Ze Mazatl Tonalpohualli

ze mazatl ‘uno venada’
Inicio: 18:43 del sábado 12 de noviembre de 2016. Fin: 18:43 del viernes 25 de noviembre de 2016.
Tlacatzin Stivalet Corral

 

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Amoxtli Huitzilopochtli – Ze Mazatl (Códice Borbónico Lám. 3).

Este tercer trecenario, ze mazatl ‘uno venada’, cuyas dos identidades armonizantes son Tezcatl ipoca ‘espejo su humear’, nuestra «identidad ética», nuestro «yo cuerpo», vestido completamente con piel de ozelotl ‘celote’, y Quetzalcohuatl ‘gemelo precioso’, nuestra «identidad genómica», «yo genoma», por esto mismo durante los trece ilhuitl ‘retorno día noche’ de este machiyotl ‘signo’ mostramos un comportamiento ético muy marcado, lo cual nos acerca a nuestros semejantes y, así, se fortalece nuestro sentimiento de pertenencia colectiva. De esta manera logramos influir positivamente en quienes nos rodean, ejerciendo un marcado liderazgo armonizante en todo lo que hacemos a lo largo de estos trece retornos día noche. En este trecenario nos hace descubrir lo hermoso de nuestro vivir cotidiano, de la misma manera en que el sol nos pemite descubrir el colorido de nuestro entorno. En este trecenario somos dados a reconocer todo aquello que nos aleja de los demás, a superar todo aquello que nos impide proteger lo vivo, proteger lo cierto, proteger lo ajeno, proteger lo débil y proteger lo armonioso, por lo tanto maduramos, acercándonos al estado adulto excelso. En este trecenario nuestra palabra es elocuente, debido a que hablamos con el corazón, decimos palabras que nos brotan de nuestra identidad como centro de universo en el inicio del tiempo, por lo tanto, le llegan a la ensencia de nuestros semejantes, armonizándonos con quienes convivimos cada nuevo día.

Primera Casa: ze mazatl ‘uno venada’

Inicio: 18:43 del sábado 12 de noviembre de 2016. Fin: 18:43 del domingo 13 de noviembre de 2016.

ð El numeral ze ‘uno’ nos trae como identidad diurna a Xiuhtecuihtli Tletl ‘fuego protector de hierba’, lo cual nos hace ser propiciadores de lo que inicia, como identidad nocturna nos asumimos también como fuego, como Huehueteötl ‘pupila antigua’ o ‘fuerza armonizante antigua’, también fuerza iniciante. El ave presente es nexhuitzilin ‘colibrí cenizo’.

ð El retorno mazatl ‘venada’ pertenece al zihuahtlanpa ‘hacia entre mujeres’, el poniente, el rumbo del color tlatlauhqui ‘enrojecido’, rumbo de Xipeh Totec ‘dueño de sexo, nuestro protector’, manifesación de nuestro instinto de placer, mismo que se convierte en nuestra «nupcialidad», lo que nos hace buscar una persona de sexo complementario para compartir cotidianamente nuestro vivir y para proteger permanentemente a nuestros hijos. Es rumbo femenino, por lo cual somos receptivos, acogedores de las ideas ajenas. Por ser mazatl ‘venada’, somos muy perceptivos de nuestro entorno, muy sensibles a los cambios de clima; nos interesa disfrutar de los espacios libres, disfrutamos de la soledad en espacios libres. Por también ser Tlaloc ‘licor fecundante de la tierra’, manifestamos una influencia positiva en quienes conviven con nosotros, así, ellos sienten confianza para expresar sus pensamientos de manera verbal.

ð La dualidad ze mazatl ‘uno venada’ nos hace ser propiciadores de inicio, por esto nos mostramos animosos, entusiasmadores de otros para que inicien aquello con lo que su corazón sueña. Esta primera «casa» nos hace asumir la identidad nocturna de Tlaloc ‘licor fecundante de la tierra’, lo cual nos hace propiciadores de la palabra de quienes nos rodean.

Ü síntesis: el ilhuitl ‘retorno’ ze mazatl ‘uno venada’ nos trae una identidad propiciadora de la palabra de los demás, nos hace ser promotores de que los demás inicien proyectos ya maduros.

