través del goce.

Segunda Casa: ome zipactli ‘dos caimana’

Inicio: 18:43 del viernes 11 de marzo de 2016. Fin: 18:43 del sábado 12 de marzo de 2016

ð El numeral ome ‘dos’ trae como acompañantes diurno a Tlaltecuihtli ‘protector terreno’, la fuerza masculina de la tierra, lo cual nos hace inspirantes de los demás para hacerse firmes, bien sustentados, como identidad nocturna en este retorno día noche somos Itztli ‘obsidiana’, una advocación de Tezcatl ipoca ‘espejo su esplender’, nuestra conciencia ética, con lo cual sentimos necesidad de cortar de tajo aquello que ya descubrimos como no estar de acuerdo con nuestras convicciones éticas. Como ave está presente quetzalhuitzilin ‘colibrí verdeazul’.

ð El retorno zipactli ‘caimana’ llega del tlahuilcopa ‘hacia entre luz’, el oriente, el rumbo del cozauhqui ‘amarillo, dorado’, el rumbo de Quetzacohuatl ‘gemelo precioso’, nuestra identidad genómica, manifestación de nuestro instinto de pervivencia, nuestra identidad «yo género», lo cual nos inspira un fuerte sentimiento de pertenencia colectiva. Es rumbo femenino, por lo cual mostramos placer ante las propuestas de otros, las aceptamos como propias y las enriquecemos para hacerlas colectivas. Por ser zipactli ‘iguana’, en este retorno día noche sentimos muchos deseos de iniciar proyectos. Por también ser Tonacatecuihtli ‘protector de abundancia’ y Tonacazihuatl ‘mujer de abundancia’ nos interesa todo aquello que tiene que ver con nuestro bienestar, especialmente lo que se refiere a alimentación.

ð La dualidad ome zipactli ‘dos iguana’ nos aporta una personalidad firme, cortante de todo aquello que se opone a iniciar algún proyecto que ronda en nuestra mente, con lo cual somos capaces de echar a andar algún proyecto anhelado de tiempo atrás. Esta segunda «casa» asumimos la identidad ncoturna de Mictlantecuihtli ‘protector de entre difunto’, lo cual nos genera el deseo de proteger aquello que heredamos de nuestros difuntos, todo lo que constituye nuestro patrimonio cultural.

Ü síntesis: el ilhuitl ‘retorno’ ome zipactli ‘dos iguana’ nos hace fuertes, decididos, deseosos de iniciar asuntos que tienen que ver con la ética, con la renovación, con nuestra voluntad logradora.

Tercera Casa: yei ehecatl ‘tres viento’

Inicio: 18:43 del sábado 12 de marzo de 2016. Fin: 18:43 del domingo 13 de marzo de 2016

ð El numeral yei ‘tres’ nos llega con la identidad diurna de Chalchiuhtlicue ‘esmeralda su falda’, el agua que corre horizontalmente en los ríos, autopurificándose, lo cual nos hace renovarnos éticamente, para desechar todo lo que no nos satisface de nuestro comportamiento. Como identidad nocturna en es ciclo día noche somos Piltzintecuihtli ‘protector niño precioso’, el sol naciente, que cada mañana nos hace descubrir el colorido de nuestro entorno, lo cual nos hace inspiradores de los demás para que cada uno sea capaz de descubrir la belleza de cada nuevo día. Como ave está presente cuixin ‘milano’.

ð El retorno ehecatl ‘viento’ llega siempre del mictlanpa ‘hacia entre difunto’, el norte, rumbo del color yayauhqui ‘negruzco’, rumbo de Tezcatl ipoca ‘espejo su esplender’, nuestra conciencia ética, manifestación de nuestro instinto de espacio, nuestra identidad «yo cuerpo», lo que nos impele a respetar lo vivo, lo cierto, lo ajeno, lo débil y lo armonioso, con lo cual protegemos nuestro propio vivir. Es un rumbo masculino, por lo cual manifestamos mucha iniciativa, somos emprendedores. Por ser ehecatl ‘viento’ somos muy dados a movernos, a no permanecer en un mismo lugar, a ayudar a otros a completar sus tareas cotidianas. Por también ser Quetzalcohuatl ‘gemelo precioso’, nuestra identidad genómica, sentimos solidaridad con nuestros semejantes.

