Ze Zipactli Tonalpohualli
- By OmeAcatl
- 18 octubre, 2016
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ze zipactli ‘uno caimana’
Inicio: 18:43 del lunes 17 de octubre de 2016. Fin: 18:43 del domingo 30 de octubre de 2016.
Tlacatzin Stivalet Corral
Amoxtli Huitzilopochtli – Ze Zipactli (Códice Borbónico Lám. 1). No original.
Es el primer trecenario, femenino, del rumbo del oriente, rumbo de Quetzalcohuatl ‘gemelo precioso, gemelo potente’, nuestra necesidad de pertenencia colectiva, de amarnos los unos a los otros, de unirnos a nuestros semejantes en acciones en beneficio colectivo, como autoexigencia de actuar siempre con lealtad con nuestros “gemelos preciosos”. Los trece retornos día noche asumimos como identidad personal a Tonacatecuihtli ‘protector de abundancia’ y Tonacazihuatl ‘mujer nuestra abundancia’, un nombre dual de la totalidad de lo que existe, por otro nombre Ometeötl ‘fuerza armonizante dual’, la gran fuerza universal que irradia desde hace nueve mil millones de años, cuando ocurrió el huel chicahuac cueponcayotl ‘bien fuerte reventamiento’, llamado «gran estruendo» en castellano y big bang ‘gran tronido’ en inglés. Esta fuerza es armonizante por ser al mismo tiempo femenina y masculina en armonización permanente, en proceso de cambio continuo, siempre en armonización con su entorno. Por esto mismo durante este trecenario, dentro de cada uno de nosotros, algo dentro de nosotros nos hace propiciar todo aquello que nace para influir y propiciar que nuestro entorno se haga armonizante. Para que esto ocurra así, en este trecenario nos nace trabajar asumiendo cada uno de nosotros la fuerza generadora de abundancia que irradiamos en nuestro entorno: nuestros familiares, nuestros vecinos, nuestros amigos y nuestros compañeros de actividad. La dualidad presente en todos los retornos día noche de este trecenario, ze zipactri ‘uno caimana’, nos hace a cada uno manifestar los efectos benéficos del Sol sobre las plantas y sobre todos los seres de la tierra y por esto mismo la fuerza vivificadora del supremo astro sobre la tierra.
Primera Casa: ze zipactli ‘uno iguana’
Inicio: 18:43 del lunes 17 de octubre de 2016. Fin: 18:43 del martes 18 de octubre de 2016.
ð El numeral ze ‘uno’ llega trayéndonos, a cada uno de nosotros, al fuego como identidad diurna y nocturna, en efecto, la identidad diurna de este numeral es Xiuhtecuihtli Tletl ‘fuego protector de hierba’ y el acompañante nocturno es Huehueteötl ‘pupila antigua’, el otro nombre del fuego, por lo cual nos llenamos de energía generadora, inspiradora de acciones nuevas. El ave presente con este numeral es nexhuitzilin ‘colibrí cenizo’.
ð El retorno zipactli ‘iguana’ llega del tlahuilcopa ‘hacia la luz’, el oriente, rumbo del color cozauhqui ‘amarillo’, de Quetzalcohuatl ‘gemelo precioso’, nuestra gemelidad, lo cual nos hace ser solidarios con los demás, a decirles a todos la verdad y únicamente la verdad, a que nuestra boca exprese sólo aquello que es cierto. Es rumbo femenino, receptivo, por lo que nos nace acoger con gusto las propuestas de otros. Por ser zipactli ‘caimana’ sentimos deseos de iniciar cosas, de ir adelante de los demás, predicando con el ejemplo en la acción de armonizarnos. Por también ser Tonacatecuihtli ‘protector de abundancia’ y Tonacazihuatl ‘mujer de abundancia’, mostramos un vigoroso ímpetu de hacer aquello que hace fructificar, en particular sentimos el impulso de proteger lo que está en armonía.
