Ze Atl Tonalpohualli

ze atl ‘uno agua’,

Inicio: 00:43 del viernes 19 de mayo de 2017. Fin: 00:43 del jueves 1 de junio de 2017.

Tlacatzin Stivalet Corral

 

Borbonicus_17-ze-atl

Amoxtli Huitzilopochtli – Ze Atl (Códice Borbónico Lám. 17).

 

El caxtoltetl ihuan ome machiyotl ‘decimoséptimo signo’ es de ahmo cualli tonalli ‘no buena energía natal’, chictlapantli, chictlapantica, ixquich cualli, ixquich ahmo cualli ‘”campechano”, “campechaneado”, todo bueno, todo no bueno’. El ilhuicapohtzintli ‘compañero celeste’ de este trecenario es Tezcatl ipoca ‘espejo su espllender, espejo su emanar’, en su advocación de Chalchiuhtotolin ‘totol precioso’, lo cual señala que hay que hacer autosacrificio para armonizar todo aquello que nos impide cada día proteger lo vivo, proteger lo cierto, proteger lo ajeno, proteger lo débil y proteger lo armonioso. Esto implica recordar los rechazos ajenos en el pasado por los cuales guardamos reconcomio, rencor rumiado, en nuestro corazón. Al armonizar nuestro corazón adquirimos la fuerza cósmica de Tezcatl ipoca ‘espejo su esplender, espejo su emanar’ y lo observamos viviendo todos los días zan cualli tonalli ‘únicamente buena energía natal’. En la antigua Anáhuac, en este trecenario se le celebraba su fiesta a Chalchiuhtlicue ‘esmeralda su falda’. Esto hace los trece días sean como un río, que a veces se mueve hacia un lado y a veces hacia el lado opuesto, es decir, la energía es cambiante.

Primera Casa: ze atl ‘uno agua’

Inicio: 00:43 del viernes 19 de mayo de 2017. Fin: 00:43 del sábado 20 de mayo de 2017.

ð El numeral ze ‘uno’ llega con la identidad diurna de Xiuhtecuihtli Tletl ‘fuego protector de hierba’, protector del tiempo, y con la identidad nocturna de Huehueteötl ‘pupila antigua’, nombre alterno para el fuego. Esto simboliza el comienzo. En el principio del tiempo ocurrió el zencah huei cueponcayotl ‘muy grande tronido’, el gran estruendo que dio origen al universo hace 9,000 millones de años. El ave que acompaña al ze ‘uno’ es el nexhuitzilin ‘colibrí cenizo’

ð El retorno atl ‘agua’ pertenece al tlahuilcopa ‘hacia la luz’, el oriente, rumbo del cozauhqui ‘amarillo oro’, rumbo de Quetzalcohuatl ‘gemelo precioso’, nuestro instinto de pervivencia, mismo que al madurar se manifiesta en nosotros como sentimiento de pertenencia colectiva, lo cual nos imspira amor por nestros amigos y por todos nuestros semejantes. Es un rumbo femenino, por lo cual nos mostramos acogedores de las propuestas de otros. Por ser atl ‘agua’ somos muy adaptables, muy necesarios para los demás, como el agua lo es para nosotros, ya que tenemos que reponer dos litros del contenido de nuestro cuerpo: 73 por ciento del total de nuestro cuerpo es agua. También somos Xiuhtecuihtli Tletl ‘fuego protector de hierba’, lo cual nos da mayor fuerza para iniciar asuntos.

ð La dualidad ze atl ‘uno agua’ nos hace ser adaptables pero también iniciantes, el difrasismo atl-tlachinolli ‘agua-quemazón’ representa la vida, también se dice que simboliza la guerra, es decir, energía en movimiento. Esta primera «casa» tiene como presencia nocturna a Itztli ‘obsidiana’, otra advocación de Tezcatl ipoca ‘espejo su esplender’, lo cual refuerza la exigencia de un comportamiento ético..

