Ze Ehecatl Tonalpohualli

ze ehecatl ‘uno viento’,

Inicio: 00:43 del jueves 1 de junio de 2017. Fin: 00:43 del miércoles 14 de junio de 2017.

Tlacatzin Stivalet Corral

Borbonicus_18-ze-ehecatl

Amoxtli Huitzilopochtli – Ze Ehecatl (Códice Borbónico Lám. 18).

Este caxtoltetl ihuan yei machiyotl ‘signo dieciocho’, tiene como acompañante a Quetzalcohuatl ‘gemelo precioso, gemelo potente’, nuestro instinto de pervivencia que se manifiesta en nosotros como sentimiento de pertenencia colectiva, como solidaridad con nuestros semejantes, como vocación política. También está presente Chantico ‘donde se hace hogar’, cuyo nombre calendárico es chiconahui itzcuintli ‘nueve perro’, representa el «trabajo interno» que se hace para uno convertirse en yaoquizqui ‘guerrero’, para forjar su carácter. En el códice Borbónico aparece Chantico sentada sobre un icpalli ‘sillón de respaldo’ ataviada en su espalda con los elementos atl, tlachinolli ‘agua, quemazón’ entrecruzados, algo que se suele identificar con disenciones y guerra, aunque en realidad aquí aparece florido el fuego, lo cual sugiere que se refiere a Xiuhtecuihtli Tletl ‘fuego protector de hierba’, el fuego que inicia la vida, por esto mismo, lo que resulta más lógico es pensar que el atl tlachinolli ‘agua, quemazón’ significa la realización del «trabajo interno». que llevan a cabo los yaoquizqueh ‘guerreros’ en total aislamiento, a oscuras y en ayono. Esto es reforzado por el atuendo que aparece en la cabeza del guerrero que aparece enfrente de Chantico ‘donde se hace hogar’, dentro de un recinto rojo y amarillo, que en su cabeza muestra un penacho de dos plumas saliendo de manera divergente de una cinta roja, dando la impresión de un ixcuailpiloni ‘ceñidor de cabeza’. Quienes nacen en este trecenario, se dice que serán temacpalihtotiqueh ‘decidores con las manos’, pudiéndose transformar en diversos animales, es decir serían “encantadores”. Según Sahagún usaban sus “encantamientos” para robar. También se dice que quienes nacen en esta trecena tendrán medios de vida suficientes. En el presente, en nuestro Sexto Sol de Anahuac ‘junto a agua, cerca de agua, donde se armoniza pensamiento’ tenemos que reconocer a quienes nacen en este signo como futuros guerreros que se forjarán por propio esfuerzo para convertir en realidad sus deseos propios, para lo cual serán capaces de liberarse de las ataduras que les dejaron los momentos de desamor de sus padres y sus mayores.

Primera Casa: ze ehecatl ‘uno viento’

Inicio: 00:43 del jueves 1 de junio de 2017. Fin: 00:43 del viernes 2 de junio de 2017.

ð El numeral ze ‘uno’ llega con la identidad del fuego, durante el día somos Xiuhtecuihtli Tletl ‘fuego protector de hierba’, el fuego de lo vivo’, durante la noche somos Huehueteötl ‘pupila antigua’, el fuego originador del universo, que permanece desde el momento de la huel chicahuac cueponcayotl ‘bien fuerte explosión’ ocurrida hace 9,000 millones de años. El ave presente es nexhuitzilin ‘colibrí cenizo’.

ð El retorno ehecatl ‘viento’ pertenece al mictlanpa ‘hacia entre difunto’, el norte, rumbo del yayauhqui ‘negruzco’, rumbo de Tezcatl ipoca ‘espejo su esplender’, nuestra conciencia ética, manifestación de nuestro instinto de espacio, nuestra identidad «yo cuerpo». Es rumbo masculino, por lo cual nos hacemos emprendedores, audaces. Por ser ehecatl ‘viento’, somos muy dados a ayudar a otros a cumplir con su tarea, como el viento ayuda a las nubes a producir lluvia en lugares precisos. También somos Quetzalcohuatl ‘gemelo precioso’, por lo cual somos muy solidarios con nuestros semejantes, se nos despierta el sentimiento de pertenencia colectiva.

