Ze Cuetzpalli Tonalpohualli

ze cuetzpalli ‘uno lagarto’

Inicio: 18:43 del miércoles 22 de junio de 2016. Fin: 18:43 del martes 5 de julio de 2016.

Tlacatzin Stivalet Corral

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Amoxtli Huitzilopochtli – Ze Cuetzpalli Tonalpohualli (Códice Borbónico Lám. 12)

Esta dualidad corresponde a la primera «casa» del decimosegundo trecenario, ze cuetzpalli ‘uno lagartijo’, masculino, del rumbo del sur, rumbo de Huitzilopochtli ‘lector seguidor del camino del colibrí’, nuestra voluntad logradora, nuestra perseverancia profesional. Está presente Itztlacoliuhqui ‘cuchillo de obsidiana’, también llamado Iztaccoliuhqui ‘gancho torcido blanco’, lo cual nos da una gran capacidad para percibir el espacio sin necesidad de nuestros ojos. En este trecenario somos capaces de adentrarnos no sólo en las cosas que viven, percibimos aquello que pertenece al más allá, al reino de los difuntos. Esto nos permite ver con toda claridad el amanecer de lo que queremos, nuestra palabra permite que los demás descubran la esencia de lo que desean. Este trecenario permite descubrir la esencia de de aquello que tenemos necesidad de superar éticamente para unirnos a nuestros semejantes.

Primera Casa: ze cuetzpalli ‘uno lagarto’

Inicio: 18:43 del miércoles 22 de junio de 2016. Fin: 18:43 del jueves 23 de junio de 2016.

ð El numeral ze ‘uno’ tiene como acompañante externo a Xiuhtecuihtli Tletl ‘fuego protector de hierba’ y como acompañante interno a Huehueteötl ‘fuerza armonizante antigua’, el fuego primigenio, el que se manifestó con el «gran estruendo» que hace 9,000 millones de años dio origen al universo. Esto hace que el fuego sea tanto iniciador cuanto mantenedor. Así nos mostramos en este retorno. Como ave está presente nexhuitzilin ‘colibrí cenizo’.

ð El retorno cuetzpalin ‘lagartijo’ es del rumbo huitztlanpa ‘hacia entre espina’, rumbo del color azul, el sur, rumbo de Huitzilopochtli ‘zurdo colibrizado’, nuestra voluntad logradora, lo que nos da la perseverancia necesaria para mantener en nuestros corazones aquello que deseamos lograr con nuestro esfuerzo. Es rumbo masculino, por lo que somos emprendedores. Por ser cuetzpalli ‘lagartijo’ este día se nos facilitan las cosas que tienen que ver son nuestra manutención. Al también ser Huehuecoyotl ‘coyote anciano’, en este ciclo día noche sentimos deseos de esparcimiento, de diversión.

ð La dualidad ze cuetzpalin ‘uno lagartijo’ nos da una gran energía para iniciar y mantener aquello que ya inició, también nos llenamos de deseos de esparcimiento.

Ü síntesis: en este retorno ze cuetzpalin ‘uno lagartijo’ mostramos mucho entusiasmo por lo que inicia, mismo que intuitivamente nos nace proteger, arropar, para que permanezca.

Segunda Casa: ome cohuatl ‘dos serpiente’

Inicio: 18:43 del jueves 23 de junio de 2016. Fin: 18:43 del viernes 24 de junio de 2016.

ð El numeral ome ‘dos’ trae como identidad diurna a Tlaltecuihtli ‘protector terreno’, lo cual nos da la fuerza de nuestra pertenencia al cosmos. Como identidad nocturna somos Itztli ‘obsidiana’, otro nombre usado para Tezcatl ipoca ‘espejo su esplender’, nuestra identidad ética, nuestra vitalidad, nuestra salud. Como ave está presente quetzalhuitzilin ‘colibrí verdeazul’.