Ü síntesis: El ilhuitl ‘ciclo día noche’ ze atl ‘uno agua’ nos trae fuerza iniciante y adaptabilidad, es muy propicio para trabajar en asuntos que tienen que ver con nuestras convicciones éticas.

Segunda Casa: ome itzcuintli ‘dos perro’

Inicio: 00:43 del sábado 20 de mayo de 2017. Fin: 00:43 del domingo 21 de mayo de 2017.

ð El numeral ome ‘dos’ nos trae como identidad a Tlaltecuihtli ‘protector terreno’, que es la fuerza del universo en la Tierra, ya que tlalli ‘tierra’ es lo mismo que zitlalli ‘estrella’, solo que ésta está lejana. Cuando alguien desea asegurar a los demás la verdad de lo que dice: come tierra. Esto afirma que la palabra que se dice es cósmica, por lo tanto, es cierta. También está presente Itztli ‘obsidiana’, una advocación de Tezcatl ipoca ‘espejo su esplender’, quien significa nuestras convicciones éticas, lo cual refuerza nuestra acción certera, cósmica. El ave presente es quetzalhuitzilin ‘colibrí precioso’.

ð El retorno itzcuintli ‘perro’ pertenece al mictlanpa ‘hacia entre difunto’, el norte, rumbo del iztac ‘blanco’, rumbo del yayauhqui ‘negruzco’, rumbo de Tezcatl ipoca ‘espejo su esplender’, nuestra conciencia ética, manifestación de nuestro instinto de espacio, de nuestra identidad «yo cuerpo», que nos exige cada día proteger lo vivo, lo cierto, lo ajeno, lo débil y lo armonioso. Es un rumbo masculino, por lo cual nos mostramos impetuosos, iniciantes. Por ser itzcuintli ‘perro’, en este ciclo día noche somos muy amigables, muy dispuestos a hacer amigos, pero también muy sensibles a los malos tratos, lo cual nos hace ser agresivos. También somos Mictantecuihtli ‘protector de entre difunto’ y Mictlanzihuatl ‘mujer de entre difunto’, lo cual nos hace ser muy considerados con nuestros difuntos, quizás recordándolos en sueños, quizás trabajando en nuestras tradciones ancestrales.

ð La dualidad ome itzcuintli ‘dos perro’ nos imbuye de un espíritu protector, siempre centrado en lo correcto, en lo vertical, en lo que se apega a nuestras convicciones éticas más sentidas. En esta segunda «casa» nos llega la identidad nocturna a Piltzinteötl ‘pupila niño precioso’, el sol naciente, lo cual nos permite inspirar a otros para descubrir el colorido de nuestro entorno.

Ü síntesis: en el retorno ome itzcuintli ‘dos perro’ nos manifestamos muy apegados a nuestros principios éticos, muy deseosos de proteger a nuestros amigos: fortaleciendo su ética.

Tercera Casa: yei ozomahtli ‘tres mona’

Inicio: 00:43 del domingo 21 de mayo de 2017. Fin: 00:43 del lunes 22 de mayo de 2017.

ð El numeral yei ‘tres’ nos induce la identidad diurna de Chalchiuhtlicue ‘esmeralda su falda’, el agua que nace pura en la caverna de la montaña y que corre por los ríos autopurificándose, haciendo que en nosotros ocurra otro tanto, como identidad nocturna asumimos la identidad de Piltzinteötl ‘pupila hijo precioso’, nombre del sol naciente, lo cual nos hace iluminar el entorno para que los demás descubran su esplendoroso colorido. Como ave está presente cuixin ‘milano’.

ð El retorno ozomahtli ‘mona’ es del zihuatlanpa ‘hacia entre mujer’, el poniente, el rumbo del tlatlauhqui ‘rojo’, rumbo de Xipeh Totec ‘dueño de sexo, nuestro protector’, también llamado Tlatlauhqui Tezcatl ipoca ‘rojo del espejo su esplender’, nuestro instinto de placer que, cuando ya maduró, se manifiesta como nuestra «nupcialidad», lo que nos hace potentes para contraer nupcias. Es rumbo femenino, por lo cual nos mostramos acogedores de lo que proponen otros. Por se ozomahtli ‘mona’ somos muy bromistas, muy dados a jugar con los demás. Al también ser Xochipilli ‘hijo florido’ y Zenteötl ‘fuerza armonizante que unifica’, nuestro comportamiento inspira a unirse en torno a lo bello.