ð La dualidad ze ehecatl ‘uno viento’ nos hace sentir inspiración para iniciar aquello que nos ayuda colectivamente, para acciones políticas de embergadura, generadas por convicción, no por interéz mezquino. En esta primera «casa» asumimos la identidad nocturna de Chalchiuhtlicue ‘esmeralda su falda’, nombre del agua que mana de la montaña, del agua que se limpió en las cavernas, que “se hizo” a sí misma, como lo hacen los guerreros para adquirir la fortaleza iniciática.

Ü síntesis: el ilhuitl ‘retorno día noche’ ze ehecatl ‘uno viento’ nos renueva internamente, nos imbuye de sentimiento de fortaleza interna para trabajar para nuestros semejantes, nos da convicción política.

Segunda Casa: ome calli ‘dos casa’

Inicio: 00:43 del viernes 2 de junio de 2017. Fin: 00:43 del sábado 3 de junio de 2017.

ð El numeral ome ‘dos’ nos llega con la identidad diurna de Tlaltecuihtli ‘protector de tierra’, que nos induce a asumir la identidad de la Tierra en su identidad masculina, como protectores cósmicos de nuestro entorno, lo cual nos hace ser veraces en grado sumo, nuestra palabra es verdadera, sabia. La identidad nocturna que nos llega con este numeral es la de Itztli ‘obsidiana’, lo cual nos inspira para descubrir aquello que está fuera de la ética y cortarlo de manera definitiva. El ave presente en este retorno es quetzalhuitzilin ‘colibrí precioso’.

ð El retorno calli ‘casa’ pertenece al zihuatlanpa ‘hacia entre mujer’, el poniente, rumbo del color tlatlauhqui ‘enrojecido’, rumbo de Xipeh Totec ‘dueño de sexo, nuestro protector’, nuestro instinto de placer que, al haber madurado, se manifiesta como nuestra «nupcialidad», la fuerza instintiva que nos impele a contraer un compromiso permanente con una persona de sexo complementario al nuestro. Es rumbo femenino, por lo que sentimos complacencia ante las solicitudes de los demás, siempre respondemos de manera solícita: accediendo. Por ser calli ‘casa’, sentimos deseos de permanecer en nuestro hogar, de reunirnos con nuestra familia, de encerrarnos a reflexionar. También somos Tepeyollohtli ‘corazón de montaña’, lo cual nos hace buscar en nuestro ser interno, a dialogar con nuestro propio corazón para descubrir nuestros sentimientos profundos sobre lo que nos ocupa cotidianamente a fin de encontrar el rumbo a seguir en nuestras acciones.

ð La dualidad ome calli ‘dos casa’ nos aporta una búsqueda interna de verdad, de apego a la ética, para ser fuertes, y así dar protección a quienes dependen de nosotros. En esta segunda «casa» asumimos la identidad interna de Tlazolteötl ‘fuerza armonizante de basura’, es decir, la fuerza renovadora de lo que ya sirvió, de lo que ya ofrendó su esencia, esta identidad nos ayuda a descubrir aquellos comportamientos propios que ya dejaron de ser convincentes, eso que debe ser renovado, revitalizado.

Ü síntesis: Este ilhuitl ‘retorno’ ome calli ‘dos casa’ nos imbuye de deseos de encontrarnos a nosotros mismos, de descubrir nuestro sentir profundo para renovarnos, para sacar lo mejor de nosotros.

Tercera Casa: yei cuetzpalli ‘tres lagarto’

Inicio: 00:43 del sábado 3 de junio de 2017. Fin: 00:43 del domingo 4 de junio de 2017.

ð El numeral yei ‘tres’ tiene como identidad externa a Chalchiuhtlicue ‘esmeralda su falda’, que agua que se autopurifica en la montaña y mana con gran limpidez para correr horizontalmente en forma de ríos, lo cual nos induce a hacer lo propio, a fortalecer nuestras convicciones éticas: a respetar lo vivo, a respetar lo cierto, a respetar lo ajeno, a respetar lo débil, a respetar lo armonioso. La identidad interna del yei ‘tres’ es Piltzinteötl ‘pupila niño precioso’, lo cual nos hace iluminar nuestro entorno para que los demás descubran su colorido. El ave presente es cuixin ‘milano’.