ð La dualidad yei ehecatl ‘tres viento’ nos llena de espíritu renovador de nuestros principios éticos desgastados, espíritu que nos lleva una solidaridad con nuestros semejantes, misma que se manifiesta como un deseo espontáneo de colaborar con quienes nos rodean. Esta tercera «casa» nos hace asumir como identidad nocturna a Chalchiuhtlicue ‘esmeralda su falda’, lo cual refuerza nuestro deseo de renovación, de purificación de nuestros principios éticos.

Ü síntesis: en el ilhuitl ‘retorno’ yei ehecatl ‘tres viento’ nos interesa mucho renovarnos, descubrir lo hermoso de nuestro entorno, colaborar con nuestros semejantes, ayudar desinteresadamente.

Cuarta Casa: nahui calli ‘cuatro casa’

Inicio: 18:43 del domingo 13 de marzo de 2016. Fin: 18:43 del lunes 14 de marzo de 2016

ð El numeral nahui ‘cuatro’ llega con la identidad diurna de Tonatiuh ‘va irradiando’, el sol, lo cual se manifiesta como un sentimiento de protección de quienes nos rodean, también nos llega la identidad nocturna de Zentecuihtli ‘protector de la unidad’, lo cual nos hace propiciadores de la unidad con nuestros semejantes. Como ave está presente zolin ‘codorniz’.

ð El retorno calli ‘casa’ pertenece al zihuatlanpa ‘hacia entre mujer’, el poniente, rumbo del color tlatlauhqui ‘enrojecido’, rumbo de Xipeh Totec ‘dueño de sexo, nuestro protector’, una manifestación de nuestro instinto de placer, de nuestra identidad «yo eros», misma que al madurar nos hace sentir necesidad de unirnos para siempre con alguien de sexo complementario y de proteger a quienes son menores que nosotros. Al ser calli ‘casa’, resulta muy apetecible permanecer en nuestro hogar, a reflexionar sobre nosotros, a cuidar de nuestro cuerpo, del arreglo de nuestra casa. Por también ser Tepeyollohtli ‘corazón de montaña’ somos dados a la introspección, a descubrir nuestra verdad, para actuar en consecuencia.

ð La dualidad nahui calli ‘cuatro casa’ nos hace protectores, generadores de unidad, nos interesa el cuidado de nuestro cuerpo, de nuestra casa, investigar dentro de nosotros mismos para encontrar la verdad de nuestra realidad cotidiana y actuar en consecuencia. En esta cuarta «casa» asumimos la identidad nocturna de Tlazolteötl ‘fuerza armonizante de basura’, lo cual nos hace renovar los comportamientos que ya no se apegan a nuestras convicciones éticas.

Ü síntesis: en el ilhuitl ‘retorno’ nahui calli ‘cuatro casa’ sentimos una gran necesidad de proteger a quienes nos rodean, a propiciar la unidad, a descubrir nuestra verdad interna.

Quinta Casa: macuilli cuetzpalli ‘cinco lagarto’

Inicio: 18:43 del lunes 14 de marzo de 2016. Fin: 18:43 del martes 15 de marzo de 2016

ð El numeral macuilli ‘cinco’ nos trae la identidad diurna de Tlazolteötl ‘fuerza armonizante de basura’, lo cual nos hace internarnos en nosotros mismos para descubrir los comportamientos que ya no nos convencen, para renovarnos éticamente. Como identidad nocturna somos Mictlantecuihtli ‘protector de entre difunto’, lo cual nos hace cuidar nuestro patrimonio, el personal y el cultural, eso que recibimos de nuestros difuntos.