ð La dualidad yei ozomahtli ‘tres mona’ nos inspira para ser alegres, juguetones, pero propiciando que los demás descubran la belleza de nuestro entorno, para que actúen éticamente y, de esa manera, se popicie la unificación. Esta tercera «casa» asumimos la identidad nocturna de Zenteötl ‘fuerza armonizante que unifica’, con lo cual se incrementa nuestra fuerza para inspirar unidad en nuestro entorno.

Ü síntesis: En este ciclo día noche yei ozomahtli ‘tres mona’ asumimos una personalidad despreocupada y alegre, que propicia la unión con nuestros semejantes a través de la rectitud ética.

Cuarta Casa: nahui malinalli ‘cuatro esparto’

Inicio: 00:43 del lunes 22 de mayo de 2017. Fin: 00:43 del martes 23 de mayo de 2017.

ð El numeral nahui ‘cuatro’ posee como identidad diurna a Tonatiuh ‘va irradiando’, el sol, también conocido como Ipalnemohuani ‘por quien se vive’, que nos hace ser protectores de la permanencia de lo que vive, como identidad nocturna está Zenteötl ‘fuerza armonizante que unifica’, lo cual nos hace imbuir en los demás una fuerza armonizante que los hace buscar la unidad, esto se manifiesta como la necesidad de comportamiento ético. Como ave está presente zolin ‘codorniz’.

ð El retorno malinalli ‘esparto’ trae al rumbo huitztlanpa ‘hacia entre espina’, el sur, del color xoxouhqui ‘azul’, rumbo de Huitzilopochtli ‘zurdo colibrizado’, nuestra «voluntad logradora», nuestra «vocación profesional», manifestación de nuestro instinto de tiempo. Es rumbo masculino, lo cual nos da empuje para iniciar acciones. Por ser malinalli ‘esparto’, somos dados al cambio, a la renovación, al cambio de opinión, esto como consecuencia de la reflexión. Como también somos Pahtecatl ‘de entre hierba sanadora’, imbuimos en los demás fuerza vital, lo cual les hace restaurar su «vitalidad».

ð La dualidad nahui malinalli ‘cuatro esparto’ nos hace activos, como el sol, que cada día se mantiene en su lugar para que la Tierra cumpla con su trabajo y así prospere todo lo vivo, a través de la fotosíntesis. Esta firmeza de carácter es la que propicia la unidad. En esta cuarta «casa» nos trae como identidad nocturna a Mictlantecuihtli ‘protector de entre difuntos’, que es el sol cuando está iluminando la otra parte de la tierra, esto nos hace sentir deseo de proteger el patrimonio que nos fue legado por nuestros ancestros, familiares o anahuacas.

Ü síntesis: Este ilhuitl ‘ciclo día noche’ nahui malinalli ‘cuatro esparto’ nos hace irradiar vitalidad, lo cual propicia la unidad de quienes conviven con nosotros con nuestros difuntos.

Quinta Casa: macuilli acatl ‘cinco cañavera’

Inicio: 00:43 del martes 23 de mayo de 2017. Fin: 00:43 del miércoles 24 de mayo de 2017.

ð El numeral macuilli ‘cinco’ nos trae la identidad diurna de Tlazolteötl ‘fuerza armonizante de la basura’, que nos imbuye el deseo de renovar aquello que ya fue usado, de lo que perdió su fuerza vital, como identidad nocturna nos llega Mictlantecuihtli ‘protector de entre difunto’, lo cual nos inspira el deseo de proteger el legado de nuestros difuntos, nuestro patrimonio patrio. Como ave está cacalotl ‘cuervo’