ð La dualidad ze zipactli ‘uno caimana’ nos llena de energía, de iniciativa, de actividad, nos manifestamos muy deseosos de trabajar para aquello que nos traerá abundancia. En esta primera «casa», como identidad nocturna está presente Huehueteötl ‘pupila antigua’, el fuego que irradió en el momento del huel chicahuac cueponcayotl ‘bien fuerte reventamiento’, misma que se encuentra representada en la circunferencia exterior de la huei cuauhxicalli iixiptla ‘gran jícara del águila su representante’, erróneamente llamada calendario azteca, lo cual nos imbuye de fuerza para iniciar trabajos importantes.
Ü síntesis: en este ilhuitl ‘retorno’ ze zipactli ‘uno caimana’ nos llenamos de energía para iniciar proyectos importantes, para inspirarnos cósmicamente en acciones colectivas.
Segunda Casa: ome ehecatl ‘dos viento’
Inicio: 18:43 del martes 18 de octubre de 2016. Fin: 18:43 del miércoles 19 de octubre de 2016.
ð El numeral ome ‘dos’ nos hace asumir a todos la identidad diurna de Tlaltecuihtli ‘protector terrenal’, lo que nos hace ser fuertes, asumirnos como apoyo de los demás, la identidad nocturna quq nos hace asumir este numeral es Itztli ‘obsidiana’, que nos hace penetrantes como navaja de obsidiana y cortantes de todo aquello que no es ético. Como ave está presente quetzalhuitzilin ‘colibrí precioso’.
ð El retorno ehecatl ‘viento’ nos llega del mictlanpa ‘hacia entre difunto’, el norte, rumbo del color yayauhqui ‘ennegrecido’, también del color blanco, de Tezcatl ipoca ‘espejo su esplender, espejo su emanar’, nuestra conciencia ética, nuestro instinto de espacio. Es rumbo masculino, por lo cual este ciclo día noche somos activos, emprendedores, siempre dispuetos para proteger lo vivo. Al ser ehecatl ‘viento’ somos muy movidos, ayudando a esparcir ideas, somos muy comunicativos, muy solidarios con los demás. También somos Quetzalcohuatl ‘gemelo precioso. gemelo potente’, nuestra identidad genómica, nuestra pertenencia colectiva, por lo que nos mostramos sociables, solidarios con quienes conviven con nosotros en este retorno día noche.
ð La dualidad ome ehecatl ‘dos viento’ nos hace fuertes, nuestra palabra llega a los demás para ayudarlos a asumir plenamente su responsabilidad ética, eso que les dará fortaleza para cumplir con su trabajo cotidiano de armonización con su entorno: sus familiares, sus vecinos, sus amigos y sus compañeros. En esta segunda «casa» asumimos la identidad nocturna de Itztli ‘obsidiana’, lo cual nos da inspiración para descubrir aquello que nos aparta de nuestra autoexigencia de comprtarnos éticamente y cortarlo de tajo.
Ü síntesis: en este ilhuitl ‘retorno’ ome ehecatl ‘dos viento’ somos fuertes para renovarnos éticamente, para colaborar con nuestros semejantes en sus tareas personales, siempre con lealtad.
Tercera Casa: yei calli ‘tres casa’
Inicio: 18:43 del miércoles 19 de octubre de 2016. Fin: 18:43 del jueves 20 de octubre de 2016.
ð El numeral yei ‘tres’ siempre nos hace asumir la identidad diurna de Chalchiuhtlicue ‘esmeralda su falda’, que es la identidad del agua horizontal que renueva su pureza al moverse cuesta abajo. Como identidad nocturna nos hace ser Piltzinteötl ‘pupila niño amado’, imagen del sol naciente, el que nos descubre cada día la belleza del colorido de nuestro entorno. Como ave está presente el cuixin, que los frailes españoles identificaron con el milano europeo.