ð El retorno cuetzpalli ‘lagarto’ es del huitztlanpa ‘hacia entre espinas’, el sur, rumbo del color xoxouhqui ‘azul cielo’, rumbo de Huitzilopochtli ‘zurdo colibrizado’, nuestra voluntad logradora, manifestación de nuestro instinto de tiempo, de nuestra identidad «yo mente», lo que nos da intuición para lograr todo lo que nuestro corazón desea. Por ser día masculino nos comportamos de manera tesonera, empeñosa, somos emprendedores en lo que hacemos. Por ser cuetzpalli ‘lagarto’, manifestamos mucha energía sexual masculina, las cosas de la alimentación se nos facilitan. Por también ser Huehuecoyotl ‘coyote huehuetero’, somos muy dados a divertirnos, a bailar, a cantar.

ð La dualidad macuilli cuetzpalin ‘cinco lagarto’ nos hace renovarnos, desechar todo aquello que impide la manifestación de nuestra energía sexual masculina, para fortalecer nuestra aptitud de alimentarnos. En esta quinta «casa» nos llega la identidad nocturna de Tepeyollohtli ‘corazón de montaña’, lo cual nos puede traer sueños reveladores de nuestra verdad, de nuestras convicciones para actuar en consecuentica, para actuar de manera congruente con nuestros pricipios éticos.

Ü síntesis: en este ilhuitl ‘retorno’ macuilli cuetzpalin ‘cinco lagarto’ hace que nos llenemos de energía masculina, que se nos facilite la alimentación, que descubramos nuestro sentir profundo.

Sexta Casa: chicoaze cohuatl ‘seis serpiente’

Inicio: 18:43 del martes 15 de marzo de 2016. Fin: 18:43 del miércoles 16 de marzo de 2016.

ð El numeral chicoaze ‘seis’ nos trae la identidad diurna de Mictlantecuihtli ‘protector de entre difunto’, lo cual nos hace sentir deseos de proteger aquello que heredamos de algún difunto, aunque también deseamos proteger nuestro patrimonio cultural anahuaca. Como identidad nocturna nos llega la identidad de Chalchiuhtlicue ‘esmeralda su falda’, lo cual nos hace autorrenovarnos sin siquiera pensarlo. Como ave está presente itzchicuahtli ‘lechuza obsidiana’.

ð El retorno cohuatl ‘serpiente’ es del tlahuilcopa ‘hacia la luz’, el oriente, el rumbo del cozauqui ‘amarillo dorado’, el rumbo de Quetzalcohuatl ‘gemelo precioso’, nuestra identidad colectiva, manifestación de nuestro instinto de pervivencia, de nuestra identidas «yo género», que nos hace sentir un fuerte lazo de pertenencia colectiva que nos inpira unirnos a otros para acciones de beneficio colestivo. Es rumbo femenino, por lo cual somos complacientes, acogedores de las solicitudes de los demás. Por ser cohuatl ‘serpiente’ manifestamos una actitud cambiante, esquiva, cautelosa, siempre buscando nuestro objetivo. Por ser Chalchiuhtlicue ‘esmeralda su falda’ y Chalchiuhtonal ‘energía esmeralda’ somos dados a autopurificarnos mientras desarrollamos neustras tareas cotidianas.

ð La dualidad chicoaze cohuatl ‘seis serpiente’ nos trae una actitud cautelosa, cambiante, protecotra de nuestro patrimonio. En esta sexta «casa» asumimos como identidad nocturna a Tlaloc ‘licor fecundante de la tierra’, lo que nos hace fecundadores de las ideas de otros, con lo cual se animan a expresarlas de viva voz.

Ü síntesis: el ilhuitl ‘retorno’ chicoaze cohuatl ‘seis serpiente’ nos hace ser protectores de nuestro patrimonio, algo que hacemos de manera cautelosa, cambiante.

