Ze Ozelotl Tonalpohualli

ze ozelotl ‘uno ocelote’
Inicio: 18:43 del domingo 30 de octubre de 2016. Fin: 18:43 del sábado 12 de noviembre de 2016.
Tlacatzin Stivalet Corral

 

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Amoxtli Huitzilopochtli – Ze Ozelotl (Códice Borbónico Lám. 2). No original.

 

Es el segundo trecenario, masculino, del rumbo del norte, rumbo de Tezcatl ipoca ‘espejo su esplender’, nuestra conciencia ética, manifestación de nuestro «yo cuerpo», de nuestro instinto de espacio, de nuestro instinto de protección de nuestro cuerpo: protegiendo lo vivo. Esto como manifestación de nuestro instinto de amar lo vivo En las trece «casas» está presente Quetzalcohuatl ‘gemelo precioso, gemelo potente’, nuestro sentido de pertenencia colectiva, nuestra necesidad interna de unirnos a otros en la acción, de actuar siempre con lealtad, de siempre decir la verdad, la necesidad imperiosa de amar lo verdadero, de proteger lo cierto. Este trecenario nos hace proteger el movimiento, ya que la cuarta «casa» es olin ‘movida’, la palabra es para unirnos con quienes nos escuchan, ya que la novena «casa» pertenece a Quetzalcohuatl ‘gemelo precioso’. Es un trecenario para culminar exitosamente, ya que la séptima «casa» es xöchitl ‘flor’. Esta cuenta de energías tiene como identidad interna a Tepeyollohtli ‘corazón de montaña’ en la cuarta, nahui olin ‘cuatro movida’ y en la última casa, mahtlactlihuan yei miquiztli ‘trece muerte’. Esto nos despierta el deseo de asumir nuestra identidad cósmica como centro del universo en el inicio del tiempo, verdad ésta que los tenochcas esculpieron en su monumento llamado en nahua huei cuauhxiccalli iixiptla ‘gran jícara del sol su representante’, que es nuestra identidad como humanos, de todos y cada uno de los seres humanos que poblamos nuestro planeta: todos. Descubrir dicha identidad de los humanos les tomó a los mexis 676 años, es decir, fue el esfuerzo de ellos a lo largo de nuestro Quinto Sol Tolteca, cuyo nombre fue nahui olin ‘cuatro movida’. Es por esto que descubrimos la esencia de los asuntos que ocupan nuestro corazón en el tiempo en que está presente, especialmente en el cuarto y el último del trecenario.

Primera Casa: ze ozelotl ‘uno ocelote’

Inicio: 18:43 del domingo 30 de octubre de 2016. Fin: 18:43 del lunes 31 de octubre 2016.

ð El numeral ze ‘uno’ trae al fuego como identidad diurna y nocturna, en efecto, el acompañante diurno de este numeral es Xiuhtecuihtli Tletl ‘fuego protector de hierba’ y el acompañante nocturno es Huehueteötl ‘pupila antigua’, el otro nombre del fuego, por lo cual nos llenamos de energía generadora, inspiradora de acciones nuevas. El ave presente con este numeral es nexhuitzilin ‘colibrí cenizo’.

ð El retorno ozelotl ‘ocelote’ pertenece al mictlanpa ‘hacia entre difunto’, el norte, rumbo del color blanco, del color negro, rumbo de Tezcatl ipoca ‘espejo su esplender, espejo su emanar’, nuestro instinto de espacio, que al madurar nos hace asumir nuestra exigencia interna de proteger lo vivo, especialmente nuestro cuerpo, necesidad de amar de amar lo vivo. Es rumbo masculino, por lo que actuamos de manera emprendedora. Por ser ozelotl ‘ocelote’ nuestro comportamiento es cauteloso, nuestros movimientos son pausados, no mostramos claramente lo que buscamos. Por también ser Tlazolteötl ‘fuerza armonizante de basura’ nos interesa aún más renovar aquello que ya fue desechado, para renovarlo éticamente y hacerlo fuerte.

ð La dualidad ze ozelotl ‘uno ocelote’ es un ciclo día noche para emprender acciones que requieren mucha cautela, mucha capacidad de renovación. En esta primera «casa», como identidad nocturna, está presente Mictlantecuihtli ‘protector de entre difunto’, lo cual nos hace respetar aquello que recibimos como herencia, como patrimonio de nuestros difuntos.