ð El retorno cuetzpalin ‘lagartijo’ pertenece a huitztlanpa ‘hacia entre espina’, el sur, rumbo del color xoxouhqui ‘azul celeste’, rumbo de Huitzilopochtli ‘zurdo colibrizado’, nuestra voluntad logradora, nuestro «yo mente», manifestación madura de nuestro instinto de tiempo. Es rumbo masculino, lo cual nos incita a ser activos, emprendedores. Por ser cuetzpalli ‘lagartijo’ somos muy activos, lo cual nos facilita el alimento, también somos muy dados a ejercitar nuestra sexualidad, misma que se activa en este retorno, especialmente la masculina. Al también ser Huehuecoyotl ‘coyote viejo’, nos interesan las actividades placenteras, especialmente las que se relacionan con la música.

ð La dualidad yei cuetzpalli ‘tres lagartijo’ nos trae deseos de comportarnos éticamente, pero también de disfrutar de los placeres, en especial los sexuales, lo cual se propicia por ser inspiradores del descubrimiento del colorido de nuestro entorno. En esta tercera «casa» está presente Tepeyollohtli ‘corazón de montaña’, como identidad interna, lo cual nos hace buscar nuestro sentir profundo, en este caso respector a los placeres en general y al sexo en particular.

Ü síntesis: al ser todos yei cuetzpalli ‘tres lagartijo’ manifestamos una gran actividad, dentro de lo ético, pero es un tiempo propicio para el disfrute de actividades placenteras, en especial, las sexuales.

Cuarta Casa: nahui cohuatl ‘cuatro serpiente’

Inicio: 00:43 del domingo 4 de junio de 2017. Fin: 00:43 del lunes 5 de junio de 2017.

ð El numeral nahui ‘cuatro’ es muy fuerte, como identidad diurna nos hace ser Tonatiuh ‘va irradiando’, nombre nahua del sol, esto nos convierte en protectores de los demás, como identidad nocturna somos Zenteötl ‘fuerza armonizante que unifica’, con lo cual ejercemos una influencia oculta que propicia la unión, la armonía, el acercamiento. Como ave está presente zolin ‘codorniz’.

ð El retorno cohuatl ‘serpiente’ llega con el rumbo tlahuilcopa ‘hacia entre luz’, el oriente, el rumbo del color cozauhqui ‘amarillo dorado’, rumbo de Quetzalcohuatl ‘gemelo precioso’, manifestación madura de nuestro instinto de pervivencia, nuestro «yo género», eso que nos hace sentir lealtad hacia nuestros demejantes. Es rumbo femenino, por lo cual sentimos deseos de ser complacientes con otros, manifestamos una actitud de receptividad. Por ser cohuatl ‘serpiente’, en este retorno día noche somos muy titubeantes, muy dados a cambiar de opinión, aunque sin olvidar nuestro objetivo, mismo que permanece firme en nuestro corazón. Al también ser Chalchiuhtlicue ‘esmeralda su falda’ y Chalchiuhtonal ‘energía preciosa’ somos dados a buscar en nuestro ser interno aquello que deseamos conocer, este ciclo día noche nos falcilita el descubrimiento de lo oculto.

ð La dualidad nahui cohuatl ‘cuatro serpiente’ nos hace ser protectores de nuestro entorno, ofreciendo una protección oculta a nuestros semejantes, somos muy adaptables, pero siempre avanzando hacia este objetivo de protección. La cuarta «casa» nos hace asumir la identidad nocturna de Tlaloc ‘licor fecundante de la tierra’, lo cual nos hace propiciar que quienes nos rodean expresen con palabras su pensamiento.

Ü síntesis: El ilhuitl ‘retorno’ nahui cohuatl ‘cuatro serpiente’ nos hace ser protectores, siempre adaptándonos a las circunstancias, nunca actuando con fuerza, sino con suavidad.