Septima Casa: chicome miquiztli ‘siete muerte’

Inicio: 18:43 del miércoles 16 de marzo de 2016. Fin: 18:43 del jueves 17 de marzo de 2016.

ð El numeral chicome ‘siete’ nos llega con la identidad diurna de Zentecuihtli ‘protector de unidad’, lo cual nos hace inspirantes para que quienes nos rodean se acerquen, se unan. Como identidad nocturna nos llega Tlazolteötl ‘fuerza armonizate de basura’, lo cual nos hace sentir necesidad de renovarnos desde el punto de vista ético. Como volante está presente tizapapalotl ‘mariposa blanca’.

ð El retorno miquiztli ‘muerte’ llega del mictlanpa ‘hacia entre muerto’, el norte, rumbo del color yayauhqui ‘negruzco’, rumbo de Tezcatl ipoca ‘espejo su esplender’, nuestra conciencia ética, manifestación de nuestro instinto de espacio, de nuestra identidad «yo cuerpo», eso que nos hace proteger lo vivo, lo cierto, lo ajeno, lo débil y lo armonioso. Por ser día masculino nos comportamos de manera audaz, emprendedora. Por ser miquiztli ‘muerte’ somos dados a renovar aquello que ya cerró su ciclo, aquello que ya terminamos. Por ser Metztli ‘luna’ y Tecziztecatl ‘caracolero’, somos dados a reabrir nuevos ciclos, como la luna que al desaparecer se hace luna nueva.

ð La dualidad chicome miquiztli ‘siete muerte’ nos llena de un sentimiento de unidad, de renovación interna, para cerrar los ciclos de lo que ya terminó, para reabrir nuevos ciclos. Es la séptima «casa» del cuarto tercenario, ze xöchitl ‘uno flor’, que tiene como acompañantes a Macuilxöchitl ‘flor péntica’ y a Huehuecoyotl ‘coyote huehuetero’, ambos propiciadores del canto, de la expresión artística, de la diversión. En la antigua Anáhuac, cuando llegaba este signo se danzaba con gran solemnidad, frente a dos columnas con flores, mismas que al concluir el festejo eran incineradas, a partir de este momento todo quedaba en calma, en silencio, ya que la flor había sido quemada por el fuego. En esta séptima «casa» nos llega como identidad interna Xiuhtecuihtli Tletl ‘fuego protector de hierba’, lo cual nos hace sentir mucha energía para iniciar cosas nuevas.

Ü síntesis: en el ilhuitl ‘retorno’ chicome miquiztli ‘siete muerte’ nos llenamos de fuerza renovadora de unidad para cerrar los ciclos de lo que ya se completó y para abrir nuevos.

Octava Casa: chicoyei mazatl ‘ocho venada’

Inicio: 18:43 del jueves 17 de marzo de 2016. Fin: 18:43 del viernes 18 de marzo de 2016.

ð El numeral chicoyei ‘ocho’ nos llega con la identidad diurna de Tlaloc ‘licor fecundante de la tierra’, lo cual nos hace fecundantes de quienes conviven con nosotros, a fin de que sus ideas germinen enforma de palabras, como identidad nocturna nos llega Tepeyollohtli ‘corazón de montaña’, lo cual nos hace buscar afanosamente nuestra verdad interna, nuestra identidad esencial, para actuar en consecuencia. Como ave está presente itzcuauhtli ‘aguila obsidiana’, el emblema nacional tanto de Anáhuac cuanto de México.

ð El retorno mazatl ‘venada’ pertenece al zihuahtlanpa ‘hacia entre mujeres’, el poniente, el rumbo del color tlatlauhqui ‘enrojecido’, el rumbo de Xipeh Totec ‘dueño de sexo, nuestro protector’, nuestra nupcialidad, eso que nos impele a encontrar una persona de sexo complementario para convivir disfrutando pénticamente: con la vista, el oído, el olfato, el tacto y el gusto, también no hace protectorte de quienes son más jóvenes que nosotros. También nos inspira la protección de quienes son menores que nosotros Es rumbo femenino, por lo cual nos comportamos de manera receptiva ante los demás. Por ser mazatl ‘venada’ manifestamos una gran sensibilidad ante nuestro entorno, siempre estamos en alerta. Por también ser Tlaloc ‘licor fecundante de la tierra’, lo cual refuerza nuestra identidad fecundante de las ideas de otros.