ð El retorno cohuatl ‘serpiente’ pertenece al tlahuilcopa ‘hacia la luz’, el rumbo del color amarillo’, el oriente, rumbo de Quetzalcohuatl ‘gemelo precioso’, nuestro instinto de pervivencia, el que nos hace descubrir nuestra copertenencia con quienes integramos el género humano, lo que nos hace ser leales con nuestros congéneres. Es rumbo femenino, lo que manifestamos siendo receptivos, comendidos con las solicitudes de los demás. Por ser cohuatl ‘serpiente’ mostramos gran desprendimiento de las cosas materiales, también se nos activan nuestros sensores de temperatura y humedad. También somos Chalchiutlicue ‘esmeralda su falda’ y Chalchiuhtonal ‘energía de jade’, por lo cual manifestamos la armonía cósmica entre nuestra esnecia femenina y nuestra esencia mascuina, que genera la gran fuerza electromagnética que nombramos Ometeotzintli ‘honorable fuerza armonizante dual’.

ð La dualidad ome cohuatl ‘dos serpiente’ nos hace buscar la protección de nuestro entorno, dejando de lado los aspectos meramente materiales. En esta segunda «casa» nos asumimos como Xiuhtecuihtli Tletl ‘fuego protector de hierba’, lo cual nos hace comportarnos de manera cálida con quienes conviven con nosotros.

Ü síntesis: en este ilhuitl ‘retorno’ ome cohuatl ‘dos serpiente’ nos brota una gran intuición para percibir nuestra fuerza cósmica, lo cual nos hace protectores de aquellos que están en nuesto entorno.

Tercera Casa: yei miquiztli ‘tres muerte’

Inicio: 18:43 del viernes 24 de junio de 2016. Fin: 18:43 del sábado 25 de junio de 2016.

ð El numeral yei ‘tres’ nos aporta como identidad diurna a Chalchiuhtlicue ‘esmeralda su falda’, que es el agua horizontal, autodepurante. Como identidad nocturna somos Piltzinteötl ‘pupila niño precioso’, nombre del sol naciente, lo cual nos hace ver el colorido de la vida, al igual que hace el sol cuando recién amanece. Como ave somos cuixin, que los europeos identificaron como milano.

ð El retorno miquiztli ‘muerte’ es del rumbo del norte, mictlanpa ‘hacia entre difunto’, del color negro, del color blanco, masculino, rumbo de Tezcatl ipoca ‘espejo su esplender’, nuestro arquetipo ético. Al identificarnos con miquiztli ‘muerte’ estamos dispuestos a cerrar ciclos de nuestra vida, a dejar morir aquello que vemos acabado. También somos Tecciztecatl ‘de entre caracoles marinos’ y metztli ‘luna’, que nos hace seres cíclicos, conscientes del tiempo que se renueva.

ð La dualidad yei miquiztli ‘tres muerte’ nos llena de energía para renovarnos, para abandonar aquello que nos genera problemas en nuestro vivir cotidiano, aquello de nosotros mismos de lo cual nos avergonzamos, de eso que nos preocupa, que nos desvela a veces. Al también ser Tecpatl ‘cuchillo pedernal’, como identidad nocturna de la tercera «casa», se propicia la pre disposición a cortar lo que debe morir.

Ü síntesis: En este ciclo día noche sentimos necesidad de mejorar nuestro comportamiento, renovando aquello de nosotros mismos todo lo que ya cumplió su ciclo, para abrir nuevos ciclos.

Cuarta Casa: nahui mazatl ‘cuatro venada’

Inicio: 18:43 del sábado 25 de junio de 2016. Fin: 18:43 del domingo 26 de junio de 2016.