Quinta Casa: macuilli miquiztli ‘cinco muerte’

Inicio: 00:43 del lunes 5 de junio de 2017. Fin: 00:43 del martes 6 de junio de 2017.

ð El numeral macuilli ‘cinco’ llega con la identidad diurna de Tlazolteötl ‘fuerza armonizante de la basura’, lo cual nos hace trabajar sobre lo ya agotado, sobre lo que ya ofrendó su fuerza vital, para renovarnos, para recuperar nuestro ímpetu vital. Como identidad nocturna nos llega Mictlantecuihtli ‘protector de entre difunto’, con lo cual somos muy dados a trabajar con el legado de quienes ya se nos adelantaron en morir. Como ave está presente cacalotl ‘cuervo’.

ð El retorno miquiztli ‘muerte’ pertenece al mictlanpa ‘hacia entre difunto’, el norte, el rumbo del color yayauhqui ‘negruzco’, el rumbo de Tezcatl ipoca ‘espejo su esplender’, nuestro «yo cuerpo», que se manifiesta como nuestra identidad ética, eso que nos hace respetar lo vivo, lo cierto, lo ajeno, lo débil y lo armonioso. Es rumbo masculino, lo cual nos activa, no hace ser emprendedores. Por ser miquiztli ‘muerte’, sentimos deseos de cerrar ciclos ya agotados, de terminar con lo que ya no ofrece futuro, para permitir el inicio de nuevos ciclos, de nuevas etapas en nuestro vivir. Por también ser Tecziztecatl ‘de entre caracoles’ y Metztli ‘luna’, somos dados a dejarnos llevar por lo que llega, así como los océanos fluyen de acuerdo a la luna.

ð La dualidad macuilli miquiztli ‘cinco muerte’ nos trae el deseo de renovación profunda, de trabajar en lo que ya completó su ciclo, para abandonar aquello que no nos aporta vida, para permitir el nacimiento de nuevas cosas. Esta quinta «casa» nos impele a asumir la identidad nocturna de Xiuhtecuihtli Tletl ‘fuego protector de hierba’, lo cual nos imbuye de fuerza para iniciar acciones importantes.

Ü síntesis: en el ilhuitl ‘retorno’ macuilli miquiztli ‘cinco muerte’ iniciamos cambios profundos, renovando aquello que ya dejó de aportar vida, replanteando nuestras convicciones éticas.

Sexta Casa: chicoaze mazatl ‘seis venada’

Inicio: 00:43 del martes 6 de junio de 2017. Fin: 00:43 del miércoles 7 de junio de 2017.

ð El numeral chicoaze ‘seis’ trae la identidad diurna de Mictlantecuihtli ‘protector de entre difunto’, lo cual nos hace necesario trabajar en el legado de nuestros difuntos para resguardarlo, para revitalizarlo, para asumirlo como propio. Como identidad nocturna nos llega Chalchiuhtl icue ‘esmeralda su falda’, la fuerza femenina del agua, de la que nace purificada en las montañas y corre horizontalmente hacia el mar, siempre autopurificándose. El ave presente es itzchicuahtli ‘lechuza obsidiana’.

ð El retorno mazatl ‘venada’ es del rumbo zihuatlanpa ‘hacia entre mujer’, el poniente, rumbo del color tlatlauhqui ‘enrojecido’, rumbo de Xipeh Totec ‘dueño de sexo, nuestro protector’, nuestro instinto de placer, nuestro «yo eros», mismo que al madurar se hace nuestra «nupcialidad», eso que nos impele a contraer nupcias. Es rumbo femenino, por lo que nos agrada ser complacientes con los demás. Por ser mazatl ‘venada’ somos muy perceptivos de nuestro entorno, siempre alertas a cualquier cosa que pueda amenazarnos, asimismo sentimos deseos de salir a espacios abiertos, a visitar la naturaleza. También somos Tlaloc ‘licor fecundante de la tierra’, con lo cual nos hacemos propiciadores de fecundar los pensamientos de quienes nos rodean, mismos que germinan como palabras.