Ü síntesis: en este ilhuitl ‘retorno’ ze ozelotl ‘uno ocelote’ nos hace emprendedores cautelosos de acciones que llevarán a la unión colectiva, a la lealtad con nuestros semejantes.

Segunda Casa: ome cuauhtli ‘dos águila’

Inicio: 18:43 del lunes 31 de octubre de 2016. Fin: 18:43 del martes 1 de noviembre 2016.

ð El numeral ome ‘dos’ tiene como identidad diurna a Tlaltecuihtli ‘protector terreno’, lo cual nos hace fuertes, somos apoyo de los demás, la identidad nocturna de este numeral nos hace ser Itztli ‘obsidiana’, lo que nos hace penetrantes como navaja de obsidiana y cortantes de todo aquello que no es ético, para con amor mejorar nuestra actuación cotidiana. Como ave está presente quetzalhuitzilin ‘colibrí precioso’.

ð El retorno cuauhtli ‘águila’ llega con el rumbo zihuatlanpa ‘hacia entre mujer’, el poniente, rumbo del tlatlauhqui ‘rojo’, rumbo de Xipeh Totec ‘dueño de sexo, nuestro protector’, nuestro instinto de placer que, cuando ya maduró, se manifiesta como nuestra nupcialidad, es decir, nuestra aptitud para contraer nupcias para el resto de nuestra vida y proteger de manera permanente a nuestros hijos. Es rumbo femenino, por lo que somos acogedores de las propuestas de otros. Por ser cuauhtli ‘águila’, en este retorno día noche nos ubicamos en una perspectiva muy elevada en cada asunto que nos llega, dicho de otra manera, volamos muy alto. También tenemos una visión muy aguda, descubriendo cosas que no habíamos sospechado siquiera. Como segunda identidad del águila está presente también Xipeh Totec ‘dueño de sexo, nuestro protector’, lo cual nos hace disfrutar aquello que hacemos al mismo tiempo que protegemos a quienes conviven con nosotros.

ð La dualidad ome cuauhtli ‘dos águila’ nos da fuerza para cortar aquello que no corresponde a lo ético, para ver desde lo alto nuestras acciones, para disfrutar de lo que hacemos para proteger a quienes conviven con nosotros. En esta segunda «casa» asumimos la identidad nocturna de Chalchiuhtlicue ‘esmeralda su falda’, lo cual nos hace autopurificarnos éticamente como lo hace el agua de los ríos mientras corre hacia el mar.

Ü síntesis: en este ilhuitl ‘retorno’ ome cuauhtli ‘dos águila’ nos da fuerza cósmica para cortar lo que nos impide superarnos éticamente, renovarnos internamente para armonizarnos.

Tercera Casa: yei cozcacuauhtli ‘tres quebrantahuesos’

Inicio: 18:43 del martes 1 de noviembre de 2016. Fin: 18:43 del miércoles 2 de noviembre 2016.

ð El numeral yei ‘tres’ siempre nos aporta la identidad aparente de Chalchiuhtlicue ‘esmeralda su falda’, el agua horizontal que renueva su pureza al moverse hacia el mar. Como identidad nocturna nos hace ser Piltzinteötl ‘pupila niño amado’, imagen del sol naciente, el que nos hacee descubrir cada día la belleza del colorido de nuestro entorno. Como ave está presente el cuixin, que los frailes identificaron con el milano europeo.

ð El retorno cozcacuauhtli ‘quebrantahuesos’ es del huitztlanpa ‘hacia entre espina’, el sur, rumbo del color texohtic ‘azul’, rumbo de Huitzilopochtli ‘zurdo colibrizado’, nuestra voluntad logradora de lo que deseamos, manifestación madura de nuestro instinto de tiempo. Es rumbo masculino, por lo cual este día nos nace ser impetuosos, emprendedores. Por ser cozcacuauhtli ‘águila de collar’, en castellano “quebrantahuesos”, nos interesa llegar al meollo de los asuntos que nos ocupan este ciclo día noche, “sorber la médula”, no sólo “roer los huesos”, es decir, llegar a la esencia de los asuntos que nos llegan en este tiempo. Por también ser Itzpapalotl ‘mariposa de obsidiana’, durante la noche recibimos energía de esta constelación, llamada Orión por los europeos

ð La dualidad yei cozcacuauhtli ‘tres quebrantahuesos’ es muy propicia para renovarnos éticamente, para descubrir la esencia de los problemas de comportamiento. En esta tercera «casa» somos internamente Tlazolteötl ‘fuerza armonizante de la basura’, identidad que nos impele a superar todo aquello que nos aparta de un comportamiento ético irrestricto.