Segunda Casa:ome tochtli ‘dos conejo’

Inicio: 18:43 del domingo 13 de noviembre de 2016. Fin: 18:43 del lunes 14 de noviembre de 2016.

ð El numeral ome ‘dos’ llega con la identidad diurna de Tlaltecuihtli ‘protector de la tierra’, lo cual nos hace protectores de quienes nos rodean, inspirando una fuerza interior el ellos, como identidad nocturna somos Itztli ‘obsidiana’, una advocación de Tezcatl ipoca ‘espejo su esplender’, nuestra «conciencia ética», lo que nos induce a cortar con todo aquello no acorde con nuestra «verdad ética». Como Ave está presente el quetzalhuitzilin ‘colibrí verdeazul’.

ð El retorno tochtli ‘conejo’ llega del huitztlanpa ‘hacia entre espina’, el sur, el rumbo del color xoxouhqui ‘azul celeste’, el rumbo de Huitzilopochtli ‘zurdo colibrizado’, nuestra voluntad logradora, manifestación de nuestro «instinto de tiempo», eso que nos permite manejar oportunamente cada tiempo para lograr conseguir todo lo que nos proponemos, todo lo que desea nuestro corazón. Es rumbo masculino, por lo cual nos nace ser emprendedores, iniciadores de acción. Por ser tochtli ‘conejo’ nos nace ser muy originales, inesperados, muy fecundos, muy inspirados. Por también ser Meyahuel ‘fuente sagrada’, somos muy abundosos en lo que hacemos, protegiendo lo de los demás

ð La dualidad ome tochtli ‘dos conejo’ nos hace ser alegres, despreocupados, buena compañía, deseosos de bebidas espirituosas, sea meoctli ‘licor de maguey’, pulque, mezcal o tequila, algo que nos debe alertar para que no “se nos pasen las cucharadas” y tengamos algún momento desagradable después.En esta segunda «casa» asumimos la identidad interna de Xiuhtecuihtli Tletl ‘fuego protector de hierba’, lo cual nos hace ser deseosos de iniciar aquello que ronda en nuestro corazón de tiempo atrás.

Ü síntesis: en el ilhuitl ‘retorno’ ome tochtli ‘dos conejo’ somos muy inquietos, desconcertantes para los demas, inclinados a desfrutar de bebidas alcohólicas, animadores de los demás.

Tercera Casa:yei atl ‘tres agua’

Inicio: 18:43 del lunes 14 de noviembre de 2016. Fin: 18:43 del martes 15 de noviembre de 2016.

ð El numeral yei ‘tres’ llega en compañía de Chalchiuhtlicue ‘esmeralda su falda’, como identidad diurna para nosotros, lo cual nos hace ser como agua de manatial que, naciendo pura de la montaña, se va autopurificando mientras desciende río abajo, así hacemos nosotros, mejoramos nuestro comportamiento ético mientras desempeñamos nuestras responsabilidades diarias. Como identidad nocturna nos llega Piltzintecuihtli ‘protector niño precioso’, el sol naciente, lo cual nos hace proteger a quienes nos rodean haciéndoles ver el colorido de su vivir cotidiano, como hace el sol naciente con nosotros. El ave presente es es el cuixin ‘milano’.

ð El retorno atl ‘agua’ viene del tlahuilcopa ‘hacia el lugar de la luz’, el oriente, el rumbo del color cozauhqui ‘amarillo, dorado’, rumbo de Quetzalcohuatl ‘gemelo precioso, gemelo potente’, nuestra identidad genómica, manifestación de nuestro «instinto de pervivencia», de nuestra identidad «yo género», que al madurar nos inspira un fuerte sentimiento de pertenencia colectiva. Es rumbo femenino, por lo que somos muy dados a acoger todo aquello que viene de los demás. Por ser retorno atl ‘agua’ somos muy adaptables, muy dados a dejarnos llevar por las circunstancias. Por también ser Xiuhtecuihtli Tletl ‘fuego protector de hierba’, somos dados a iniciar asuntos nuevos.