ð La dualidad chicoaze mazatl ‘seis venada’ nos aporta una identidad protectora del legado de nuestros difuntos, siempre atentos a cualquier cosa que pueda dañarlo, siempre propiciando que germine de nuevo, para que florezca. Esta sexta «casa» nos infunde la identidad nocturna de Itztli ‘obsidiana’, con lo que somos dados a cortar aquello que ya dejó de apegarse a la ética, aquello que ya no coincide con nuestras convicciones más profundas.

Ü síntesis: en el ilhuitl ‘retorno’ chicoaze mazatl ‘seis venada’ somos muy activos para defender el legado colectivo de nuestros difuntos, alertas ante cualquier cosa que pueda dañarlo, para defenderlo.

Séptima Casa: chicome tochtli ‘siete conejo’

Inicio: 00:43 del miércoles 7 de junio de 2017. Fin: 00:43 del jueves 8 de junio de 2017.

ð El numeral chicome ‘siete’ llega con la identidad diurna de Zentecuihtli ‘protector de la unidad’, lo cual nos hace ser propiciadores de aquello que trae deseos de acercarmientos con los demás, de armonización colectiva. También somos Tlazolteötl ‘fuerza armonizante de la basura’, con lo cual nos interesa trabajar en lo que ya dejó de ser útil para la unidad colectiva, para renovar su vitalidad, para que de nuevo nos unifique. El ave presente es tizapapalotl ‘mariposa blanca’.

ð El retorno tochtli ‘conejo’ llega del huitztlanpa ‘hacia entre espina’, el sur, rumbo del color xoxouhqui ‘azul celeste’, rumbo de Huitzilopochtli ‘zurdo colibrizado’, nuestro instinto de tiempo, nuestro «yo mente», mismo que madura como nuestra voluntad logradora, como nuestra identidad vocacional. Es rumbo masculino, por lo cual nos mostramos emprendedores, acometedores. Por ser tochtli ‘conejo’, somos dados a actuar de manera inesperada, de nuestro entorno surgen cosas imprevistas: perjudiciales o benéficas. Por ser Meyahuel ‘fuente sagrada’ nos mostramos favorecedores de los demás, nutrientes.

ð La dualidad chicome tochtli ‘siete conejo’ nos llega con sorpresas que contribuyen a la unidad colectiva, en este ciclo día noche se superan fallas en la unidad, somos propiciadores de la renovación de la unidad con nuestros semejantes. En esta séptima «casa» asumimos la identidad nocturna de Piltzinteötl ‘pupila niño precioso’, por lo cual irradiamos hacia nuestro entorno para que los demás descubran la belleza de su entorno y se unan con otros.

Ü síntesis: este ilhuitl ‘retorno’ nos hace ser propiciadores de la unidad, descubriendo eso que estaba oculto, encontrando soluciones insospechadas a conflictos presentes en nuestro entorno.

Octava Casa: chicoyei atl ‘ocho agua’

Inicio: 00:43 del jueves 8 de junio de 2017. Fin: 00:43 del viernes 9 de junio de 2017.

ð El numeral chicoyei ‘ocho’ posee la identidad diurna de Tlaloc ‘licor fecundador de la tierra’, lo cual nos hace infundir en los demás la fuerza para que expresen sus pensamientos en forma de palabras. Como identidad nocturna somos Tepeyollohtli ‘corazón de montaña’, con lo que nos invade el deseo de encontrarnos a nosotros mismo, descubrir lo que propicia la vida. El ave presente es itzcuauhtli ‘águila obsidiana’, emblema nacional: de Anáhuac y de México.

ð El retorno atl ‘agua’ es del tlahuilcopa ‘hacia donde la luz’, el oriente, el rumbo del cozauhqui ‘amarillo dorado’, rumbo de Quetzalcohuatl ‘gemelo precioso’, nuestro instinto de pervivencia, nuestro «yo género», mismo que al madurar nos hace experimentar un profundo sentimiento de pertenencia colectiva, que nos hace ser leales, a decir siempre la verdad. Por ser rumbo femenino somos ocogedores de las ideas de otros. Por ser atl ‘agua’ este retorno día noche somos muy adaptables pero también muy persistentes, como la gota que perfora la piedra. También somos Xiuhtecuihtli Tletl ‘fuego protector de hierba’, esto nos hace vigorosos, deseosos de iniciar proyectos ya muy pensados, ya muy estructurados en nuestra mente.