ð El retorno acatl ‘cañavera’ es del tlahuilcopa ‘hacia entre la luz’, el oriente, rumbo del cozauhqui ‘amarillo dorado’, rumbo de Quetzalcohuatl ‘gemelo precioso’, nuestro instinto de pervivencia, que se manifiesta como nuestra «amicidad», que nos genera un sentimiento de pertenencia colectiva con nuestros congéneres. Es rumbo femenino, por lo cual nos mostramos serviciales con quienes nos rodean en este ciclo día noche. Por ser acatl ‘cañavera’ somos muy ávidos de absorber conocimientos, se nos agudiza nuestra inteligencia, nos mostramos muy analíticos, muy cuidadosos al evaluar nuestros objetivos personales. Al también ser Tezcatl ipoca ‘espejo su esplender’, asumimos una visión muy estricta en cuanto al apego a nuestros principios éticos más sentidos, más profundos.

ð La dualidad macuilli acatl ‘cinco cañavera’ nos hace muy perceptivos de aquello que ya no sirve, de lo que perdió su fuerza vital, de lo que se alejó de nuestros principios éticos, de lo que se apartó de nuestro patrimonio ancestral, se nos agudiza la percepción de las fallas éticas con espírito de renovación, lo cual nos hace analíticos de nuestras acciones, para reintegrarlas a lo ético. Esta quinta «casa» nos genera la identidad de Chalchiuhtlicue ‘esmeralda su falda’, el agua que se purifica en las cavernas de las montañas y que, al correr en los ríos, se va purificando continuamente, lo cual nos induce a renovarnos éticamente.

Ü síntesis: El ilhuitl ‘retorno’ macuilli acatl ‘cinco cañavera’, nos imbuye un fuerte deseo de trabajar en el sentido ético de lo que nos ocupa, lo cual nos hace renovarnos éticamente.

Sexta Casa: chicoaze ozelotl ‘seis ocelote’

Inicio: 00:43 del miércoles 24 de mayo de 2017. Fin: 00:43 del jueves 25 de mayo de 2017.

ð El numeral chicoaze ‘seis’ nos infunde la identidad diurna de Mictlantecuihtli ‘protector de entre difunto’, que es el sol cuando permanece oculto a nuestra vista, cuando está ‘entre nuestros difuntos’, protegiéndolos; así nos comportamos nosotros en este ciclo día noche: protegiendo el legado de nuestros difuntos. Como identidad nocturna nos asumimos como Chalchiuhtlicue ‘esmeralda su falda’, que es el agua que corre horizontalmente autopurificándose de manera continua mientras avanza en su recorrido hacia el mar. El ave presente con este numeral es itzchicuahtli ‘lechuza obsidiana’.

ð El retorno ozelotl ‘ocelote’ pertenece al mictlanpa ‘hacia entre difunto’, el norte, rumbo del color yayauhqui ‘negruzco’, rumbo al que pertenece Yayauhqui Tezcatl ipoca ‘negruzco del espejo su esplender’, nuestro instinto de espacio, nuestra identidad «yo cuerpo», donde se aloja nuestra «vitalidad», eso que nos hace sentir necesidad de un comportamiento apegado a la ética: el respeto a lo vivo, el respeto a lo cierto, el respeto a lo ajeno, el respeto a lo débil y el respeto a lo armonioso. Es un retorno de rumbo masculino, por lo que mostramos gran iniciativa, gran ímpetu para actuar de manera independiente, siempre con apego a lo ético. Por ser ozelotl ‘ocelote’, somos muy cautelosos para lograr nuestros objetivos, también somos dados a actuar durante la noche. También somos Tlazolteötl ‘fuerza armonizante de la basura’, lo cuan nos impele a renovarnos, se entiende que éticamente.

ð La dualidad chicoaze ozelotl ‘seis ocelote’ nos imbuye el deseo de trabajar para conservar el patrimonio que recibimos de nuestros ancestros, eso que en lengua nahua se llama totlatqui, topiyaliz ‘nuestro patrimonio, nuestro resguardo’, al hacerlo estamos garantizando nuestra propia continuidad. La protección es renovándonos éticamente, cuidando el comportamiento ético cuando esta acción incluy a otros. En esta sexta «casa» asumimos la identidad nocturna de Tlazolteötl ‘fuerza renovadora de la basura’, lo cual nos inspira para regenerar aquellos principios éticos con los cuales ya no estamos de acuerdo: por haber avanzado en nuestro crecimiento ético.