ð La dualidad yei atl ‘tres agua’ nos hace muy dados a “dejarnos llevar por la corriente” como hace el agua, lo cual puede traernos tanto cosas propicias cuanto cosas indeseadas, sin proponérnoslo, ejerecemos una influencia propicia en quienes nos rodean. En esta tercera «casa» nos llega la identidad nocturna de Itztli ‘pedernal’, una advocación de Tezcatl ipoca ‘espejo su esplender’, nuestra «verdad ética», lo cual nos inpira a cortar con comportamientos que descubrimos no apegados a nuestros principios éticos.

Ü síntesis: en este ilhuitl ‘retorno’ yei atl ‘tres agua’ nos hacemos como agua que corre, dejándonos llevar por las circunstancias, no obstante, nos renovamos éticamente.

Cuarta Casa:nahui itzcuintli ‘cuatro perro’

Inicio: 18:43 del martes 15 de noviembre de 2016. Fin: 18:43 del miércoles 16 de noviembre de 2016.

ð El numeral nahui ‘cuatro’ nos llega con la identidad diurna de Tonatiuh ‘va irradiando’, el sol, por lo cual nos hacemos protectores de quienes nos rodean, como identidad nocturna somos Zenteötl ‘fuerza armonizante que unifica’, esta identidad nos hace ser propiciadores de la reconciliación de quienes estaban distanciados, esto o hacemos irradiando con la fuerza del sol. El ave presente es zolin ‘codorniz’.

ð El retorno itzcuintli ‘perro’ es del mictlanpa ‘hacia entre difunto’, el norte, rumbo del color yayauhqui ‘negruzco’, rumbo de Tezcatl ipoca ‘espejo su esplender’, nuestra identidad «yo cuerpo», maniefestación de nuestro «instinto de espacio», eso que se convierte en nuestra «verdad ética», que nos impulsa a que nuestro comportamiento se apegue estrictamente a los principios éticos instintivos: respeto a lo vivo, respeto a lo cierto, respeto a lo ajeno, respeto a lo débil, respeto a lo armonioso. Es un rumbo masculino, por lo cual somos muy activos, muy iniciadores, muy emprendedores en nuestro prósito de armonizarnos con nuestros demejantes. El ser itzcuintli ‘perro’ nos nace ser amigables, mostrar nuestra lealtad a nuestros amigos, con nuestros familiares, con nuestros vecinos, con nuestros compañeros. Por también ser Mictlantecuihtli ‘protector de entre difunto’ y Mictlanzihuatl ‘engendradora de entre difunto’, somos muy protectores de nuestro patrimonio, el que recibimos de nuestros difuntos.

ð La dualidad nahui itzcuintli ‘cuatro perro’ nos hace ser protectores de los demás, amigables, propiciadores del acercamiento de los demás, muy leales con quienes nos rodean. En esta cuarta «casa» nos corresponde asumir como identidad nocturna a Piltzintecuihtli ‘protector niño hermoso’, el sol naciente, lo que nos inspira ayudar a que los demás descubran el colorido de su entorno.

Ü síntesis: el ilhuitl ‘retorno’ nahui itzcuintli ‘cuatro perro’ nos inspira un gran deseo de proteger a los demás, de mostrarles nuestra amistad, nuestra lealtad para que descubran la belleza del vivir.

Quinta Casa:macuilli ozomahtli ‘cinco mona’

Inicio: 18:43 del miércoles 16 de noviembre de 2016. Fin: 18:43 del jueves 17 de noviembre de 2016.

ð El numeral macuilli ‘cinco’ nos llega con la identidad diurna de Tlazolteötl ‘fuerza armonizante de basura’, lo cual nos impele a descubrir aquello que ya no se apega a nuestra «verdad ética» para renovarlo, para fortalecernos éticamente. Como identidad nocturna somos Mictlantecuihtli ‘protector de entre difunto’, lo que nos inspira para proteger nuestro patrimonio, el que heredamos de nuestros difuntos personales y de los ancestrales: los de la antigua Anáhuac. Como ave está presente cacalotl ‘cuervo’.