Ü síntesis: el retorno yei cozcacuauhtli ‘tres quebrantahueso’ nos inspira para renovarnos éticamente, para ver nuestro entorno de manera clara, para descubrir nuestro camino secreto.

Cuarta Casa: nahui olin ‘cuatro movida’

Inicio: 18:43 del miércoles 2 de noviembre de 2016. Fin: 18:43 del jueves 3 de noviembre 2016.

ð El numeral nahui ‘cuatro’ nos trae como identidad diurna a Tonatiuh ‘va irradiando’, nombre nahua del sol, lo cual nos convierte en protectores, y como identidad nocturna nos llega Zenteötl ‘fuerza armonizante que unifica’, esto nos hace propiciadores de la unidad con quienes convivimos en este día. El ave presente con este numeral es zolin, al parecer con significado de ‘sangrado’, misma que era descabezada en ciertas ceremonias, ave a la cual los frailes llamaron igual que el ave europea codorniz.

ð El retorno olin ‘movida’ es del rumbo tlahuilcopa ‘hacia luz’, el oriente, el rumbo del coztic ‘amarillo’, rumbo de Quetzalcohuatl ‘gemelo precioso’, nuestro instinto de pervivencia que al madurar entre los 12 y los 18 años se manifiesta como sentimiento de pertenencia colectiva, de solidaridad con nuestros congéneres. Por ser rumbo femenino, se refuerza nuestra solidaridad con nuestros congéneres, ya que somos receptivos ante los demás. Por ser olin ‘movida’ somos muy activos para cumplir con nuestro trabajo, tal como hace el sol en su recorrido diario: no se detiene hasta completar el día. También somos xolotl ‘acompañante’, por lo cual se fortalece aún más nuestra solidaridad con los demás.

ð La dualidad nahui olin ‘cuatro movida’ nos hace ser protectores de aquello que cambia, lo que nos hace cambiar de residencia, lo que nos hace cambiar internamente, renovarnos, renacer. Por ser la cuarta «casa» asumimos como identidad nocturna a Tepeyollohtli ‘corazón de montaña’, por lo que nos encerramos en nosostros mismos, a fin de descubrir nuestro sentir más profundo respecto a lo que nos interesa en este retorno día noche como meta última.

Ü síntesis: En este retorno nahui olin ‘cuatro movida’ nos impulsa a cambiar en el espacio y en el tiempo, a renovarnos, a renacer, a descubrir nuestra verdad interna.

Quinta Casa: macuilli tecpatl ‘cinco pedernal’

Inicio: 18:43 del jueves 3 de noviembre de 2016. Fin: 18:43 del viernes 4 de noviembre 2016.

ð El numeral maculli ‘cinco’ nos hace asumir como identidad externa a Tlazolteötl ‘fuerza armonizante de la basura’, con lo que sentimos deseos de renovar lo desgastado, lo que fue desechado, como identidad interna somos Mictlantecuihtli ‘protector de entre difunto’, lo cual nos trae la presencia de nuestros difuntos, de seres queridos ya fallecidos. Como ave está presente cacalotl, ave pequeña de color negro.

ð El retorno tecpatl ‘cuchillo de pedernal’ es del mictlanpa ‘hacia entre difunto’, el norte, el rumbo del color yayauhqui ‘obscuro’, rumbo de Tezcatl ipoca ‘espejo su esplender, espejo su emanar’, nuestra identidad ética, manifestación madura de nuestro instinto de espacio, de nuestro «yo cuerpo», es rumbo masculino, por lo que somos emprendedores, actuantes. Por ser tecpatl ‘cuchillo de pedernal’ nos comportamos de manera penetrante, analítica, un tanto fría. Por también ser chalchiuhtotolin ‘totola preciosa’, como identidad alterna de tecpatl ‘pedernal’ se refuerza nuestro espíritu de entrega, de autosacrficio para lograr nuestros propósitos.