ð El numeral nahui ‘cuatro’ nos trae como identidad externa a Tonatiuh ‘va irradiando’, nombre nahua del sol, lo cual nos hace manifestarnos como protectores de nuestro entorno, como identidad nocturna somos Zenteötl ‘fuerza armonizante que unifica’, lo cual refuerza nuestra actitud protectora hacia quienes conviven con nosotros: «la unión hace la fuerza». El ave presente en este ciclo es zolin ‘codorniz’

ð El retorno mazatl ‘venada’ pertenece al zihuatlanpa ‘hacia entre mujeres’, femenino, rumbo del color tlatlauhqui ‘rojo’, rumbo de Xipeh Totec ‘dueño de sexo, nuestro protector’, manifestación de nuestro instinto de placer, que cuando maduramos se convierte en nuestra nupcialidad, lo cual nos hace aptos para contraer nupcias. Por ser femenino este rumbo nos mostramos receptivos de las propuestas de los demás, acogedores de las ideas de otros. Esto se refuerza por ser mazatl ‘venada’, lo cual nos hace muy perceptivos de lo que ocurre en nuestro entorno, también somos Tlaloc ‘licor fecundante de la tierra’, por lo cual fecundamos las ideas de los demás para que germinen para que puedan ser expresadas, para que puedan convertirse en palabras sabias.

ð La dualidad nahui mazatl ‘cuatro venada’ nos hace protectores de nuestro entorno por medio de nuestra fuerza unificante, somos muy receptivos de nuestro entorno y fecundamos el pensar de los demás.En esta cuarta «casa» también nos asumimos como Piltzinteötl ‘pupila niño precioso’, el sol naciente, por lo que hacemos que los demás vean el color de la vida.

Ü síntesis: en el ilhuitl ‘retorno’ nahui mazatl ‘cuatro venada’ somos propiciadores de lo que ocurre en nuestro entorno, propiciamos el nacimiento de nuevas ideas y las fortalecemos al integrarlas a nosotros.

Quinta Casa: macuilli tochtli ‘cinco conejo’

Inicio: 18:43 del domingo 26 de junio de 2016. Fin: 18:43 del lunes 27 de junio de 2016.

ð El numeral macuilli ‘cinco’ tiene como identidad externa a Tlazolteötl ‘fuerza armonizante de basura’, lo cual nos hace retomar aquello que ya fue usado, que ya está desgastado, para revitalizarlo, para renovarlo. Por también ser Mictlantecuihtli ‘protector de entre difunto’, estan presentes quienes ya se nos adelantaron en el camino al otro mundo. También esta presente el cacalotl ‘ave negra’ (¿cuervo?).

ð El retorno tochtli ‘conejo’ es del rumbo del sur, huitztlanpa ‘hacia entre espinas’, del color azul, rumbo de Huitzilopochtli ‘zurdo colibrizado’, esa fuerza interna que nos impele a lograr aquello que queremos a través de un trabajo intenso, a seguir hasta el final el camino que nos lleva a la alegría de lograr lo que deseamos. Es rumbo femenino, lo cual nos hace impetuosos. Por ser tochtli ‘conejo’, somos muy impredecibles, pero siempre apegados a la tierra. También asumimos la identidad de Meyahuel ‘fuente sagrada’, lo cual nos hace generadores de ideas nutrientes de los demás.

ð La dualidad macuilli tochtli ‘cinco conejo’ nos llena de energía logradora para renovar lo nutriente. Esta quinta «casa» nos hace asumir la identidad de Zenteötl ‘fuerza armonizante que unifica’, lo cual se lleva a cabo renovando lo nutriente para los demás.

Ü síntesis: En este ilhuitl ‘retorno’ macuilli tochtli ‘cinco conejo’ nos mostramos renovadores de ideas nutrientes, de todo aquello que nos fortifica, que nos hace avanzar al éxito, al logro de nuestras metas.

Sexta Casa: chicoaze atl ‘seis agua’

Inicio: 18:43 del lunes 27 de junio de 2016. Fin: 18:43 del martes 28 de junio de 2016.

ð El numeral chicoaze ‘seis’ nos trae la identidad externa de Mictlantecuihtli ‘protector de entre difunto’, que nos hace sentir la presencia de seres queridos ya difuntos, quizás en forma de sueños, también asumimos la identidad nocturna de Chalchiuhtlicue ‘esmeralda su falda’, la fuerza renovadora del agua horizontal, que nos permite armonizar aquello que había dejado de ser fuerte. También somos itzchicuahtli ‘lechuza obsidiana’.