ð El retorno ozomahtli ‘mona’ nos hace ser del zihuatlanpa ‘hacia entre mujer’, el poniente, rumbo del color tlatlauhqui ‘enrojecido’, rumbo de Xipeh Totec ‘dueño de sexo, nuestro protector’, manifestación de nuestro «instinto de placer», de nuestra identidad «yo eros», mismo que al madurar se convierte en nuestra «nupcialidad», la poderosa fuerza instintiva que nos impele a unirnos de manera permanente con alguien de sexo complementario al nuestro, para convivir en armonía cotidiana y proteger de manera permaente a los hijos de dicha unión. Es rumbo femenino, lo que nos hace ser acogedores de las propuestas ajenas. Por ser ozomahtli ‘mona’, somos dados a ser juguetones, traviesos, siempre “en buena onda”, no nos nace ser destructivos. Por también ser Xöchipilli ‘hijo florido’ y Zenteötl ‘fuerza armonizante que unifica’, nos inspira actuar de manera graciosa, propiciadora de la unidad con nuestros semejantes.

ð La dualidad macuilli ozomahtl ‘cinco mona’ nos inspira desprendernos de todo aquello que no está apegado a nuestra «autoexigencia ética», así somos protectores efectivos de nuestro entorno, nos comportamos de manera juguetona, para despertar lo hermoso, lo que une. En esta quinta «casa» nos corresponde la identidad nocturna de Zenteötl ‘fuerza armonizante que unifica’ lo cual nos hace ser inspiradores de unidad.

Ü síntesis: en el ilhuitl ‘retorno’ macuilli ozomahtli ‘cinco mona’ nos nace ser éticos, propiciadores de unidad, alegres, despreocupados, actitud que propicia ser unificantes.

Sexta Casa:chicoaze malinalli ‘seis esparto’

Inicio: 18:43 del jueves 17 de noviembre de 2016. Fin: 18:43 del viernes 18 de noviembre de 2016.

ð El numeral chicoaze ‘seis’ nos llega con Mictlantecuihtli ‘protector de entre difunto’ como identidad diurna, lo cual nos hace ser protectores de aquello que constituye nuestro patrimonio, material y cultural, el que recibimos de nuestros difuntos, también nos llega con la identidad nocturna de Chalchiuhtlicue ‘esmeralda su falda’, el agua que se autopurifica mientras escurre río abajo, lo cual nos inspira para renovar nuestros prinpios éticos, para fortalecer nuestra «verdad ética». Como ave acompañante se presente itzchicuahtli ‘lechuza obsidiana’.

ð El retorno malinalli ‘esparto’ llega del huitztlanpa ‘hacia entre espina’, el sur, el rumbo del color xoxouhqui ‘azul celeste’, rumbo de Huitzilopochtli ‘zurdo colibrizado’, nuestra «impetridad», lo que nos hace lograr aquello que deseamos, al mismo tiempo que protegemos lo ajeno. Es rumbo masculino, por lo que nos corresponde ser emprendedores y activos. Por ser malinalli ‘esparto’, somos dados a cambiar, a modificar todo aquello que sentimos que debe renovarse. Por también ser Pahtecatl ‘de entre hierba curativa’ ejercemos una influencia sanante en nuestro entorno, nuestras manos son tranquilizantes.

ð La dualidad chicoaze malinalli ‘seis esparto’ nos hace protectores de nuestro patrimonio, renovadores de nuestra ética, cambiando todo aquello que ya no sentimos acorde con nuestra «verdad ética», lo cual nos hace ejercer una influencia benéfica en quienes nos rodean, fortaleciendo su salud. En esta sexta «casa» nos hace ser Mictlantecuihtli ‘protector de entre difunto’, lo cual refuerza la identidad diurna del numeral chicoaze ‘seis’, haciéndonos más protectores de nuestro patrimonio heredado.

Ü síntesis: en el ilhuitl ‘retorno’ chicoaze malinalli ‘seis esparto’ nos nace ser protectores de nuestro patrimonio cultural y material que heredamos, cambiando aquello que nos lo impide.

Septima Casa:chicome acatl ‘siete cañavera’

Inicio: 18:43 del viernes 18 de noviembre de 2016. Fin: 18:43 del sábado 19 de noviembre de 2016.