Ü síntesis: el ilhuitl ‘retorno’ chicoaze ozelotl ‘seis ocelote’ nos infunde deseos de autoconocimiento, lo cual nos hace renovarnos éticamente, dejando atras aquello que nos ha dejado de convencer.

Séptima Casa: chicome cuauhtli ‘siete aguila’

Inicio: 00:43 del jueves 25 de mayo de 2017. Fin: 00:43 del viernes 26 de mayo de 2017.

ð El numeral chicome ‘siete’ llega acompañado externamente de Zenteötl ‘fuerza armonizante que unifica’, lo cual nos da fuerza interior para inspirar sentimiento de pertenencia en quienes conviven con nosotros, propiciando la unificación colectiva. Como acompañante interno nos llega Tlazolteötl ‘fuerza armonizante de basura’, la fuerza que convierte los desechos orgánicos en composta, así nos comportamos nosotros en este ciclo día noche: nos renovamos éticamente. El ave que está presente es tizapapalotl ‘mariposa blanca’.

ð El retorno cuauhtli ‘águila’ es del zihuahtlanpa ‘hacia entre mujeres’, el poniente, rumbo del tlatlauhqui ‘rojo’, rumbo de Xipeh Totec ‘dueño de sexo, nuestro protector’, nuestro instinto de placer, nuestro «yo eros», donde se aloja nuestra «nupcialidad» que al estar madura, a los 30 años de edad, nos hace sentir la necesidad permanente de pertenencia a una persona de sexo complementario. Es rumbo femenino, lo cual nos hace ser complacientes con los demás. Por ser cuauhtli ‘águila’ sentimos necesidad de volar alto, de ver las cosas desde una perspectiva elevada, se nos agudiza el sentido de la vista, lo cual nos hace descubrir aquello que, siendo muy importante, había permanecido oculto a nuestros ojos. También somos Xipeh Totec ‘dueño de sexo, nuestro protector’, lo cual nos imbuye el deseo de disfrutar sensorialmente: con la vista, con el oído, con el olfato, con el tacto y con el gusto.

ð La dualidad chicome cuauhtli ‘siete águila’ nos inspira “altos vuelos”, con lo cual descubrimos la manera de lograr la unificación con quienes nos rodean, desechando aquellos comportamientos que no se apegan a nuestras convicciones éticas más profundas, siempre disfrutando, siempre como descubrimiento de nuestro ser interno, de nuestro sentir más genuino, más sincero. En esta séptima «casa» nos identificamos internamente con Tepeyollohtli ‘corazón de montaña’, lo cual nos impele a descubrir nuestro sentir más genuino.

Ü síntesis: el ilhuitl ‘retorno’ chicome cuauhtli ‘siete águila’ nos genera una gran fuerza interna que proviene del descubrimiento de nuestro «yo», lo cual nos unifica con nuestro entorno.

Octava Casa: chicoyei cozcacuauhtli ‘ocho quebrantahuesos’

Inicio: 00:43 del viernes 26 de mayo de 2017. Fin: 00:43 del sábado 27 de mayo de 2017.

ð El numeral chicoyei ‘ocho’ tiene como identidad externa a Tlaloc ‘licor fecundante de la tierra’, lo que nos imbuye de fuerza interna para propiciar que quienes nos rodean expresen con palabras su pensar, como identidad interna está presente Tepeyollohtli ‘corazón de montaña’, lo cuan nos inspira un encuentro con nuestro ser interno, con nuestro corazón, para descubrir nuestra percepción profunda de nuestro entorno y de nuestros genuinos deseos de acción. Como ave está presente itzcuauhtli ‘aguila obsidiana’, el emblema nacional de Anáhuac y de México.