ð El retorno calli ‘casa’ pertenece al zihuahtlanpa ‘hacia entre mujeres’, el poniente, rumbo del color tlatlauhqui ‘rojo’, rumbo de Xipeh Totec ‘dueño de sexo, nuestro protector’, nuestro instinto de placer que, al madurar, se manifiesta como identidad nupciálica, lo cual nos hace aptos para contraer nupcias y proteger a nuestros hijos. Es rumbo femenino, por lo cual nos mostramos receptivos ante los demás, siempre tratando de proteger lo débil. Por ser calli ‘casa’ nos interesa mucho nuestra casa, nuestro cuerpo, nuestra patria, somos dados a permanecer en nuestro hogar, nos cuesta trabajo abandonarlo. También somos Tepeyollohtli ‘corazón de monte’, por lo cual somos dados a la introspección, a enconttrar en nosotros que deseamos en esencia, a descubrir lo que percibimos desde el centro del universo en el inicio del tiempo.
ð La dualidad yei calli ‘tres casa’ nos hace fluir con suavidad, buscando lo que favorece nuestro cuerpo, nuestro hogar, nuestro entorno, nos atrae enecerrarnos en nosotros mismos, para buscar nuestro sentir más profundo y actuar en consecuencia. En esta tercera «casa» somos internamente Piltzinteötl ‘fuerza armonizante niño precioso’, lo cual nos hace inspirar a los demás para que descubran el colorido de su entorno.
Ü síntesis: el retorno yei calli ‘tres casa’ nos llena del deseo de renovación ética, con lo cual predicamos con el ejemplo, inspirando a los demás para hacer otro tanto.
Cuarta Casa: nahui cuetzpalli ‘cuatro lagarto’
Inicio: 18:43 del jueves 20 de octubre de 2016. Fin: 18:43 del viernes 21 de octubre de 2016.
ð El numeral nahui ‘cuatro’ nos hace asumir como identidad diurna a Tonatiuh ‘va irradiando’, nombre nahua del sol, lo cual nos convierte en protectores de los demás, y como identidad nocturna nos hace ser Zenteötl ‘fuerza armonizante que unifica’, lo cual nos hace propiciadores de la unidad con quienes convivimos en este día, de hacernos uno con ello. El ave presente con este numeral es zolin, al parecer con significado de ‘sangrado’, misma que era descabezada en ciertas ceremonias, ave a la cual los frailes llamaron igual que el ave europea codorniz.
ð El retorno cuetzpalli ‘lagarto’ llega del rumbo huitztlanpa ‘hacia entre espina’, el sur, rumbo del color texouhqui ‘azul’, rumbo de Huitzilopochtli ‘zurdo colibrizado’, nuestro instinto de tiempo, nuestro «yo mente», nuestro sentido del oído, que cuando madura se convierte en nuestra voluntad logradora, que nos da la inspiración y la fortaleza para lograr aquello que deseamos con intensidad, siempre protegiendo lo ajeno. Es rumbo masculino, por lo cual tenemos espíritu emprendedor, sentimos deseos de acción. Por ser cuetzpalin ‘lagartijo’ manifestamos gran energía, como si todo se nos facilitara, avanzamos mucho en nuestro trabajo diario. Como también somos Huehuecoyotl ‘coyote viejo’ somos dados a buscar placer en todo lo que hacemos, también somos dados a buscar placer sexual.
ð La dualidad nahui cuetzpalin ‘cuatro lagartijo’ nos hace ser protectores de aquello que unifica, lo que nos proporcionará alimento, lo que nos hará disfrutar. Por ser la cuarta «casa» asumimos como identidad nocturna la de Zenteötl ‘fuerza armonizante que unifica’, lo cual nos hace ser inspiradores de los demás para que se unan a nosotros.
Ü síntesis: En este retorno nahui cuetzpalli ‘cuatro lagartijo’ nos hace activos, protegiendo a los demás para propiciar aquello que nos une, que despierta el sentimiento de pertenencia colectiva.