ð El retorno atl ‘agua’ pertenece al rumbo del oriente, tlahuilcopa ‘hacia el lugar de luz’, rumbo del color amarillo, rumbo de Quetzalcohuatl ‘gemelo precioso’, nuestro instinto de pervivencia que se manifiesta como fuerte necesidad de pertenencia colectiva. Es rumbo femenino, por lo cual manifestamos una actitud receptiva. Por ser atl ‘agua’, nos mostramos adaptables a las condiciones que se nos presentan, también somos Xiuhtecuihtli Tletl ‘fuego protector de hierba’, con lo cual somos muy vitales, protectores de lo vivo.

ð La dualidad chicoaze atl ‘seis agua’ nos hace ser tranquilos, reposados, adaptables a los demás. Esta sexta «casa» nos hace adoptar la identidad de Mictlantecuihtli ‘protector de entre difunto’, con lo cual se refuerza la presencia de seres queridos que ya se fueron.

Ü síntesis: en el retorno chicoaze atl ‘seis agua’ nos sentimos en paz, atentos a las condiciones que nos llegan sin inquietud, sintiendo dentro de nosotros la presencia tranquilizante de nuestros difuntos.

Séptima Casa: chicome itzcuintli ‘siete perro’

Inicio: 18:43 del martes 28 de junio de 2016. Fin: 18:43 del miércoles 29 de junio de 2016.

ð El numeral chicome ‘siete’ nos hace asumir como identidad diurna a Zentecuihtli ‘protector de unidad’, lo cual se manifiesta como un fuerte deseo de unidad con nuestros semejantes y con nuestro entorno, como identidad nocturna a Tlazolteötl ‘fuerza armonizante de la basura’, que nos impulsa a restaurar todo aquello que ya había vivido. El volante que somos en este día es tizapapalotl ‘mariposa blanca’, lo cual nos hace sufrir una metamorfosis interna.

ð El retorno itzcuintli ‘perro’ es del rumbo del norte, mictlanpa ‘hacia entre difunto’, rumbo del color blanco, del color negro, rumbo de Tezcatl ipoca ‘espejo su esplender’, nuestra identidad ética, que nos hace sentir fuertes convicciones sobre nuestro comportamiento. Es rumbo masculino, lo cual nos hace actuar de manera autónoma, a favor de la ética. Por ser itzcuintli ‘perro’, nos sentimos muy amigables, muy dados a hacer favores a los demás, muy leales, muy cálidos. Al también ser Mictlantecuihtli ‘protector de entre difuntos’ y Mictlanzihuatl ‘paridora de entre difunto’, sentimos cercanía con personas queridas que ya nos dejaron para siempre, asimismo se armoniza nuestra esencia femenina con nuestra esencia masculina dotándonos de gran fuerza cósmica.

ð La dualidad chicome itzcuintli ‘siete perro’ nos inspira un fuerte deseo de unirnos con los demás, de mostrar con hechos nuestra amistad. Esta «casa», la séptima, manifestamos la identidad interna de Chalchiuhtlicue ‘esmeralda su falda’, lo cual nos hace llevarnos todo lo que está fuera de la ética, de la misma manera en que un río se lleva aquello que está mal puesto, que no está fuertemente arraigado.

Ü síntesis: en este ilhuitl ‘retorno’ manifestamos una gran energía armonizante, que nos une a nuestros semejantes y contribuye a juntos superar nuestras fallas éticas, para ser más fuertes.

Octava Casa: chicoyei ozomahtli ‘ocho mona’

Inicio: 18:43 del miércoles 29 de junio de 2016. Fin: 18:43 del jueves 30 de junio de 2016.

ð El numeral chicoyei ‘ocho’ que nos trae la identidad externa de Tlaloc ‘licor fecundante de la tierra’, lo cual nos hace ser propicios para el pensar de los demás, que ayudamos a germinar para convertirse en palabras, también nos trae la identidad interna de Tepeyollohtli ‘corazón de montaña’, nuestro ímpetu a descubrir nuestra verdadera identidad, nuestra propia manera de percibir el universo. Somos itzcuauhtli ‘águila obsidiana’, que es el emblema nacional, tanto de México cuanto de Anáhuac.