ð La dualidad chicoyei mazatl ‘ocho venada’ nos llega con una fuerte identidad con Tlaloc ‘licor fecundante de la tierra’ lo cual se manifiesta como una influencia benéfica en nuestro entorno, somos muy sensibles a lo que ocurre en nuestro entorno pero también buscamos dentro de nosotros para descubrir nuestra verdad interior. En esta octava «casa» nos corresponde asumir la identidad interna de Itztli ‘obsidiana’, lo cual nos hace cortar de manera tajante todo aquello que descubrimos no corresponder a nuestras convicciones éticas.

Ü síntesis: el ilhuitl ‘retorno’ chicoyei mazatl ‘ocho venada’ nos hace muy sensibles a nuestro entorno, a los cambios climáticos, pero también a nuestro ser interno, a nuestro apego a la ética.

Novena Casa: chiconahui tochtli ‘nueve conejo’

Inicio: 18:43 del viernes 18 de marzo de 2016. Fin: 18:43 del sábado 19 de marzo de 2016.

ð El numeral chiconahui ‘nueve’ trae como acompañante diurno a Quetzalcohuatl ‘gemelo precioso’, nuestra identidad genómica, lo cual nos hace sentir solidaridad, pertenencia con nuestros congéneres, como acompañante nocturna somos Tlaloc ‘licor fecundante de la tierra’, lo cual nos hace ser inspiradores de los demás para que expresen sus ideas de manera verbal. El ave presente es chalhiuhtotolin ‘guajolota preciosa’, lo cual nos hace buscar el autosacrificio.

ð El retorno tochtli ‘conejo’ pertenece al huitztlanpa ‘hacia entre espina’, el sur, rumbo del color xoxouhqui ‘azul celeste’, rumbo de Huitzilopochtli ‘zurdo colibrizado’, nuestra impetridad, nuestra voluntad logradora, manifestación madura de nuestra identidad «yo mente», de nuestro instinto de tiempo. Es rumbo masculino, por lo cual somos audaces, impetuosos. Por ser tochtli ‘conejo’ somos muy activos, muy inesperados, muy creativos. Por también ser Meyahuel ‘fuente sagrada’ somos muy abundosos, muy propiciadores de que los demás reciban muestras de generosidad.

ð La dualidad chiconahui tochtli ‘nueve conejo’ es propicia para manifestar nuestra solidaridad con los demás, de ayudar a que otros reciban una influencia benéfica originada por nuestra identidad con Meyahuel ‘fuente sagrada’. Esta novena «casa» nos llega la identidad nocturna de Piltzintecuihtli ‘protector niño precioso’, lo cual nos permite irradiar en nuestro entorno a fin de que los demás vean el colorido de la naturaleza.

Ü síntesis: este ilhuitl ‘retorno’ chiconahui tochtli ‘nueve conejo’ nos llega con sorpresas, con una identidad solidaria con nuestros semejantes, somos irradiadores de luz.

Décima Casa: mahtlactli atl ‘diez agua’

Inicio: 18:43 del sábado 19 de marzo de 2016. Fin: 18:43 del domingo 20 de marzo de 2016.

ð El numeral mahtlactli ‘diez’ únicamente llega con identidad diurna, somos Tezcatl ipoca ‘espejo su esplender’, nuestra identidad ética, por lo cual nos nace comportarnos con estricto apego a nuestras convicciones éticas. No llega identidad nocturna. El ave presente es tecolotl ‘buho’.