ð La dualidad macuilli tecpatl ‘cinco pedernal’ nos hace sentir deseos de renovación de la herencia que nos legaron nuestros ancestros, por lo cual estamos dispuestos a cortar todo aquello que nos lo impida, incluso nuestro lugar de residencia. Esta quinta «casa», internamente, somos Tlaloc ‘licor fecundante de la tierra’, lo cual nos hace inspirar a los demás para expresar su pensamiento.

Ü síntesis: el retorno macuilli tecpatl ‘cinco pedernal’ nos hace emprendedores de acciones que nos llevarán a la renovación interna, al merecimiento de recibir el legado de nuestros ancestros.

Sexta Casa: chicoaze quiyahuitl ‘seis lluvia’

Inicio: 18:43 del viernes 4 de noviembre de 2016. Fin: 18:43 del sábado 5 de noviembre 2016.

ð El numeral chicoaze ‘seis’ tiene como identidad diurna a Mictlantecuihtli ‘protector de entre difunto’, lo cual nos acerca a quienes ya nos abandonaron, también tiene como identidad nocturna a Chalchiuhtlicue ‘esmeralda su falda’, lo cual nos hace limpiarnos, purificarnos, restaurar nuestra limpieza ética. Como ave, este numeral tiene la identidad de itzchicuahtli ‘lechuza obsidiana’.

ð El retorno quiyahuitl ‘lluvia’ pertenece al zihuatlanpa ‘hacia entre mujer’, el poniente, rumbo del color tlatlauhqui ‘rojo’, rumbo de Xipeh Totec ‘dueño de sexo, nuestro protector’, nuestro instinto de placer, nuestro «yo eros», mismo que al madurar nos hace aptos para contraer nupcias. Es rumbo femenino, por lo cual somos receptivos, acogedores. Al ser quiyahuitl ‘lluvia’, somos refrescantes, cambiantes de carácter, imaginativos. Por también ser Tonatiuh ‘va calentando’, el sol, somos protectores de quienes conviven con nosotros en nuestro entorno.

ð La dualidad chicoaze quiyahuitl ‘seis lluvia’ nos aporta la cercanía de nuestros antepasados, de su legado, para trabajar internamente a fin de merecer heredarlo. Esta sexta «casa» nos trae como identidad nocturna a Huehueteötl ‘pupila antigua’, el fuego que generó el universo, lo cual nos hace renovar nuestro vivir, de iniciar nuevos proyectos.

Ü síntesis: El retorno chicoaze quiyahuitl ‘seis lluvia’ es para acercarnos a nuestros difuntos, a través del trabajo de merecimiento, de renovación interna, para un nuevo inicio.

Séptima Casa: chicome xöchitl ‘siete flor’

Inicio: 18:43 del sábado 5 de noviembre de 2016. Fin: 18:43 del domingo 6 de noviembre 2016.

ð El numeral chicome ‘siete’ tiene como identidad diurna a Zenteötl ‘fuerza armonizante que unifica’, se la identifica con el maíz, con su fuerza unificante, como identidad nocturna tiene a Tlazolteötl ‘fuerza armonizante de la basura’, lo cual propicia sueños reveladores de renovación, de rompimiento con lo que ya no tiene sulución. El volante presente es tizapapalotl ‘mariposa blanca’.

ð El retorno xöchitl ‘flor’ es del huitztlanpa ‘hacia entre espina’, el sur, rumbo del xoxouhqui ‘azul’, de Huitzilopochtli ‘lector seguidor del camino del colibrí’, nuestra voluntad logradora, nuestro instinto de tiempo. Rumbo masculino, lo cual nos hace ser pertinaces, actuantes para lograr lo que queremos. Por ser xöchitl ‘flor’, en este día sentimos inspiración para completar hermosamente aquello que está en curso, Por también ser Xöchiquetzalli ‘perciosidad florida’ disfrutamos de nuestro entorno, estamos prontos a descubrir la belleza que nos rodea.

ð La dualidad chicome xöchitl ‘siete flor’ nos hace florecer en la unidad, en la renovación interna de nuestra ética, de nuestras convicciones más profundas. Esta séptima «casa» nos trae la identidad interna de Itztli ‘obsidiana’, una manfestación de nuestra conciencia ética, lo cual nos hace cortar con aquello que nos aparta de la ética.

Ü síntesis: en el retorno chicome xöchitl ‘siete flor’ nos hace florecer unificando todo aquello que nos lleva a renovarnos éticamente, cortando lo que nos lo impide.