ð El retorno cozcacuauhtli ‘quebrantahuesos’ es del huitztlanpa ‘hacia entre espina’, el sur, rumbo del xoxouhqui ‘azul’, rumbo de Huitzilopochtli ‘zurdo colibrizado’, nuestra voluntad logradora, nuestro «yo mente», manifestación de nuestro instinto de tiempo. Es rumbo masculino, por lo cual nos interesa ser actuantes, emprendedores. Por ser cozcacuauhtli ‘quebrantahuesos’ nos interesa encontrar la esencia de los asuntos en curso, la médula. Al también ser Itzpapalotl ‘mariposa obsidiana’, durante la noche, inspiramos a los demás para que vean lo importante de las cosas, precisamente eso que únicamente se percibe con el corazón.

ð La dualidad chicoyei cozcacuauhtli ‘ocho quebrantahuesos’ nos hace inspiradores de los demás para que expresen el sentir más profundo de sus corazones, para que cada uno de quienes conviven con nosotros descubra la verdad de su corazón, que perciba la esencia de su propia realidad y que actúe en consecuencia. En esta octava «casa» está presente Tlaloc ‘licor fecundante de la tierra’ como identidad nocturna, lo cual nos hace inspiradores de ideas en los demás, quienes verbalizan su sentir más profundo.

Ü síntesis: Este ilhuitl ‘retorno día noche’ nos hace inspiradores de palabras en los demás, quienes sienten necesidad de expresar a otros lo que su corazón percibe de su entorno: para generar acción.

Novena Casa: chiconahui olin ‘nueve movida’

Inicio: 00:43 del sábado 27 de mayo de 2017. Fin: 00:43 del domingo 28 de mayo de 2017.

ð El numeral chiconahui ‘nueve’ llega siempre con la identidad diurna de Quetzalcohuatl ‘gemelo precioso’, nuestra identidad humana, lo cual nos inpira ser solidarios con nuestros congéneres, la identidad nocturna presente es Tlaloc ‘licor fecundante de la tierra’, lo cual nos hace inducir en los demás el deseo de expresar con palabras su sentir profundo, en este caso de solidaridad colectiva. El ave presente es chalchiuhtotolin ‘totol precioso’, que nos genera el deseo de trabajo para bien colectivo.

ð El retorno olin ‘movida’ es del tlahuilcopa ‘hacia entre la luz’, el oriente, rumbo del cozauhqui ‘amarillo dorado’, el rumbo de Quezalcohuatl ‘gemelo precioso’, nuestro instinto de pervivencia que, cuando ya ha madurado, se manifiesta como un fuerte sentimiento de solidaridad, de pertenencia colectiva. Es rumbo femenino, por lo cual nos mostramos deseosos de complacer a quienes se acercan a nosotros con alguna solicitud. Por ser olin ‘movida’ sentimos el impulso de activarnos, de completar nuestro trabajo, de no parar hasta el final. También somos Xolotl ‘acompañante’, por lo cual somos muy compañeros, muy solidarios con quienes convivimos, hacemos propios sus problemas y sus alegrías.

ð La dualidad chiconahui olin ‘nueve movida’ nos hace instigar en los demás un fuerte espíritu de pertenencia mutua, que nos hace solidarios de los demás para hacer nuestras alegrías y problemas, somos muy activos, nos interesa avanzar en nuestra tarea cotidiana, como el sol en su trabajo de estar firme para que la tierra pueda girar sobre su eje y así permitirnos completar nuestra tarea cotidiana. En esta «casa» se manifiesta nocturnamente Xiuhtecuihtli Tletl ‘fuego protector de hierba’, lo cual nos ispira el deseo de empezar algún proyecto que ya habíamos madurado.

Ü síntesis: al todos ser chiconahui olin ‘nueve movida’ sentimos muchos deseos de trabajar con nuestros semejantes, de ser solidarios en la acción, de completar proyectos, de iniciar proyectos colectivos.

Décima Casa: mahtlactli tecpatl ‘diez pedernal’

Inicio: 00:43 del domingo 28 de mayo de 2017. Fin: 00:43 del lunes 29 de mayo de 2017.