ð El retorno atl ‘agua’ es del rumbo tlahuilcopa ‘hacia la luz’, el oriente, rumbo del color cozauhqui ‘amarillo’, rumbo de Quetzalcohuatl ‘gemelo precioso’, nuestra identidad «yo género», manifestación de nuestro instinto de pertenencia, lo cual se convierte en nosotros en un fuerte sentimiento de pertenencia colectiva, que nos inspira acciones colectivas de beneficio mutuo. Es un rumbo femenino, lo cual se manifiesta en nosotros como una actitud receptiva, acogedora de las propuestas de otros. Por ser atl ‘agua’ somos muy adaptables, muy moldeables a las circunstancias. Por también ser Xiuhtecuihtli Tletl ‘fuego protector de hierba’, lo cual nos hace desear hacer cosas nuevas.

ð La dualidad matlactli atl ‘diez agua’ nos hace ser transparentes, apegados a la ética, moldables a las circunstancias pero con apego a nuestros principios éticos. Esta décima «casa» nos trae como identidad nocturna a Zentecuihtli ‘protector de unidad’, lo cual nos hace ejercer una influencia positiva entre quienes nos rodean, propiciando el acercamiento, la unidad.

Ü síntesis: el ilhuitl ‘retorno’ yei ehecatl ‘tres viento’ nos inspira un gran apego a lo ético, somos adaptables a las circuntancias, siempre propiciando lo nuevo, lo que propicia la unidad.

Undécima Casa: mahtlactlihuan ze itzcuintli ‘once perro’

Inicio: 18:43 del domingo 20 de marzo de 2016. Fin: 18:43 del lunes 21 de marzo de 2016.

ð El numeral mahtlactlihuan ze ‘once’ llega con la identidad de Yohualtecuihtli ‘protector nocturno’, nombre de las tres estrellas que forman el palo horizontal del Mamalhuaztli ‘barrenador’, al cual los europeos le dan el nombre de cinturón de la costelación que ellos llaman Orión, esto nos fortalece durante la noche. No existe acompañante interno. El ave presente es alotl ‘guacamaya’.

ð El retorno itzcuintli ‘perro’ es del mictlanpa ‘hacia entre difunto’, el norte, rumbo del color yayauhqui ‘negruzco’, rumbo de Tezcatl ipoca ‘espejo su esplender’, nuestra identidad «yo cuerpo», manifestación de nuestro instinto de espacio, misma que al madurar se hace nuestra conciencia ética. Es rumbo masculino, por lo cual somos emprendedores, activos. Por ser itzcuintli ‘perro’, somos muy amistosos, muy dados a hacer favores, muy serviciales. Por también ser Mictlantecuihtli ‘protector de entre difunto’ y Mictlanzihuatl ‘mujer de entre difunto’ somos muy dados a proteger aquello que es nuestro patrimonio heredado, lo cual incluye primeramente nuestro patrimonio cultural.

ð La dualidad mahtlactlihuan ze itzcuintli ‘once perro’ nos trabajar de noche, para beneficiar a otros, para proteger nuestro patrimonio heredado de nuestros difuntos. En esta undécima «casa» nos corresponde la identidad ncoturna de Mictlantecuihtli ‘protector de entre difunto’, lo cual refuerza nuestra actitud de protección para todo aquello que recibimos de nuestros ancestros.

Ü síntesis: este ilhuitl ‘retorno’ mahtlactlihuan ze itzcuintli ‘once perro’ nos mostramos como personas de vivir nocturno, ayudando a los demás, protegiendo nuestro patrimonio heredado.

Decimosegunda Casa: mahtlactlihuan ome ozomahtli ‘doce mona’

Inicio: 18:43 del lunes 21 de marzo de 2016. Fin: 18:43 del martes 22 de marzo de 2016.

ð El numeral mahtlactlihuan ome ‘doce’ tiene sólo identidad diurna, que es Tlahuizcalpantecuihtli ‘protector de la alborada’, que es Venus en su fase de lucero de la mañana, lo cual nos da la cualidad de adelantarnos a los acontecimientos, los percibimos antes de ocurrir. No se presenta acompañante nocturno. El ave presente es el quetzaltototl ‘pajaro verdeazul’, el quetzal, ave que no soporta vivir en cautiverio.