Quinta Casa: macuilli cohuatl ‘cinco serpiente’
Inicio: 18:43 del viernes 21 de octubre de 2016. Fin: 18:43 del sábado 22 de octubre de 2016.
ð El numeral maculli ‘cinco’ nos hace asumir como identidad externa a Tlazolteötl ‘fuerza armonizante de la basura’, con lo que sentimos impulso para renovar lo desgastado, lo que fue desechado. Como identidad interna somos Mictlantecuihtli ‘protector de entre difunto’, lo cual nos trae la presencia de nuestros difuntos, de seres queridos ya fallecidos. Como ave está presente cacalotl, ave pequeña de color negro.
ð El retorno cohuatl ‘serpiente’ llega con el tlahuilcopa ‘hacia la luz’, el oriente, rumbo del color cozauhqui ‘amarillo’, rumbo de Quetzalcohuatl ‘gemelo precioso’, nuestro instinto de pervivencia, nuestro sentido del olfato, que cuando madura nos hace sentir pertenencia con nuestros semejantes, a siempre decirles la verdad, a no mentirles nunca, protegiendo siempre lo cierto. Es rumbo femenino, por lo que sentimos deseo de ser acogedores de los demás, de ser serviciales con los demás. Al ser cohuatl ‘serpiente’ somos muy cambiantes en lo que hacemos, aunque al final logramos aquello que deseamos alcanzar. También somos Chalchiuhtlicue ‘esmeralda su falda’ y Chalchiuhtonal ‘energía irradiante esmeralda’, lo cual propicia nuestra armonía interna masculina y femenina, que nos inspira un fuerte deseo de proteger lo armoniooso.
ð La dualidad macuilli cohuatl ‘cinco serpiente’ nos aporta la identidad muy protectora de nuestros difuntos, renovadora de todo aquello que heredamos de ellos, para vigorizarlo, para que nuevamente florezca. En esta quinta «casa», internamente, somos Tepeyollohtli ‘corazón de montaña’, por lo que buscamos encontrar nuestro sentir interno respecto a nuestra herencia, para descubrir nuestra verdad esencial, nuestra identidad con nuestros abuelos.
Ü síntesis: el retorno macuilli cohuatl ‘cinco serpiente’ nos impele a buscar en nuestro corazón para descubrir nuestra herencia, lo que nos legaron los difuntos, para renovarlo, para vigorizarlo.
Sexta Casa: chicoaze miquiztli ‘seis muerte’
Inicio: 18:43 del sábado 22 de octubre de 2016. Fin: 18:43 del domingo 23 de octubre de 2016.
ð El numeral chicoaze ‘seis’ tiene como identidad diurna a Mictlantecuihtli ‘protector de entre difunto’, lo cual nos acerca a quienes se ya nos adrantaron, también tiene como identidad nocturna a Chalchiuhtlicue ‘esmeralda su falda’, lo cual nos hace limpiarnos, purificarnos, restaurar nuestra pureza de intención en todo lo que hacemos. Como ave, este numeral nos da la identidad de chicuahtli ‘lechuza obsidiana’.
ð El retorno miquiztli ‘muerte’ es del mictlanpa ‘hacia entre difunto’, el norte, rumbo del color blanco y del color yayauhqui ‘ennegrecido’, rumbo de Tezcatl ipoca ‘espejo su esplender’, nuestro instinto de espacio, nuestro sentido de la vista, que se manifiesta como nuestras convicciones de comportamiento ético, para proteger siembre lo vivo. Es rumbo masculino, por lo cual somos emprendedores, actuantes. Por ser Miquiztli ‘muerte’ somos dados a cerrar ciclos, para propiciar que se abran nuevos. También somos Tecziztecatl ‘de entre caracoles marinos’, lo cual nos hace adaptables a los ciclos, algo que se refuerza por además ser Metztli ‘luna’.