ð El numeral mahtlactli ‘diez’ se presenta con la identidad diurna de Tezcatl ipoca ‘espejo su esplender’, nuestra conciencia ética, lo que nos inspira a actuar de acuerdo a nuestras convicciones más firmes, a comportarnos con verticalidad, con honradez. No existe presencia nocturna con este numeral. El ave presente es el tecolotl ‘buho’, ave nocturna de grandes ojos y mirada penetrante.

ð El retorno tecpatl ‘pedernal’ pertenece al mictlanpa ‘hacia entre difunto’, el norte, rumbo del yayauhqui ‘negruzco’, rumbo de Yayauhqui Tezcatl ipoca ‘negruzco del espejo su humear’, nuestra conciencia ética, manifestación adulta de nuestro «yo cuerpo», consecuencia de nuestro instinto de espacio. Es rumbo masculino, en consecuencia nos llenamos de deseo de acción, de actitud emprendedora. Ser tecpatl ‘pedernal’, por ser éste originador de fuego, de luz, nos imbuye de un espíritu de búsqueda, de investigación, de esclarecimiento de las cosas, para conocer su esencia, su origen. También somos Chalchiutototlin ‘totola de jade’, por lo cual sentimos necesidad de esforzarnos más allá de nuestras fuerzas para merecer el logro de nuestros deseos, para ser dignos de los resultados que buscamos.

ð La dualidad mahtlactli tecpatl ‘diez pedernal’ nos induce a descubrir todo aquello que más se apega a nuestras convicciones éticas, para actuar de manera recta, para que nuestras acciones sean guiadas por la verticalidad, por la honradez, lo cual incluye el deseo de esforzarnos para merecer aquello que deseamos. La «casa» número diez nos trae la identidad nocturna de Itztli ‘obsidiana’, con lo cual se agudiza nuestro deseo de conocimiento de las causas de aquello que ocurre en nuestro vivir diario.

Ü síntesis: El ilhuitl ‘retorno’ mahtlactli tecpatl ‘diez pedernal’ nos induce a investigar para descubrir el comportamiento recto, apegado a la ética, para actuar en consecuencia.

Undécima Casa: mahtlactlihuan ze quiyahuitl ‘once lluvia’

Inicio: 00:43 del lunes 29 de mayo de 2017. Fin: 00:43 del martes 30 de mayo de 2017.

ð El numeral mahtlactlihuan ze ‘once’ posee como identidad diurna a Yohualtecuihtli ‘protector nocturno’, nombre de las tres estrellas que forman el palo horizontal del Mamalhuaztli ‘instrumento de movimiento rotatorio’ usado para generar fuego, mismas que los europeos identifican como cinturón de la costelación que ellos llaman Orión. Su energía se manifiesta entre las once de la noche y las tres de la mañana. No existe compañero nocturno. El ave presente es alotl ‘papagayo’.

ð El retorno quiyahuitl ‘lluvia’ pertenece al zihuatlanpa ‘hacia entre mujer’, el poniente, rumbo del tlatlauhqui ‘enrojecido’, rumbo de Tlatlauhqui Tezcatl ipoca ‘enrojecido el espejo su esplender’, nombre alterno de Xipeh Totec ‘dueño de sexo, nuestro protector’, manifestación adulta de nuestro instinto de placer, nuestro «yo eros», nuestra «nupcialidad», eso que nos induce a comprometernos de manera permanente con alguien de sexo complementario al nuestro. Es rumbo femenino, por lo cual somos muy serviciales con los demás. Por ser quiyahuitl ‘lluvia’ manifestamos un carácter cambiante, podemos variar de la lluvia refrescante que hace germinar las semillas a la tormenta más fuerte, esa que arremete contra lo que está mal cimentado. También somos Tonatiuh ‘va irradiando’, nombre nahua del sol, lo cual nos hace protectores, propiciadores de las acciones de nuestros compañeros de trabajo.