ð El retorno ozomahtli ‘mona’ nos ubica en el zihuatlanpa ‘hacia entre mujer’, el poniente, rumbo del color rojo, rumbo de Xipeh Totec ‘dueño de sexo, nuestro protector’, nuestro instinto de placer, que al madurar se manifiesta como nuestra nupcialidad, la aptitud de vivir en armonía con una persona de sexo complementario. Es rumbo femenino, por lo cual mostramos receptividad ante los demás. Por ser ozomahtli ‘mona’ somos alegres, juguetones, un tanto irresponsables. Por ser también Xöchipilli ‘hijo florido’ y Zenteötl ‘fuerza armonizante que unifica’, somos dados a propiciar todo lo hermoso, todo aquello que nos unifica colectivamente.

ð La dualidad chicoyei ozomahtli ‘ocho mona’ nos llena de una fuerza fecundante que surge de nuestro serr interno, con gran convicción, siempre de manera ligera, juguetona, que propicia la gracia en el actuar, que fomenta nuestra unión con los demás. En esta octava «casa» también somos Tlazolteötl ‘fuerza armonizante de la basura’, lo que nos hace sentir la necesidad de renovarnos interiormente, de abandonar conductas que ya no resultan satisfactorias, por falta de apego a nuestras renovadas convicciones éticas.

Ü síntesis: en este ilhuitl ‘retorno’ nos manifestamos muy propicios hacia la manera de ser de quienes nos rodean, buscando la renovación interna de los demás, para propiciar lo que unifica.

Novena Casa: chiconahui malinalli ‘nueve esparto’

Inicio: 18:43 del jueves 30 de junio de 2016. Fin: 18:43 del viernes 1 de julio de 2016.

ð El numeral chiconahui ‘nueve’ nos llega con la identidad externa de Quetzalcohuatl ‘gemelo precioso’, lo cual nos hace propiciar el acercamiento con nuestros amigos, y con la identidad interna de Tlaloc ‘licor fecundante de la tierra’, lo cual nos hace protectores de las ideas de los demás, para que sean expresadas verbalmente. El ave presente en este retorno es chalchiuhtotolin ‘guajolota preciosa’, lo cual nos hace autoexigentes en lo ético.

ð El retorno malinalli ‘esparto’ es del rumbo del sur, huitztlanpa ‘hacia entre espina’, rumbo del color azul, rumbo de Hutzilopochtli ‘zurdo colibrizado’, que es nuestro instinto de tiempo que, al madurar, se convierte en nuestra voluntad logradora, eso que nos permite lograr lo que deseamos. Es rumbo masculino, por lo que manifestamos mucha iniciativa. Al ser malinalli ‘esparto’ sentimos deseos de renovarnos internamente, de realizar una autocrítica constructiva de nuestro comportamiento, para mejorar el alcance de nuestros propósitos. Por también ser Pahtecatl ‘de entre hierba sanadora’ mostramos una actitud que contribuye a sanar a quienes en nuestro entorno se muestran débiles.

ð La dualidad chiconahui malinalli ‘nueve esparto’ nos hace manifestarnos muy solidarios con quienes nos rodean, muy propiciadores del cambio, del fortalecimiento de los demás. Esta novena «casa» nos hace asumir la identidad nocturna de Tepeyollohtli ‘corazón de montaña’, que nos hace buscar nuestra identidad interna con el cosmos.

Ü síntesis: el retorno chiconahui malinalli ‘nueve esparto’ nos convierte en personas solidarias, propiciadoras de las ideas de los demás que nos hacen renovarnos, mejorarnos, fortalecernos.

Décima Casa: mahtlactli acatl ‘diez cañavera’

Inicio: 18:43 del viernes 1 de julio de 2016. Fin: 18:43 del sábado 2 de julio de 2016.