ð La dualidad chicoaze miquiztli ‘seis muerte’ nos trae a la mente a nuestros difuntos, a su legado, a fin de protegerlo, de revitalizarlo, para abrirle nuevos ciclos. Esta sexta «casa» nos trae como identidad nocturna a Chalchiuhtlicue ‘esmeralda su falda’, que refuerza nuestro deseo de purificarnos, de limpiarnos, de renovarnos.
Ü síntesis: El retorno chicoaze miquiztli ‘seis muerte’ está lleno de nostalgia, de recuerdo de nuestros difuntos, lo cual nos hace sentir deseos de despedirnos de ellos, para renovarnos.
Séptima Casa: chicome mazatl ‘siete venada’
Inicio: 18:43 del domingo 23 de octubre de 2016. Fin: 18:43 del lunes 24 de octubre de 2016.
ð El numeral chicome ‘siete’ tiene como identidad diurna a Zenteötl ‘fuerza armonizante que unifica’, se la identifica con el maíz, con su fuerza unificante; como identidad nocturna tiene a Tlazolteötl ‘fuerza armonizante de la basura’, lo cual propicia sueños reveladores de renovación, de rompimiento con lo que ya no tiene solución. El volante presente es tizapapalotl ‘mariposa blanca’, lo cual propicia nuestra renovación interna, nuestra metamorfosis, como hace la mariposa al pasar de gusano a mariposa.
ð El retorno mazatl ‘venada’ es del zihuahtlanpa ‘hacia entre mujeres’, el poniente, el rumbo del color tlatlauhqui ‘rojo’, el rumbo de Xipeh totec ‘dueño de sexo, nuestro protector’, eso que nos vuelve aptos para contraer nupcias y siempre proteger lo débil. Es rumbo femenino, por lo cual somos receptivos. Al ser mazatl ‘venada’ somos muy perceptivos de nuestro entorno, del clima, una gran sensibilidad para lo que se manifiesta en nuestro entorno. Al también ser Tlaloc ‘líquido fecundador de la tierra’ propiciamos de que los demás expresen con palabras su sentir maás profundo.
ð La dualidad chicome mazatl ‘siete venada’ nos llena de una gran perceptividad para descubrir la fuerza armonizante que unifica y así renovarnos, también para influir positivamente en todo lo vivo. Esta séptima «casa» nos trae la identidad interna de Tlazolteötl ‘fuerza armonizante de la basura’, con lo cual reforzamos nuestra intención de revitalizarnos a través del crecimiento ético.
Ü síntesis: en el retorno chicome mazatl ‘siete venada’ nos imbuimos de fuerza armonizante para unir, esto a través del abandono espontáneo de comportamientos caducos, de conductas conflictivas.
Octava Casa: chicoyei tochtli ‘ocho conejo’.
Inicio: 18:43 del lunes 24 de octubre de 2016. Fin: 18:43 del martes 25 de octubre de 2016.
ð El numeral chicoyei ‘ocho’ tiene como identidad diurna a Tlaloc ‘licor fecundador de la tierra’, lo cual nos hace inspirar en los demás la expresión de sus ideas, también tiene la identidad nocturna de Tepeyollohtli ‘corazón de montaña’, lo cual nos hace buscar la introspección, nos hace desear descubrir nuestro pensar más profundo sobre lo que nos ocurre en este día noche, percibiéndo nuestro entorno desde el centro del universo en el inicio del tiempo. Está presente itzcuauhtli ‘aguila obsidiana’, el ave identificada con nuestra nación: Anáhuac.
ð El retorno tochtli ‘conejo’ es del huitztlanpa ‘hacia entre espina’, el sur, rumbo del color texouhtli ‘azul’, rumbo de Huitzilopochtli ‘zurdo colibrizado’, nuestra voluntad logradora, manifestación colidiana de nuestro instinto de tiempo, de nuestro instinto de siemre proteger lo ajeno. Es rumbo masculino, por lo que somos emprendedores, activos. Por ser tochtli ‘conejo’ actuamos de manera un tanto impredecible pero siempre nutriendo a los demás, ya que también somos la madre nutricia Meyahuel ‘fuente sagrada’.