ð La dualidad mahtlactlihuan ze quiyahuiti ‘once lluvia’ nos hace inspiradores de vida, protectores de los demás, quienes se imbuyen de ganas de realizar acciones placenteras, propiciadoras de lo vivo. Esta onceava «casa» asumimos la identidad nocturna de Piltzinteötl ‘pupila niño precioso’, con lo cual inspiramos a quienes conviven con nosotros a descubrir el colorido de nuestro entorno.

Ü síntesis: en este ilhuitl ‘retorno’ somos tanto protectores del comportamiento de quienes conviven con nostros cuanto inspiradores para que descubran el colorido de lo vivo y se imbuyan de él.

Duodécima Casa: mahtlactlihuan ome xöchitl ‘doce flor’

Inicio: 00:43 del martes 30 de mayo de 2017. Fin: 00:43 del miércoles 31 de mayo de 2017.

ð El numeral mahtlactlihuan ome ‘doce’ nos llega con la identidad diurna de Tlahuizcalpantecuihtli ‘protector de la alborada’, Venus en su fase de lucero de la mañana, lo cual nos hace adelantarnos a los acontecimientos, antes de que ocurra algo ya lo percibimos. No trae compañero nocturno. El ave presente en este retorno es quetzaltototl ‘pájaro precioso’, el quetzal, ave que no soporta vivir en cautiverio.

ð El retorno xöchitl ‘flor’ pertenece al huitztlanpa ‘hacia entre espina’, el sur, rumbo del color xoxouhqui ‘azul celeste’, rumbo de Huitzilopochtli ‘zurdo colibrizado’, nuestra voluntad logradora, manifestación madura de nuestro «yo mente», proveniente de nuestro instinto de tiempo. Es rumbo masculino, por lo cual nos nace ser emprendedores, actuantes. Por ser xöchitl ‘flor’ nos inspiramos para completar eso que estamos trabajando, para cerrar el ciclo que está en curso. Por también ser Xöchiquetzalli ‘preciosidad florida’, nos esforzamos por concluir hermosamente eso que estamos en proceso de terminar.

ð La dualidad mahtlactlihuan ome xöchitl ‘doce flor’ es un día que nos permite visualizar un final hermoso para aquello en que estamos trabajando. En esta undécima «casa» nos hace asumir la identidad nocturna de Zentecuihtli ‘protector de lo que une’, lo cual hace que los demás se imbuyan de fuerza para contribuir a la unidad colectiva.

Ü síntesis: en este ilhuitl ‘retorno’ nos llenamos de fuerza interna para ver anticipadamente un hermoso final para lo que hacemos colectivamente, para unificarnos con nuestros compañeros.

Decimotercera Casa: mahtlactlihuan yei zipactli ‘trece caimana’

Inicio: 00:43 del miércoles 31 de mayo de 2017. Fin: 00:43 del jueves 1 de junio de 2017.

ð El numeral mahtlactlihuan yei ‘trece’ únicamente tiene identidad diurna, Zitlalin icue ‘estrella su falda’, que es la fuerza femenina de todas las estrellas juntas forman el universo. No hay identidad nocturna. El ave presente es el toznenetl que el diccionario traduce como “loro pequeño” y que aparece en el Códice Borbónico como un loro amarillo.

ð El retorno zipactli ‘iguana’ pertenece al tlahuilcopa ‘hacia la luz’, el oriente, rumbo del cozauhqui ‘amarillo dorado’, rumbo de Quetzalcohuatl ‘gemelo precioso’, nuestro instinto de pervivencia que, cuando madura, nos hace descubrir la fuerza de nuestra pertenencia colectiva. Es rumbo femenino, por lo cual nos mostramos muy receptivos ante los demás, dispuestos a escuchar su palabra. Por ser zipactli ‘iguana’ tenemos mucho ánimo para iniciar asuntos y proyectos, se nos facilita empezar aquello que hemos soñado con vehemencia. Por también ser Tonacatecuihtli ‘protector de abundancia’ y Tonacazihuatl ‘señora de abundancia’ este retorno día noche es propicio para iniciar aquello que nos dará abundancia de nutrientes.

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