ð El retorno ozomahtli ‘mona’ llega del zihuatlanpa ‘hacia entre mujer’, el poniente, el rumbo del color tlatlauhqui ‘enrojecido’, rumbo de Xipeh Totec ‘dueño de sexo, nuestro protector’, nuestro instinto de placer, nuestra identidad «yo eros», misma que al madurar se convierte en nuestra «nupcialidad», eso que nos impele a contraer nupcias, a unir nuestro vivir cotidiano con alguien de sexo complementario para disfrutar cotidianamente. Por ser ozomahtli ‘mona’, en este retorno día noche nos nace ser juguetones, alegres, sin malicia. Por también ser Xöchipilli ‘hijo florido’ todo lo que hacemos es propiciador de armonía, de belleza.

ð La dualidad mahtlactlihuan ome ozomahtli ‘doce mona’ nos hace ver con anticipación las cosas que acontecen, nos nace ser alegres y juguetones, pero siempre propiciando la belleza. En esta duodécima «casa» asumimos la identidad nocturna de Chalchiuhtlicue ‘esmeralda su falda’, lo cual nos hace autopurificarnos, renovarnos éticamente mientras transcurre el tiempo, como lo hacen los ríos mientras fluyen al mar.

Ü síntesis: el ilhuitl ‘retorno’ mahtlactlihuan ome ozomahtli ‘doce mona’ nos permite ver los hechos antes de ocurrir, con lo cual podemos jugar, divertirnos con los demás, mejorando éticamente.

Trecena Casa: mahtlactlihuan yei malinalli ‘trece esparto’

Inicio: 18:43 del martes 22 de marzo de 2016. Fin: 18:43 del miércoles 23 de marzo de 2016.

ð El numeral mahtlactlihuan yei ‘trece’ llega únicamente con la identidad diurna de Zitlalin icue ‘estrella su falda’, que es la fuerza femenina de de las estrellas, la fuerza electromagnética femenina llamada Omezihuatl ‘mujer dual’. No ser presenta identidad nocturna. El ave presente en este retorno día noche es toznenetl ‘loro amarillo’.

ð El retorno malinalli ‘esparto’ viene con el huitztlanpa ‘hacia entre espina’, el sur, el rumbo del color xoxouhqui ‘azul cielo’, el rumbo de Huitzilopochtli ‘zurdo colibrizado’, nuestra voluntad logradora, esa fuerza interna que nos permite armonizarnos con el tiempo para lograr todo aquello que desea nuestro corazón, anteponiendo siempre la protección de lo ajeno. Es rumbo masculino, lo que nos hace emprendedores, nos hace audaces para lograr lo que deseamos. Por ser malinalli ‘esparto’, somos dados a cambiar, a dejar morir lo que ya no es vigente para asumir nueva identidad, esto nos puede hacer cambiar de opinión respecto a asuntos importantes. Por también ser Pahtecatl ‘de entre hierba sanadora’ ejercemos una influencia benéfica entre quienes nos rodean, propiciamos la superación de malestares.

ð La dualidad mahtlactlihuan yei malinalli ‘trece esparto’ nos llena de fuerza engendradora cósmica que nos hace cambiar, irradiar salud en nuestro entorno. En esta trecena «casa» nos asumimos como Tlazolteötl ‘fuerza armonizante de la basura’ como identidad nocturna, lo cual nos hace procesar todo aquello que ya no nos funciona éticamente, esto nos hace descubrir errores de comportamiento, mismoa que dejamos de hacer parte de nuestra manera de ser.

Ü síntesis: el ilhuitl ‘retorno’ mahtlactilhuan yei malinalli ‘trece esparto’ nos hace ser fuertes para renovarnos, para proteger la salud de quienes nos rodean, renovandonos éticamente.

Deja un comentario