ð El numeral chicome ‘siete’ trae como identidad diurna a Zenteötl ‘esencia armonizante que unifica’, esta identidad nos impele a descubrir la armonía entre lo que se manifiesta en espacio y tiempo con nuestro instinto de placer y pervivencia, así, nos hacemos inspiradores de quienes nos rodean para unir nuestra voluntades, para armonizarnos. Al también llegar con la identidad nocturna de Tlazolteötl ‘fuerza armonizante de basura’, nos nace examinar nuestro comportamiento reciente para descubrir cómo renovarnos éticamente, para abandonar comportamientos no armonizantes. Como volante está presente tizapapalotl ‘mariposa blanca’, esto manifiesta una transfiguración esencial, como la mariposa que deja de arrastrarse por el suelo para echarse al aire a volar. Esto nos hace sentir necesidad de cambiar nuestra esencia, de sufrir una metamorfosis.

ð El retorno acatl ‘cañavera’ es del rumbo tlahuilcopa ‘hacia la luz’, el oriente, el rumbo del color cozauhqui ‘amarillo’, el rumbo de Quetzalcohuatl ‘gemelo precioso, gemelo potente’, nuestra identidad «yo género», manifestación de nuestro «instinto de pervivencia», mismo que al madurar plenamente nos hace vivir sintiendo pertenencia colectiva, la cual nos inspira un compromiso irrefrenable de hablarcon la verdad, de proteger lo cierto en todo momento. Por vivir un rumbo femenino en este retorno día noche nos complace acoger aquello que proponen quienes nos rodean y hacerlo nuestro, para incorporarlo a nuestras propias ideas y darles más solidez, mayor congruencia. Por ser acatl ‘cañavera’ sentimos una gran necesidad de conocer, de descubrir los secretos de nuestro entorno. Por también ser Tezcatl ipoca ‘espejo su esplender’, nos inspira comportarnos éticamente, de proteger lo vivo en todo momento.

ð La dualidad chicome acatl ‘siete cañavera’ es muy fuerte, nos hace descubrir la concordancia entre nuestra percepción de nuestro entorno, nuestro aquí y ahora, y nuestro sentir placer y deseo de pervivencia, esto propicia tanto la unión con quienes nos rodean cuanto la fuerza interna para lograr éxito en lo que nos proponemos. En esta séptima «casa» asumimos como identidad interna a Chalchiuhtlicue ‘esmeralda su falda’, que nos propicia el autopurificarnos éticamente, a transfigurarnos para hacernos protectores de lo vivo.

Ü síntesis: el ilhuitl ‘retorno’ chicome acatl ‘siete cañavera’ nos trae una gran energía renovadora de nuestra ética, lo cual se manifiesta como unión con los demás y como logro de nuestros propósitos.

Octava Casa:chicoyei ozelotl ‘ocho ocelote’

Inicio: 18:43 del sábado 19 de noviembre de 2016. Fin: 18:43 del domingo 20 de noviembre de 2016.

ð El numeral chicoyei ‘ocho’ llega con la identidad diurna de Tlaloc ‘licor fecundante de la tierra’, lo cual nos hace inspirantes para que quienes nos rodean expresen sus ideas con palabras, es decir, somos fecundantes de las ideas de otros. Como identidad nocturna nos asumimos como Tepeyollohtli ‘corazón de montaña’, lo cual nos impele a descubrir nuestra verdad interna, nuestro sentir profundo ante nuestro entorno, para armonizar ambos: nuestra percepción del entorno y nuestos instintos de placer y pervivencia. Esta identidad nocturna puede manifestarse en forma de sueños reveladores de descubrimientos importantes ma nuestra convivencia armonizante. Como ave está presente itzcuauhtli ‘aguila obsidiana’, el emblema nacional de México y de Anáhuac, que nos hace volar alto y descubrir cosas que nos habían pasado desapercibidas.

ð El retorno ozelotl ‘ocelote’ es del mictlanpa ‘hacia entre difunto’, el norte, el rumbo del color yayauhqui ‘negruzco’, el rumbo de Tezcatl ipoca ‘espejo su esplender, espejo su emanar’, nuestra «identidad ética», manifestación de nuestro instinto de espacio, de nuestro «yo cuerpo», lo que nos impira para proteger lo vivo. Por ser rumbo masculino mostramos una gran iniciativa en los asuntos que nos incumben. Al ser ozelotl ‘ocelote’, nos comportamos con cautela, con temor reservado, esperando el momento de dar el zarpazo para lograr nuestro objetivo. Por también ser Tlazolteötl ‘fuerza armonizante de basura’, sentimos inspiración para reconsiderar nuestro comportamiento ético a fin de renovar aquello que no nos parece apegado a nuestros principios éticos.