ð La dualidad chicoyei tochtli ‘ocho conejo’ es un día que nos hace ser fecundantes de las ideas de los demás, para que puedan ser expresadas, para que se conviertan en palabras, es un retorno en el cual pueden ocurrir cosas inesperadas, incluso insospechadas. En esta octava «casa» nos llega Tepeyollohtli ‘corazón de montaña’ como identidad nocturna, con lo cual es de esperar sueños que nos descubran nuestro sentir profundo respecto a lo que ocurre en nuestro entorno.
Ü síntesis: el retorno chicoyei tochtli ‘ocho conejo’ es un ciclo día noche en el cual nos ocurren cosas inesperadas, pero que nos permiten fecundar las ideas de quienes nos rodean para ser expresadas.
Novena Casa: chiconahui atl ‘nueve agua’
Inicio: 18:43 del martes 25 de octubre de 2016. Fin: 18:43 del miércoles 26 de octubre de 2016.
ð El numeral chiconahui ‘nueve’ nos ofrece la identidad diurna de Quetzalcohuatl ‘gemelo precioso’, nuestra pertenencia colectiva, lo cual nos hace solidarizarnos con quienes conviven con nosotros en este ciclo día noche, también nos trae la identidad nocturna de Tlaloc ‘licor fecundante de la tierra’, lo cual nos hace propiciar que los demás expresen sus ideas. El ave presente es chalchiuhtotolin ‘totola preciosa’, que nos hace sentir autoexigencia de comportamiento ético estricto, deseos de esfuerzo personal, en busca de merecimiento de armonía.
ð El retorno atl ‘agua’ pertenece al tlahuilcopa ‘hacia entre luz’, el oriente, rumbo del color cozauhqui ‘amarillo’, rumbo de Quetzalcohuatl ‘gemelo precioso’, nuestro instinto de pervivencia manifestado como pertenencia colectiva, lo que nos autoexige siempre hablar con la verdad. Es rumbo femenino, por lo cual nos manifestamos receptivos, atentos a cualquier solicitud de quienes nos rodean. Por ser atl ‘agua’, nos mostramos muy adaptables, muy dispuestos a llevarnos los errores de los demás, así como el agua de nuestra orina se lleva las toxinas que filtraron nuestros riñones. Por también ser Xiuhtecuihtli Tletl ‘fuego protector de hierba’, somos como el calor que permite que en nuestro entorno se fortalezcan las ideas que ya germinaron en nuestro semejantes.
ð La dualidad chiconahui atl ‘nueve agua’ nos genera sentimientos de lealtad, de solidaridad con nuestros semejantes, lo cual se manifiesta en ellos como confianza para expresar pensamientos ocultos, somos muy adaptables a quienes nos rodean. En esta novena «casa» tenemos la identidad interna de Tlaloc ‘licor fecundante de la tierra’, esto nos hace propiciar lo vivo, nutrir a quienes nos rodean, para que puedan expresarse y así colaborar con nosotros.
Ü síntesis: el ilhuitl ‘retorno’ chiconahui atl ‘nueve agua’ nos volvemos solidarios, leales con quienes conviven con nosotros, nos esforzamos por servir a nuestros semejantes.
Decima Casa: mahtlactli itzcuintli ‘diez perro’
Inicio: 18:43 del miércoles 26 de octubre de 2016. Fin: 18:43 del jueves 27 de octubre de 2016.
ð El numeral mahtlactli ‘diez’ tiene únicamente compañero diurno, que es Tezcatl ipoca ‘espejo su esplender’, corresponde a la osa menor, que pierde una estrella en alguna época del año, esto propicia nuestro comprtamiento apegado a la ética de manera estricta. El ave presente es tecolotl ‘buho’.