ð La dualidad chicoyei atl ‘ocho agua’ nos hace ser fuertes para propiciar lo vivo, para descubrir en nuestro ser interno aquello que protege lo vivo, nos adaptamos a las circuntancias para favorecer lo vivo. Esta octava «casa» nos trae la identidad nocturna de Chalchiuhtl icue ‘esmeralda su falda’, lo cual nos impele a buscar aquello que no es limpio, que no es puro, para renovarlo, para revitalizarlo.

Ü síntesis: el ilhuitl ‘retorno’ chicoyei atl ‘ocho agua’ llega con suavidad para hacer descubrir en nuestro ser interno aquellas conductas que renuevan la unidad colectiva, que propician la lealtad.

Novena Casa: chiconahui itzcuintli ‘nueve perro’

Inicio: 00:43 del viernes 9 de junio de 2017. Fin: 00:43 del sábado 10 de junio de 2017.

ð El numeral chiconahui ‘nueve’ nos trae como identidad diurna a Quetzalcohuatl ‘gemelo precioso’, nuestra «identidad genómica», nuestra «amicidad», lo cual nos imbuye de un fuerte sentimiento de amistad que nos hace disfrutar de la compañía de nuestros amigos, al adoptar la identidad nocturna de Tlaloc ‘licor fecundante de la tierra’, también nos asumimos como inspiradores de quienes nos rodean para expresar su pensamiento. Como presencia volante está tizapapalotl ‘mariposa blanca’, imagen de nuestro mejor comportamiento ético.

ð El retorno itzcuintli ‘perro’ corresponde al mictlanpa ‘hacia entre difunto’, el norte, el rumbo del color yayauhqui ‘negruzco’, como la obsidiana, rumbo de Tezcatl ipoca ‘espejo su esplender’, nuestra identidad ética, manifestación de nuestro instinto de espacio, que busca protección para nuestro «yo cuerpo». Es rumbo masculino, por lo tanto nos comportamos de manera impetuosa, con gran iniciativa. Por ser itzcuintli ‘perro’ nos comportamos de manera muy amistosa, muy servicial, pero también reaccionamos con violencia ante quienes nos agreden. También somos Mictlatecuihtli ‘protector de entre difunto’ y Mictlanzihuatl ‘señora de entre difunto’, lo cual nos hace vivir nuestra identidad dual, masculino femenina, para proteger a nuestros difuntos, para proteger el patrimonio que nos legaron.

ð La dualidad chiconahui itzcuintli ‘nueve perro’ es un día muy armonizante, nos inspira para acercarnos a nuestros amigos, para inspirarles confianza, nos hace activos, emprendedores de acciones centradas en la ética, mismas que nos llevan a proteger el legado de nuestros difuntos. En esta novena «casa» nos corresponde asumir la identidad nocturna de Mictlantecuihtli ‘protector de entre difunto’, lo cual nos infunde deseo de proteger aquello que nos heredaron nuestros antepasados.

Ü síntesis: Este ilhuitl ‘retorno’ chiconahui itzcuintli ‘nueve perro’ nos acerca intensamente a nuestros antepasados, nos llena de amistad por quienes nos rodean y por nuestros difuntos.

Décima Casa: mahtlactli ozomahtli ‘diez mona’

Inicio: 00:43 del sábado 10 de junio de 2017. Fin: 00:43 del domingo 11 de junio de 2017.

ð El numeral mahtlactli ‘diez’ trae sólo identidad diurna, que es Tezcatl ipoca ‘espejo su humear’, nuestra identidad ética, lo cual nos instiga a sacar lo mejor de cada uno, a comportarnos con estricto apego a nuestras conviciones más sentidas. No se presenta identidad nocturna. Como volante está presente el tecolotl ‘buho’, animal nocturno de rapiña, con vista muy aguda.