Octava Casa: chicoyei zipactli ‘ocho caimana’.

Inicio: 18:43 del domingo 6 de noviembre de 2016. Fin: 18:43 del lunes 7 de noviembre 2016.

ð El numeral chicoyei ‘ocho’ tiene como identidad diurna a Tlaloc ‘licor fecundador de la tierra’, lo cual nos hace propiciar en los demás la expresión de sus ideas, la colaboración, también tiene la identidad nocturna de Tepeyollohtli ‘corazón de montaña’, lo cual nos hace buscar la introspección, nos hace desear descubrir nuestro pensar más profundo sobre lo que nos ocurre en este tiempo. Está presente itzcuauhtli ‘aguila obsidiana’, el ave identificada con nación: Anáhuac.

ð El retorno zipactli ‘caimana’ pertenece al tlahuilcopa ‘hacia la luz’, el oriente, rumbo del cozauhqui ‘amarillo dorado’, rumbo de Quetzalcohuatl ‘gemelo precioso’, nuestro instinto de pervivencia que, cuando madura, nos hace descubrir la fuerza de nuestra pertenencia colectiva, que nos impele a proteger lo cierto, a decir siempre la verdad. Es rumbo femenino, por lo cual nos mostramos muy receptivos ante los demás, dispuestos a escuchar su palabra. Por ser zipactli ‘caimana’ tenemos mucho ánimo para iniciar asuntos y proyectos, se nos facilita empezar aquello que hemos soñado con vehemencia. Por también ser Tonacatecuihtli ‘protector de abundancia’ y Tonacazihuatl ‘señora de abundancia’ este retorno día noche es propicio para iniciar aquello que nos dará abundancia de nutrientes.

ð La dualidad chicoyei zipactli ‘ocho caimana’ es un día propicio para descubrir nuestro ser interno y conocer lo que nos interesa como meta última, para con ello nutrir a nuestros acompañantes, para propiciar la abundancia. En esta octava «casa» nos llega Piltzinteötl ‘pupila niño precioso’, el sol naciente, lo cual nos permite ser descubridores del colorido de nuestro entorno.

Ü síntesis: en el retorno chicoyei zipactli ‘ocho caimana’ es afortunado para encontrarnos a nosotros mismos, para iniciar proyectos importantes, que nos conduzcan a la abundancia.

Novena Casa: chiconahui ehecatl ‘nueve viento’

Inicio: 18:43 del lunes 7 de noviembre de 2016. Fin: 18:43 del martes 8 de noviembre 2016.

ð El numeral chiconahui ‘nueve’ nos ofrece la identidad diurna de Quetzalcohuatl ‘gemelo precioso, gemelo potente’, nuestra pertenencia colectiva, lo cual nos hace solidarizarnos con quienes conviven con nosotros en este ciclo día noche, también nos trae la identidad nocturna de Tlaloc ‘licor fecundante de la tierra’, lo cual nos hace propiciar que los demás expresen sus ideas. El ave presente es chalchiuhtotolin ‘totola preciosa’, que nos hace sentir deseos de esfuerzo personal, en busca de merecimiento ético.

ð El retorno ehecatl ‘viento’ pertenece al mictlanpa ‘hacia entre difunto’, el norte, rumbo del color yayauhqui ‘humo negro’, el rumbo de Tezcatl ipoca ‘espejo su humear’, nuestro instinto de espacio, nuestro «yo cuerpo», que cuando ya maduró se manifiesta en nostros como identidad ética, como nuestras convicciones más profundas, mismas que al ponerlas en práctica cada día protegen nuestro vivir. Es rumbo masculino, por lo cual nos nace ser emprendedores, atrevidos para hacer lo que nos nace. Por ser ehecatl ‘viento’, sentimos necesidad de movernos, de ayudar a otros, de cambiar de posición. Por también ser Quetzalcohuatl ‘gemelo precioso, gemelo potente’ asumimos una identidad de solidaridad con nuestros semejantes, nos interesan profundamente los asuntos de los demás, nos nace ser sinceros, genuinos, por hablar siempre con verdad.

ð La dualidad chiconahui ehecatl ‘nueve viento’ nos genera sentimientos de lealtad, de solidaridad con nuestros semejantes, lo cual se manifiesta con nuestra palabra, como confianza para expresar pensamientos ocultos. En esta novena «casa» tenemos la identidad interna de Zenteötl ‘fuerza armonizante que unifica’, esto nos hace inspiradores de unidad.