ð La dualidad chicoyei ozelotl ‘ocho ocelote’ nos hace cautelosos en nuestro actuar, inspiradores de otros para encontrar su verdad, para renovarse internamente en todo aquello que se refiere a la ética. Esta octava «casa» llega con la identidad nocturna de Tlazolteötl ‘fuerza armonizante de basura’ con lo que se refuerza nuestro afán renovador de nuestra actuación ética.

Ü síntesis: la energía del ilhuitl ‘retorno’ chicoyei ozelotl ‘ocho ocelote’ nos hace propiciadores de que los demás encuentren su verdad y se automejoren, esto porque predicamos con el ejemplo.

Novena Casa:chiconahui cuauhtli ‘nueve águila’

Inicio: 18:43 del domingo 20 de noviembre de 2016. Fin: 18:43 del lunes 21 de noviembre de 2016.

ð El numeral chiconahui ‘nueve’ posee como indentidad diurna a Quetzalcohuatl ‘gemelo precioso’, nuestra identidad humana, nuestra identidad genómica, la que nos hace sentir una fuertes pertenencia cósmica con nuestros congéneres. Como acompañante nocturno está presente Tlaloc ‘licor fecundante de la tierra’, lo que nos hace inspiradores de los demás para que germinen sus ideas y las compartan en forma de palabras. El ave presente es chalchiuhtotolin ‘guajolota de jade’, lo cual inspira autosacrificio, esta identidad nos hace descubrir nuestros errores de comportamiento a través de autocastigo.

ð El retorno cuauhtli ‘águila’ pertenece al zihuahtlanpa ‘hacia entre mujeres’, el poniente, rumbo del color tlatlauhqui ‘enrojecido’, rumbo de Xipeh Totec ‘dueño de sexo, nuestro protector’, manifestación de nuestro instinto de placer, de nuestra identidad «yo eros», eso que al madurar nos hace desear unirnos a alguien de sexo complementario para disfrutar sensorialmente: con la vista, con el oído, con el olfato, con el tacto y con el gusto, es decir nuestra «nupcialidad», que también nos inspira la necesidad de proteger a nuestros hijos y a los más jóvenes. Por ser cuauhtli ‘águila’, sentimos deseos de espacios libres, de ver las cosas cotidianas desde una perspectiva elevada. Por también ser Xipeh Totec ‘dueño de sexo, nuestro protector’, somos dados a disfrutar sensorialmente.

ð La dualidad chiconahui cuauhtli ‘nueve águila’ nos hace ser solidarios con nuestros semejantes, inspiradores de confianza para que nos hablen de sus ideas, nos inspira tomar perspectiva para ver lo cotidiano desde gran altura, para disfrutar eróticamente. Esta novena «casa» nos trae como identidad nocturna a Tepeyollohtli ‘corazón de montaña’, lo que nos hace reflexivos, buscando dentro de nosotros la «verdad» del momento que vivimos en nuestro aquí.

Ü síntesis: el ilhuitl ‘retorno’ chiconahui cuauhtli ‘nueve águila’ nos hace solidarios, al tiempo que introspectivos, buscamos placer sensorial, erótico.

Decima Casa:mahtlactli cozcacuahtli ‘diez quebrantahuesos’

Inicio: 18:43 del lunes 21 de noviembre de 2016. Fin: 18:43 del martes 22 de noviembre de 2016.

ð El numeral mahtlactli ‘diez’ tiene únicamente compañero diurno Tezcatl ipoca ‘espejo su esplender’, identificado con la constelación llamada Osa Menor, donde se ubica la estrella polar del norte, asumir esta identidad nos hace comportarnos con estricto apego a la ética, a proteger lo vivo. No llega acompañante nocturno. El ave presente es el tecolotl ‘buho’, que nos hace caviar durante la noche.