ð El retorno ozomahtli ‘mona’ es del zihuatlanpa ‘hacia entre mujer’, el poniente, el rumbo del color tlatlauhqui ‘enrojecido’, el rumbo de Xipeh Totec ‘dueño de sexo, nuestro protector’, manifestación de nuestro instinto de placer, de nuestro «yo eros», mismo que madura como nuestra «nupcialidad», esa fuerza interna que nos impele a contraer un lazo permanente con alguien de sexo complementario, al teimpo que nos impele a proteger a quienes son más jóvenes que nosotros. Es rumbo femenino, motivo por el cual sentimos un gran placer al acoger las solicitudes de quienes nos rodean. Por ser ozomahtli ‘mona’, nos comportamos de manera relajada, juguetona, pero siempre teniendo en cuenta lo importante. También somos Xochipilli ‘hijo florido’ y Zenteötl ‘fuerza armonizante que unifica’, con lo cual propiciamos en nuestro entorno la aparición de actitudes unificantes.

ð La dualidad mahtlactli ozomahtli ‘diez mona’ se manifiesta en nosotros como deseo de juguetear, de propiciar con alegría la ética que unifica, eso que nos fortalece a cada uno y a la colectividad donde nos desempeñamos cotidianamente. En esta décima «casa» está presente Chalchiuhtlicue ‘esmeralda su falda’, como identidad nocturna, lo cual nos hace autopurificarnos éticamente.

Ü síntesis: en este ilhuitl ‘retorno día noche’ somos muy alegres, con lo cual inducimos en los demás el placer de comportarnos éticamente, así, todos contribuimos a fortalecer los lazos interpersonales.

Undécima Casa: mahtlactlihuan ze malinalli ‘once esparto’

Inicio: 00:43 del domingo 11 de junio de 2017. Fin: 00:43 del lunes 12 de junio de 2017.

ð El numeral mahtlactlihuan ze ‘once’ nos trae la identidad diurna de Yohualtecuihtli ‘protector nocturno’, nombre de las tres estrellas que forman el palo horizontal del mamalhuaztli ‘instrumento de horadación [para hace fuego]’, lo que los europeos conocen como cinturón de Orión. No nos trae identidad nocturna. El ave presente es alotl ‘guacamaya roja’.

ð El retorno malinalli ‘esparto’ pertenece al huitztlanpa ‘hacia entre espina’, el sur, rumbo del color xoxouhqui ‘azul’, rumbo de Huitzilopochtli ‘zurdo colibrizado’, nuestro instinto de tiempo, nuestra «voluntad logradora», eso que madura como nuestra «identidad vocacional», que nos hace enamorarnos de una única actividad profesional. Es rumbo masculino, por lo que nos nace ser originadores, emprendedores. Al ser malinalli ‘esparto’, sentimos deseos de renovación, de renacimiento, de abandonar aquello que ya agotamos, que ya ofrendamos en el pasado. Al también ser Pahtecatl ‘de entre planta curativa’ somos una influencia benéfica para quienes nos rodean, les inspiramos salud, vigor.

ð La dualidad mahtlactlihuan ze malinalli ‘once esparto’ llega a nosotros para imbuirnos de protección nocturna para lo que nos renueva, para lo que nos permite morir, para lo que nos permite renacer. La decimoprimera «casa» nos trae la identidad nocturna de Tlazolteötl ‘fuerza armonizante de basura’, lo cual nos hace ser renovadores de todo aquello que ya había cumplido su tarea, eso que había ofrendado.

Ü síntesis: Este ilhuitl ‘retorno’ nos hace protectores de renovación, es decir, hace que muramos para renacer, para revitalizarnos y revitalizar aquello que ya había sido utilizado antes.

Duodécima Casa: mahtlactlihuan ome acatl ‘doce cañavera’

Inicio: 00:43 del lunes 12 de junio de 2017. Fin: 00:43 del martes 13 de junio de 2017.

ð El numeral mahtlactlihuan ome ‘doce’ trae solo una identidad cósmica, que es Tlahuizcalpantecuihtli ‘protector de la alborada’, mismo que nos da la aptitud para adelantarnos a los acontecimientos, “vemos” los hechos antes de acontecer. No nos trae identidad nocturna. El ave presente es el quetzaltototl ‘pájaro precioso’, el ave de plumaje azul-verde llamado quetzal, misma que no soporte vivir en cautiverio.