Ü síntesis: el ilhuitl ‘retorno’ chiconahui ehecatl ‘nueve viento’ somos dados a hablar para propiciar la unidad con los demás, para inducir a la lealtad.

Decima Casa: mahtlactli calli ‘diez casa’

Inicio: 18:43 del martes 8 de noviembre de 2016. Fin: 18:43 del miércoles 9 de noviembre 2016.

ð El numeral mahtlactli ‘diez’ tiene únicamente compañero diurno, es Tezcatl ipoca ‘espejo su esplender’, corresponde a la osa menor, que pierde una estrella en alguna época del año, esta identidad propicia nuestro comprtamiento apegado a la ética. El ave presente es tecolotl ‘buho’.

ð El retorno calli ‘casa’ pertenece al zihuatlanpa ‘hacia entre mujer’, el poniente, rumbo del color tlatlauhqui ‘rojo’, rumbo de Xipeh Totec ‘dueño de sexo, nuestro protector’, nuestro instinto de placer que, al madurar, se manifiesta como identidad nupciálica, lo cual nos hace aptos para contraer nupcias para el resto de nuestro vivir y para permanentemente proteger a nuestros nijos. Es rumbo femenino, por lo cual somos receptivos ante los demás, a proteger a quienes son menores. Por ser calli ‘casa’ nos interesa mucho nuestra casa, nuestro cuerpo, nuestra patria, somos dados a permanecer en nuestro hogar, nos cuesta trabajo abandonarlo en la mañana. También somos Tepeyollohtli ‘corazón de monte’, por lo cual somos dados a la introspección, a buscar en nosotros que deseamos en realidad.

ð La dualidad mahtlactli calli ‘diez casa’ nos inspira comportamiento apegado a la ética, buscando armonía con nuestro cuerpo, con nuestra casa. Esta décima «casa» nos trae la identidad nocturna de Mictlantecuihtli ‘protector de entre difunto’, lo cual nos impele a resguarda nuestro patrimonio.

Ü síntesis: el retorno mahtlactli calli ‘diez casa’ nos trae apego a nuestros principios éticos, los que fueron legado de nuestros ancestros.

Undécima Casa: mahtlatlihuan ze cuetzpalli ‘once lagartijo’

Inicio: 18:43 del miércoles 9 de noviembre de 2016. Fin: 18:43 del jueves 10 de noviembre 2016.

ð El numeral mahtlactlihuan ze ‘once’ tiene como identidad diurna a Yohualtecuihtli ‘protector nocturno’, las tres estrellas que forman el palo horizontal del mamalhuaztli ‘intrumento de hacer fuego’, que corresponde al cinturón de la constelación de Orión en el pensar europeo, esto nos hace protectores durante la noche, cuando recibimos la energía de estas estrellas. El ave es el alotl ‘guacamaya roja’.

ð El retorno cuetzpalli ‘lagartijo’ es del rumbo huitztlanpa ‘hacia entre espina’, el sur, rumbo del color texoctlli ‘azul’, rumbo de Huitzilopochtli ‘lector seguidor del camino del colibrí’, nuestro instinto de tiempo, nuestro «yo mente», nuestro sentido del oído, que cuando madura se convierte en nuestra voluntad logradora de lo que deseamos, por lo cual en este día noche nos nace ser persistentes en lo que desamos lograr, protegiendo lo ajeno. Es rumbo masculino, por lo cual tenemos espíritu emprendedor, sentimos deseos de acción. Por ser cuetzpalin ‘lagartijo’ manifestamos gran energía, como si todo se nos facilitara, avanzamos mucho en nuestro trabajo diario. Como también somos Huehuecoyotl ‘coyote viejo’ somos dados a buscar placer en todo lo que hacemos, también somos dados a buscar placer sexual.

ð La dualidad mahtlactlihuan ze cuetzpalli ‘once lagartijo’ nos hace proteger todo lo que nos da energía, lo que nos facilita el alimento. En esta undécima «casa» asumimos la identidad nocturna de Chalchiuhtlicue ‘esmeralda su falda’, por lo que trabajamos para renovarnos internamente.