ð El retorno cozcacuauhtli ‘quebrantahuesos’ es del huitztlanpa ‘hacia entre espina’, el sur, rumbo del color xoxouhqui ‘azul celeste’, el rumbo de Huitzilopochtli ‘lector seguidor del camino del colibrí’, nuestra voluntad logradora, nuestra «impetridad», manifestación de nuestro «yo mente», de nuestro «instinto de tiempo», lo cual nos inspira para manejar oportunamente el tiempo para lograr aquello que nos proponemos, siempre protegiendo lo que pertenece a otros. Es rumbo masculino, lo cual nos hace activos, emprendedores. Por ser cozcacuauhtli ‘quebrantahuesos’ somos dados a investigar los asuntos que nos ocupan para descubrir su esencia, así como esta ave rompe los huesos de los animales de que se alimenta para comerse la médula. Por también ser Itzpapalotl ‘mariposa de obsidiana’, recibimos energía nocturna para descubrir aquello que queremos saber.

ð La dualidad mahtlactli cozcacuauhtli ‘diez quebrantahuesos’ nos hace asumir una personalidad de investigación profunda de nuestro comportamiento ético, lo cual nos hace descubrir una mejor manera de comportarnos, más acorde con nuestros principios éticos. En esta décima «casa» asumimos como identidad nocturna a Tlaloc ‘licor fecundador de la tierra’, lo cual nos hace inspiradores de los demás para que se expresen, para que convieran en palabras todo aquello que piensan.

Ü síntesis: este ilhuitl ‘retorno’ mahtlactli cozcacuauhtli ‘diez quebrantahuesos’ nos hace asumir una identidad muy exigente con nuestro comportamiento, encontramos como apegarnos a la ética.

Undécima Casa:mahtlactlihuan ze olin ‘once movida’

Inicio: 18:43 del martes 22 de noviembre de 2016. Fin: 18:43 del miércoles 23 de noviembre de 2016.

ð El numeral mahtlactlihuan ze ‘once’ siempre tiene como identidad diurna a Yohualtecuihtli ‘protector nocturno’, nombre de las tres estrellas que forma el palo horizontal del mamalhuaztli ‘instrumento barrenador’, que los europeos nombran cinturón de la constelación de Orión, esto nos hace influir éticamente a nuestros compañeros, amigos, vecinos y familiares. El ave presente es el alotl ‘guacamaya’

ð El retorno olin ‘movida’ pertenece al tlahuilcopa ‘hacia la luz’, el oriente, rumbo del cozauhqui ‘amarillo’, rumbo de Quetzalcohuatl ‘gemelo precioso, gemelo potente’, nuestra identidad genómica, que nos inspira un fuerte sentimiento de pertenencia a nuestros congéneres, identidad que nos hace ser sinceros, a decir lo que es cierto. Es rumbo femenino, por lo cual asumimos una actitud receptiva, acogedora de las propuestas de otros, mismas que hacemos propias para fortalecerlas con las nuestras. Por ser olin ‘movida’, somos inquietos, no nos detenemos en nuestras tareas cotidianas, somos incansables, buscando completar nuestro compromiso. Por también ser Xolotl ‘acompañantes’ nos comportamos serviciales, apoyadores de los demás.

ð La dualidad mahtlactlihuan ze olin ‘once movida’ nos hace ser protectores de los demás, solidarios, incansables en nuestra colaboración con otros. En esta undécima «casa» nos asumimos como Xiuhtecuihtli Tletl ‘fuego protector de hierba’, lo cual nos hace sentir deseos de proteger lo nuevo, lo que inicia, para protegerlo, para ayudarle a culminar.

Ü síntesis: este ilhuitl ‘retorno’ mahtlactlihuan ze olin ‘once movida’ nos induce a ser protectores de los demás, a proteger aquello que se inicia, activos colaboradores con nuestros semejantes.

Decimosegunda Casa:mahtlactlihuan ome tecpatl ‘doce pedernal’

Inicio: 18:43 del miércoles 23 de noviembre de 2016. Fin: 18:43 del jueves 24 de noviembre de 2016.