ð El retorno itzcuintli ‘perro’ nos llega con el mictlanpa ‘hacia entre difunto’, el norte, rumbo del color yayauhqui ‘ennegrecido’, del color blanco como nieve, rumbo en que se manifiesta Tezcatl ipoca ‘espejo su esplender’, nuestro instinto de espacio que nos hace asumir nuestra conciencia ética, por lo que este día nuestro comportamiento se hace apegado a lo ético, siempre protegiendo lo vivo. Es rumbo masculino, por lo que somos emprendedores, ayudadores. Por ser itzcuintli ‘perro’ nos mostramos amigables, dispuestos a hacer favores a los demás. Por también ser Mictlantecuihtli ‘protector de entre difunto’ y Mictlanzihuatl ‘señora entre difunto’, tenemos cerca a nuestros difuntos, lo cual suele manifestarse en forma de sueños reveladores de soluciones a problemas cotidianos. Asimismo sentimos la necesidad de proteger aquello que manifiesta armonía entre lo masculino y lo femenino.
ð La dualidad mahtlactli itzcuintli ‘diez perro’ nos trae identidad ética, sentimos necesidad expresar a nuestros amigos la lealtad sustentada por nuestro deseo de proteger lo vivo, proteger lo cierto, proteger lo ajeno, proteger lo débil y proteger lo armonioso. Esta décima «casa» nos trae la identidad nocturna de Huehueteötl ‘pupila antigua’, el fuego, lo cual nos hace protectores de lo que se inicia.
Ü síntesis: el retorno mahtlactli itzcuintli ‘diez perro’ nos hace sentir la necesidad de actuar con estricto apego a lo ético en todo lo que tiene que ver con nuestros amigos.
Undécima Casa: mahtlactlihuan ze ozomahtli ‘once mona’
Inicio: 18:43 del jueves 27 de octubre de 2016. Fin: 18:43 del viernes 28 de octubre de 2016.
ð El numeral mahtlactlihuan ze ‘once’ tiene como identidad diurna a Yohualtecuihtli ‘protector nocturno’, las tres estrellas que forman el palo horizontal del mamalhuaztli ‘intrumento de hacer fuego’, que corresponde al cinturón de la constelación de Orión en el pensar europeo, esto nos hace protectores durante la noche, cuando recibimos la energía de estas estrellas. El ave es el alotl ‘guacamaya roja’.
ð El retorno ozomahtli ‘mona’ nos llega del zihuatlanpa ‘hacia entre mujer’, el poniente, rumbo del color tlatlauhqui ‘rojo’, rumbo de nuestro arquetipo Xipeh Totec ‘dueño de sexo, nuestro protector’, que nos incita a buscar el placer, que nos hace madurar nuestra nupcialidad, eso que nos hace aptos para contraer nupcias, a proteger lo débil en todo momento. Este día es femenino, por el rumbo, lo cual nos hace ser receptivos, acogedores de las propuestas de otros. Por ser ozomahtli ‘mona’, en este día somos alegres, amigable, sensuales. Por también ser Xöchipilli ‘hijo florido’ y Zenteötl ‘fuerza armonizante unificante’, manifestamos una actitud muy propicia para unir todo de manera hermosa.
ð La dualidad mahtlactlihuan ze ozomahtli ‘once mona’ nos hace comportarnos de manera informal, aunque siempre buscando la protección de lo que está en nuestro entorno. En esta undécima «casa» asumimos la identidad nocturna de Itztli ‘obsidiana’, una manifestación de Tezcatl ipoca ‘espejo su humear’, nuestra autoexigencia ética, por lo cual nos nace cortar con aquellos comportamientos nuestros que nos desvían de nuestra autocorrección ética.
Ü síntesis: En este ilhuitl ‘retorno’ nos nace ser protectores, cortando de nuestro comportamiento aquello que nos impide gozar de la vida protegiendo a quienes conviven con nosotros.