ð El retorno acatl ‘cañavera’ llega del tlahuilcopa ‘hacia entre luz’, el oriente, rumbo del color cozauhqui ‘amarillo dorado’, rumbo de Quetzalcohuatl ‘gemelo precioso’, nuestro instinto de pervivencia, mismo que se vuelve nuestra «gemelidad», eso que nos genera un sentimiento de pertenencia colectiva, mismo que puede también ser llamado nuestra «amicidad». Es rumbo femenino, por lo cual somos muy serviciales, muy dados a responder con agrado a las solicitudes y propuestas de los demás. Por ser acatl ‘cañavera’ nos mostramos muy curiosos, muy dados a investigar aquello que nos llama la atención. Por también ser Tezcatl ipoca ‘espejo su esplender’, nos emerge un fuerte sentimiento ético, buscamos que nuestro comportamiento sea con estricto apego a nuestros principios sagrados.

ð La dualidad mahtlactlihuan ome acatl ‘doce cañavera’ nos hace pre cognitivos, es decir, intuimos los acontecimientos antes de que ocurran, nos adelantamos a lo que ocurrirá. Esto nos permite descubrir aquello que nos interesa, eso que nos inquieta, eso que nos causa miedo, eso que constituye alguna amenaza que no habíamos descubierto. Es posible que esta amenaza provenga de alguien que se aparta de la ética para atacarnos, alguien que nos traicione. Esta doceava «casa» nos trae la identidad interna de Tepeyollohtli ‘corazón de montaña’, lo cual refuerza nuestra aptitud para percibir nuestra verdad más profunda, para encontrar la verdad esencial de nuestro corazón, descubrir cómo realizar nuestra necesidad imperiosa de amar lo vivo, amar lo cierto, amar lo ajeno, amar lo débil y amar lo armonioso.

Ü síntesis: en el presente ilhuitl ‘retorno’ nuestro corazón se manifiesta de manera vigorosa para permitirnos descubrir acontecimientos que nos alerta de peligro por falta de apego a la ética.

Trecena Casa: mahtlactlihuan yei ozelotl ‘trece ocelote’

Inicio: 00:43 del martes 13 de junio de 2017. Fin: 00:43 del miércoles 14 de junio de 2017.

ð El numeral mahtlactlihuan yei ‘trece’ llega con la identidad diurna de Zitlalin icue ‘estrella su falda’, lo cual representa la presencia femenina del universo, misma que nos hace engedradores en grado sumo. No nos llega identidad nocturna. El ave presente con este numeral es toznenetl ‘loro amarillo’.

ð El retorno ozelotl ‘ocelote’ nos remite al mictlanpa ‘hacia entre difunto’, el norte, rumbo del color yayauhqui ‘negruzco’, rumbo de Tezcatl ipoca ‘espejo su esplender’, nuestro instinto de espacio, que nos permite descubrir nuestra identidad «yo cuerpo», que cuando madura se manifiesta como nuestra «conciencia ética», eso que nos impele a conducirnos siempre protegiendo lo vivo, lo cierto, lo ajeno, lo débil y lo armonioso. Es rumbo masculino, por lo que nos mostramos emprendedores. Por ser ozelotl ‘ocelote’ nos manifestamos cautelosos, sin mostrar nuestra intención, también tenemos tendencia a la actividad nocturna, como hace el ocelote. También somos Tlazolteötl ‘fuerza armonizante de basura’, por lo cual nos surge el deseo de restaurar el valor de nuestras convicciones éticas, restaurando lo dañado nuestros errores de comportamiento.

ð La dualidad mahtlactlihuan yei ozelotl ‘trece ocelote’ nos da una fuerza cósmica para restaurar nuestro comportamiento ético, para engendrar nuevos principios de conducta que renueven nuestra conducta social. Esta trecena «casa» nos trae la identidad nocturna de Tlaloc ‘licor fecundante de la tierra’, lo cual nos permite inducir en los demás el mismo espírito de renovación ética.

Ü síntesis: en el presente ilhuitl ‘retorno’ disponemos de la fuerza femenina del universo para renovar todo aquello de nuestro comportamiento que no se apega estrictamente a la ética.

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