ð El numeral mahtlactlihuan ome ‘doce’ llega con sólo identidad diurna, Tlahuizcalpantecuihtli ‘protector de la alborada’, que es el planeta Venus en su fase de lucero de la mañana, por lo cual manifestamos una visión adelantada de los acontecimientos, los percibimos antes de ocurrir. No llega identidad nocturna. El ave presente es quetzaltototl ‘pájaro verdeazul’, llamado quetzal, que no puede vivir en cautiverio.

ð El retorno tecpatl ‘pedernal’ llega del rumbo mictlanpa ‘hacia entre difunto’, el norte, el rumbo del color yayauhqui ‘negruzco’, rumbo de Tezcatl ipoca ‘espejo su esplender, espejo su emanar’, nuestra conciencia ética, manifestación madura de nuestro «instinto de espacio», de nuestra identidad «yo cuerpo», que nos hace irradiar protección hacia lo vivo. Por ser rumbo maculino somos activos, emprendedores. Por ser tecpatl ‘pedernal’, somos muy dados a investigar con agudeza cualquier cosa que llama nuestra atención. Por también ser Chalchiutotolin ‘guajolota de jade’, somos dados a exigir de nosotros una entrega total, sin límite, que nos exige el reconocimiento de nuestras equivocaciones por medio del autocastigo, a veces muy doloroso.

ð La dualidad mahtlactlihuan ome tecpatl ‘doce pedernal’ nos hace adelantarnos a los acontecimientos, viendo llegar nuestros erroes antes de que los cometamos, por lo cual mejoramos nuestro comportamiento ético, aun a costa de nuestro autosacrificio, de una exigencia que nos lleva a vencernos a nosotros mismos. Esta penúltima «casa» llega con la identidad nocturna de Itztli ‘obsidiana’, lo cual nos impele a cortar de tajo todo aquello que no cumple con nuuestra exigencias éticas.

Ü síntesis: este ilhuitl ‘retorno’ mahtlactlihuan ome tecpatl ‘doce pedernal’ nos hace ser muy estrictos con nuestro comportamiento ético, cortando con anticipación aquello que no es ético.

Trecena Casa:mahtlactlihuan yei quiyahuitl ‘trece lluvia’

Inicio: 18:43 del jueves 24 de noviembre de 2016. Fin: 18:43 del viernes 25 de noviembre de 2016.

ð El numeral mahtlactlihuan yei ‘trece’ trae únicamente acompañante diurno, que es Zitlalin icue ‘estrella su falda’, la fuerza femenina del universo, también llamada Omezihuatl ‘mujer dual’, lo que nos inspira para ser engendradores de las cosas. No hay identidad nocturna con este retorno día noche. El ave presente es el toznenetl ‘loro amarillo’.

ð El retorno quiyahuitl ‘lluvia’ pertenece al zihuatlanpa ‘hacia entre mujer’, el poniente, rumbo del color tlatlauhqui ‘enrojecido’, el rumbo de Xipeh Totec ‘dueño de sexo, nuestro protector’, manifestación de nuestro instinto de placer, de nuestra identidad «yo eros», misma que al madurar se hace nuestra «nupcialidad», esa fuerza cósmica que nos hace buscar a alguien de sexo complementario para convivir disfrutando continuamente con la vista, con el oído, con el olfato, con el tacto y con el gusto y para también proteger a los hijos. Es rumbo femenino, lo cual nos hace ser acogedores de propuestas ajenas para unirlas a las nuestras de manera armoniosa. Por ser quiyahuitl ‘lluvia’ somos cambiantes, lo mismo que la lluvia, que a veces es mero rocío y a veces es tormenta, pero siempre beneficiando a quienes conviven con nosotros.

ð La dualidad mahtlactlihuan yei quiyahuitl ‘trece lluvia’ nos hace disfrutar, nos trae una manera de ser benéfica, engendradora de cosas buenas para todos, de abundancia colectiva. En esta trecena «casa» nos identificamos con Piltzintecuihtli ‘protector niño precioso’, el sol naciente, lo que nos hace ser inspiradores de otros para que descubran la belleza del entorno irradiando su luz.

Ü síntesis: el ilhuitl ‘retorno’ mahtlactlihuan yei quiyahuitl ‘trece lluvia’ es muy placentero, nos inspira para manifestarnos como lluvia refrescante, como sol naciente que descubre los colores.

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