ð El numeral mahtlactli ‘diez’ llega a nosotros, hoy por hoy, con la identidad de Tezcatl ipoca ‘espejo su esplender’, nuestra conciencia ética, lo cual nos hace ser rectos en nuestro comportamiento. Este numeral no nos trae identidad nocturna. El ave presente en este día es el tecolotl ‘tecolote’, ave de presa que vive de noche, identificada con la observación cuidadosa, signo esto de sabiduría.

ð El retorno acatl ‘cañavera’ se ubica en el tlahuilcopa ‘hacia la luz’, el oriente, el rumbo del color amarillo, el rumbo de Quetzalcohuatl ‘gemelo precioso’, nuestra pertenencia colectiva. Es día femenino, por lo que somos muy receptivos para lo que se manifiesta en nuestro entorno. Como somos acatl ‘cañavera’, absorbemos todo lo que nos nutre, como hace el carrizo con el agua. Al también ser Tezcatl ipoca ‘espejo su esplender’, manifestamos un gran compromiso ético en todo lo que hacemos.

ð La dualidad mahtlactli acatl ‘diez cañavera’ nos hace manifestar un fuerte impulso ético en nuestro comportamiento, lo cual se convierte en ejemplo para quienes conviven con nosotros. En esta décima «casa» asumimos como identidad nocturna a Tlaloc ‘licor fecundante de la tierra’, lo cual nos hace propiciadores de los pensamientos de los demás, de quienes están junto a nosotros, con lo cual los fecundamos para que se conviertan en palabras.

Ü síntesis: En este retorno mahtlactli acatl ‘diez cañavera’ asumimos un comportamiento ético tan fuerte que los demás actúan reforzando su propia rectitud en los asuntos bajo su responsabilidad.

Undécima Casa: mahtlactlihuan ze ozelotl ‘once ocelote’

Inicio: 18:43 del sábado 2 de julio de 2016. Fin: 18:43 del domingo 3 de julio de 2016.

ð El numeral mahtlactlihuan ze ‘once’ llega acompañado de Yohualtecuihtli ‘protector de la noche’, las tres estrellas que forman el palo del mamalhuaztli ‘instrumento para girar’, para encender el fuego, lo que en castellano se llama cinturón de Orión. Esto lo recibimos durante el tiempo que está en el cielo nocturno, entre las 11 de la noche y las 3 de la madrugada, de aquí que podemos tener sueños reveladores. No hay compañero nocturno. El ave presente es alotl ‘loro grande’.

ð El retorno ozelotl ‘ocelote’ llega del rumbo de norte, mictlanpa ‘hacia entre difunto’, rumbo del color blanco, rumbo del color negro, rumbo de Tezcatl ipoca ‘espejo su esplender’, nuestro instinto de espacio que madura como nuestra conciencia ética. Es rumbo masculino, por esto manifestamos una actitud emprendedora. Por ser ozelotl ‘ocelote’, en este ciclo día noche nos mostramos cautelosos, reservados. También somos Tlazolteötl ‘fuerza armonizante de la basura’, por lo cual nos interesa evaluar con sentido crítico nuestra actuación, para depurar todo aquello que ya no nos convence.

ð La dualidad mahtlactlihuan ze ozelotl ‘once ocelote’ se manifiesta en nosotros como una gran actividad nocturna, que nos hace cautelosos, precavidos. En esta undécima «casa» también somos internamente Xiuhtecuihtli Tletl ‘fuego protector de hierba’, por lo cual ejercemos una callada influencia en quienes conviven con nosotros, protegiendo su vivir.

Ü síntesis: en el presente retorno manifestamos una callada influencia en el vivir de quienes nos rodean, propiciando la autocrítica que nos hace crecer, que nos re vitaliza.

Duodécima Casa: mahtlactlihuan ome cuauhtli ‘doce águila’

Inicio: 18:43 del domingo 3 de julio de 2016. Fin: 18:43 del lunes 4 de julio de 2016.

ð El numeral mahtlactlihuan ome ‘doce’ siempre se presenta trayéndonos la identidad diurna de Tlahuizcalpantecuihtli ‘protector de la alborada’, lo cual se manifiesta en nosotros como un adelanto a los acontecimientos, antes de que ocurra algo ya lo habíamos percibido. No existe compañero nocturno con este numeral. El ave presente es el quetzaltototl ‘pájaro precioso’, que es un ave que no soporta el cautiverio, esto nos hace sentir deseos de libertad, de ejercicio de nuestro libre albedrío.