Ü síntesis: En este ilhuitl ‘retorno’ nos nace ser protectores de lo ajeno, renovándonos internamente para proteger nuestro alimento, para disfrutar sensorialmente, sexualmente.

Decimosegunda Casa: mahtlactlihuan ome cohuatl ‘doce serpiente’

Inicio: 18:43 del jueves 10 de noviembre de 2016. Fin: 18:43 del viernes 11 de noviembre 2016.

ð El numeral mahtlactlihuan ome ‘doce’ llega con la identidad diurna de Tlahuizcalpantecuihtli ‘protector de la alborada’, Venus como lucero de la mañana, lo cual nos hace adelantarnos a los acontecimientos, percibimos las cosas antes de que se presenten completamente. No hay compañero nocturno. El ave presente es Quetzaltototl ‘pájaro precioso’, el quetzal, un ave que no tolera el cautiverio, por lo cual somos muy dados a ejercer nuestro libre albedrío.

ð El retorno cohuatl ‘serpiente’ llega con el rumbo tlahuilcopa ‘hacia la luz’, el oriente, rumbo del color cozauhqui ‘amarillo’, rumbo de Quetzalcohuatl ‘gemelo precioso’, nuestro instinto de pervivencia, nuestro sentido del olfato, que cuando madura nos hace sentir pertenencia con nuestros semejantes. Es rumbo femenino, por lo que sentimos deseo de ser acogedores de los demás, serviciales. Al ser cohuatl ‘serpiente’ somos muy cambiantes en lo que hacemos, aunque al final logramos aquello que deseamos. También somos Chalchiuhtlicue ‘esmeralda su falda’ y Chalchiuhtonal ‘energía irradiante esmeralda’, lo cual propicia nuestra armonía masculina y femenina.

ð La dualidad mahtlactlihuan ome cohuatl ‘doce serpiente’ nos hace ver anticipadamente los acontecimientos que nos interesan, pero también nos hace avanzar cautelosamente para evitar fracaso en el logro de nuestra meta. Esta duodécima «casa» asumimos la identidad nocturna de Tlazolteötl ‘fuerza armonizante de la basura’, con lo cual nos renovamos éticamente.

Ü síntesis: en este retorno percibimos con antelación lo que deseamos, pero nos mostramos cautelosos y avanzamos de manera indirecta hacia nuestra meta.

Decimotercera Casa: mahtlactlihuan yei miquiztli ‘trece muerte’

Inicio: 18:43 del viernes 11 de noviembre de 2016. Fin: 18:43 del sábado 12 de noviembre 2016.

ð El numeral mahtlactlihuan yei ‘trece’ tiene sólo identidad diurna, que es Zitlalin icue ‘estrella su falda’, que es la fuerza femenina de las estrellas que forman el universo, esto nos inspira una gran fuerza engendradora para nuestros proyectos. El ave presente es toznenetl, que los españoles llamaron “loro pequeño”, y que en el Códice Borbónico aparece de color amarillo.

ð El retorno miquiztli ‘muerte’ es del mictlanpa ‘hacia entre difunto’, el norte, rumbo del color blanco, del color negro, rumbo de Tezcatl ipoca ‘espejo su esplender’, nuestro instinto de espacio, nuestro sentido de la vista, que se manifiesta como nuestras convicciones éticas, para en todo momentto proteger lo vivo, lo cierto, lo ajeno, lo débil y lo armonioso. Es rumbo masculino, por lo cual somos emprendedores, actuantes. Por ser Miquiztli ‘muerte’ somos dados a cerrar ciclos, para propiciar que se abran nuevos. También somos Tecziztecatl ‘de entre caracoles marinos’, lo cual nos hace adaptables a los ciclos, algo que se refuerza por además ser Metztli ‘luna’.

ð La dualidad mahtlatlihuan yei miquiztli ‘trece muerte’ nos da fuerza cósmica femenina, unida a la necesidad de morir, de propiciar un nuevo renacimiento. Esta última «casa» nos hace asumir la identidad nocturna de Tepeyollohtli ‘corazón de montaña’, con lo cual nos preparamos para el futuro descubriendo nuestro sentir profundo, nuestras convicciones esenciales.

Ü síntesis: Este retorno nos trae la destrucción de los ciclos en curso, algo necesario para permitir encontra nuestra esencia, nuestro sentir verdadero para un nuevo principio lleno de realizaciones.

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