Decimosegunda Casa: mahtlactlihuan ome malinalli ‘doce esparto’
Inicio: 18:43 del viernes 28 de octubre de 2016. Fin: 18:43 del sábado 29 de octubre de 2016.
ð El numeral mahtlactlihuan ome ‘doce’ llega con la identidad diurna de Tlahuizcalpantecuihtli ‘protector de la alborada’, Venus como lucero de la mañana, lo cual nos hace adelantarnos a los acontecimientos, percibimos las cosas antes de que se presenten completamente. No hay compañero nocturno. El ave presente es Quetzaltototl ‘pajaro precioso’, el quetzal, un ave que no tolera el cautiverio, por lo cual somos muy dados a ejercer nuestro libre albedrío.
ð El retorno malinalli ‘esparto’ es del huitztlanpa ‘hacia entre espina’, el sur, rumbo del color azul, rumbo de Huitzilopochtli ‘zurdo colibrizado’, nuestro instinto de tiempo que nos permite actuar oportunamente para lograr eso que deseamos, al mismo tiempo que protegemos lo ajeno. Es un día de rumbo masculino, lo cual nos hace ser activos, emprendedores. Por ser malinalli ‘esparto’, somos dados a cambiar nuestra palabra, a cambiar de pensamiento. Al también ser Pahtecatl ‘de entre planta sanadora’ manifestamos una inspiración de sanación para quienes conviven con nosotros en este retorno día noche.
ð La dualidad mahtlactlihuan ome malinalli ‘doce esparto’ nos hace ver oportunamente los cambios que necesitamos hacer, a fin de sanar lo que está mal. Esta duodécima «casa» asumimos la identidad nocturna de Piltzinteötl ‘pupila niño precioso’, el sol naciente, lo cual nos permite influir en los demás para que descubran el colorido de su entorno.
Ü síntesis: en este retorno nos adelantamos a los acontecimientos al percibir aquello que hay que cambiar, aquello que hay que corregir para disfrutar trabajando para la abundancia.
Decimotercera Casa: mahtlactlihuan yei acatl ‘trece cañavera’
Inicio: 18:43 del sábado 29 de octubre de 2016. Fin: 18:43 del domingo 30 de octubre de 2016.
ð El numeral mahtlactlihuan yei ‘trece’ tiene sólo identidad diurna, que es Zitlalin icue ‘estrella su falda’, que es la fuerza femenina de las estrellas que forman el universo, esto nos inspira una gran fuerza engendradora para nuestros proyectos. El ave presente es toznenetl, que los españoles llamaron “loro pequeño”, y que en el Códice Borbónico aparece de color amarillo.
ð El retorno acatl ‘cañavera’ pertenece al tlahuilcopa ‘hacia la luz’, el oriente, el rumbo del color cozauhqui ‘amarillo’, el rumbo de Quetzalcohuatl ‘gemelo precioso’, nuestro instinto de pervivencia que nos hace sentir la necesidad de pertenencia colectiva, expresar la verdad de nuestra palabra. Es día es de rumbo femenino, lo que nos hace receptivos ante los demás. Por ser acatl ‘cañavera’ manifestamos una gran necesidad de descubrir cómo son las cosas, de investigar aquello que desconocemos. Por también ser Tezcatl ipoca ‘espejo su resplandor’ necesitamos actuar de acuerdo a nuestras convicciones éticas más fuertes.
ð La dualidad mahtlactlihuan yei acatl ‘trece cañavera’ nos da fuerza femenina, una gran receptividad, para descubrir todo aquello que nos interesa descubrir. Esta última «casa» nos hace asumir la identidad nocturna de Zenteötl ‘fuerza armonizante que unifica’, con lo cual nos volvemos inspiradores de unidad.
Ü síntesis: Este retorno nos hace asumir la fuerza femenina del universo para descubrir todo aquello que nos hace asumir la lealtad que unifica a través de nuestro comportamiento apegado a la ética.
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