ð El retorno cuauhtli ‘águila’ pertenece al zihuatlanpa ‘hacia entre mujer’, el poniente, rumbo del color tlatlauhqui ‘enrojecido’, rumbo de Xipeh Totec ‘dueño de sexo, nuestro protector’, nuestro instinto de placer convertido en «nupcialidad», eso que nos hace potentes, lo que nos hace entregarnos de manera permanente a una persona de sexo complementario. Es rumbo femenino, por lo cual nos comportamos de manera receptiva, nos mostramos acogedores de las ideas de otros. Por ser cuauhtli ‘águila’ en este día sentimos un gran deseo de libertad, de ver los asuntos desde una perspectiva muy alta. Al también ser Xipeh Totec ‘dueño de sexo, nuestro protector’, la identidad de cuauhtli ‘águila’, disfrutamos todo lo que hacemos, propiciamos el gozo.

ð La dualidad mahtlactlihuan ome ‘doce águila’ es un día para disfrutar adelantándonos a los acontecimientos desde una perspectiva de gran altura, en un día así se ve hasta siempre. Esta decimosegunda «casa» tiene como acompañante nocturno a Itztli ‘obsidiana’, lo cual nos permite cortar aquello que descubrimos no estar a la altura de nuestra perspectiva de la situación que adelantadamente vemos llegar.

Ü síntesis: En este retorno mahtlactlihuan ome cuauhtli ‘doce águila’ sentimos deseos de volar alto y desde allí ver muy lejos al futuro, lo que nos permite desprendernos de lo inútil, de lo que no sirve.

Decimotercera Casa: mahtlactlihuan yei cozcacuauhtli ‘trece quebrantahuesos’

Inicio: 18:43 del lunes 4 de julio de 2016. Fin: 18:43 del martes 5 de julio de 2016.

ð El numeral mahtlactlihuan yei ‘trece’ llega acompañado de Zitlalin icue ‘estrella su falda’, que es la fuerza femenina de las estrellas del cosmos. No trae acompañante nocturno, mejor dicho, el acompañante es al mismo tiempo diurno y nocturno, masculino y femenino. El ave presente con este numeral es toznenetl ‘loro pequeño’.

ð El retorno cozcacuauhtli ‘quebrantahuesos’ es del huitztlanpa ‘hacia entre espinas’, el sur, rumbo del color azul, rumbo de Huitzilopochlti ‘zurdo colibrizado’, nuestra voluntad logradora, rumbo masculino, por lo cual manifestamos impetuosidad, empuje, en lo que emprendemos en este retorno día noche. Al ser cozcacuauhtli ‘quebrantahuesos’, nos interesa mucho llegar a la esencia de las cosas, a la médula de cada asunto, como lo hace esta hermosa ave, que se come el tuétano de los huesos. También somos Itzpapalotl ‘mariposa de obsidiana’, que es la misma constelación que los europeos llaman Orión., lo cual nos hace sentir inspiración entre las 11 de la noche y las 3 de la mañana, lo cual nos llega en forma de sueños reveladores, en este caso, de la esencia de las cosas.

ð La dualidad mahtlactlihuan yei cozcacuauhtli ‘trece quebrantahuesos’ nos hace ser muy perceptivos de los asuntos en curso, descubridores de lo que ocurre en nuestro entorno. Esta «casa», la última, llega con Piltzinteötl ‘pupila niño precioso’, el sol naciente, como acompañante interno, por lo cual se refuerza nuestra percepción del colorido de las cosas, lo cual nos hace aún más sensibles para descubrir lo esencial en nuestro entorno.

Ü síntesis: en este retorno se activan nuestros sensores internos de espacio, tiempo, placer, pervivencia y armonía, lo cual nos permite descubrir lo esencial de nuestro vivir cotidiano.

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