Ze Ozomahtli Tonalpohualli

ze ozomahtli ‘uno mona’

Inicio: 00:43 del viernes 17 de noviembre 2017. Fin: 00:43 del jueves 30 de noviembre de 2017.

Tlacatzin Stivalet Corral

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Amoxtli Huitzilopochtli – Ze Ozomahtli (Códice Borbónico Lám. 11).

La dualidad ze ozomahtli ‘uno mona’ nos inspira para iniciar cualquier cosa que contribuya a disfrutar, a vivir con placer, con alegría, corresponde a la primera «casa» del undécimo trecenario, ze ozomahtli ‘uno mona’, femenino, nos llega del zihuahtlanpa ‘hacia entre mujeres’, el poniente, rumbo de Xipeh Totec ‘dueño de sexo, nuestro protector’, nuestro impulso a disfrutar, nuestro instinto de placer, mismo que al hacernos adultos nos permite capacitarnos para contraer nupcias, establecer una relación permanente con alguien del sexo complemenario. Al ser adultos perfectos sentimos deseo permanente de proteger a los menores de edad, sean o no nuestros hijos. Estos trece días asumimos la identidad de Pahtecatl ‘de entre planta curativa’, lo cual nos da fuerza para actuar benéficamente en la salud de quienes conviven con nosotros. La esencia de este trecenario es la armonización entre Xöchipilli ‘hijo florido’ y Zenteötl ‘fuerza armonizante que unifica’, por lo cual disfrutamos los trece días, al mismo tiempo que propiciamos la unidad con quienes convivimos. Este signo nos inspira descubrir la esencia de nuestro entorno, para propiciar acciones placenteras que lleven a la unidad. En estos trece días nuestra palabra siempre propicia la unidad con nuestro entorno, cortando con todo aquello que nos aparta de un comportamiento estricto.

Primera Casa: ze ozomahtli ‘uno mona’

Inicio: 00:43 del viernes 17 de noviembre 2017. Fin: 00:43 del sábado 18 de noviembre de 2017.

ð El numeral ze ‘uno’ tiene como acompañante al fuego, externamente como Xiuhtecuihtli Tletl ‘fuego protector de hierba’, internamente como Huehueteötl ‘pupila antigua’, el fuego primigenio del universo. Ambos se unen para iniciar, para hacer que empiece la existencia. Como ave está presente el nexhuitzilin ‘colibrí cenizo’.

ð El retorno ozomahtli ‘mona’ pertenece al zihuatlanpa ‘hacia entre mujer’, el oriente, el rumbo del color rojo, de Xipeh Totec ‘dueño de sexo, nuestro protector’, representación de nuestro instinto de placer sensorial: visual, auditivo, olfativo, gustativo y táctil. Por ser rumbo femenino, somos muy receptivos, muy complacientes con los demás. Por ser ozomahtli ‘mona’ manifestamos inclinación hacia la diversión y la alegría, nuestro comportamiento se hace juguetón, pero amistoso. Por también ser Xöchipilli ‘hijo florido’ y Zenteötl ‘fuerza armonizante que unifica’ somos propiciadores de lo que es hermoso, de lo qeu nos unifica con todo nuestro entorno: en especial con los vegetales.

ð La dualidad ze ozomahtli ‘uno mona’ nos inspira para iniciar cualquier cosa que contribuya a disfrutar, a vivir con placer, con alegría. En esta primera «casa» nos asumimos internamente como Mictlanteötl ‘fuerza armonizante de entre difunto’, por lo cual sentimos la protección de quienes ya fallecieron.

Ü síntesis: en este ilhuitl ‘retorno’ ze ozomahtli ‘uno mona’ nos predispone para el inicio de actividades agradables, placenteras, reconfortantes, benéficas para nostros y para quienes nos rodean.

Segunda Casa: ome malinalli ‘dos cañavera’

Inicio: 00:43 del sábado 18 de noviembre 2017. Fin: 00:43 del domingo 19 de noviembre de 2017.

ð El numeral ome ‘dos’ tiene como identidad diurna a Tlaltecuihtli ‘protector terreno’, la fuerza masculina de la tierra, la tierra como perteneciente al cosmos, lo que nos da a los humanos es misma fuerza protectora del universo, como identidad interna está Itztli ‘obsidiana’ un nombre alterno de Tezcatl ipoca ‘espejo su esplender’, nuestra identidad ética. El ave presente es quetzalhuitzilin ‘colibrí verdazul’.

ð El retorno malinalli ‘esparto’ es del rumbo del sur, huitztlanpa ‘hacia entre espina’, el rumbo de color azul, el rumbo de Huitzilopochtli ‘zurdo colibrizado’, nuestra voluntad logradora, rumbo masculino, por lo que aflora nuestra parte masculina y nos mostramos activos. El ser malinalli ‘esparto’, sentimos un gran deseo de renovación, de desechar lo caduco, lo anacrónico, para re nacer. También somos Pahtecatl ‘de entre planta curativa’, por lo que ejercemos una influencia de sanación para los demás.

ð La dualidad ome malinalli ‘dos esparto’ nos da la fortaleza de la tierra para cortar con lo éticamente muerto para permitir una renovación de nuestro comportamiento, para una ética más vertical. Esta segunda «casa» trae la identidad nocturna de Chalchiuhtlicue ‘esmeralda su falda’, por lo que arrastramos sin proponérnoslo todo aquello que está mal cimentado éticamente, con lo cual se fortalece la energía presente en este retorno.

Ü síntesis: en el retorno ome malinalli ‘dos esparto’ ejercemos en nuestro entorno una poderosa fuerza protectora del comportamiento ético, lo cual inspira sanación en quienes conviven con nosotros.

Tercera Casa: yei acatl ‘tres cañavera’

Inicio: 00:43 del domingo 19 de noviembre 2017. Fin: 00:43 del lunes 20 de noviembre de 2017.

ð El numeral yei ‘tres’ nos trae a todos la identidad diurna de Chalchiuhtlicue ‘esmeralda su falda’, que nos hace propiciadores de la depuración del comportamiento ético de los demás, como identidad nocturna nos trae la de Piltzinteötl ‘pupila niño precioso’, el sol naciente que nos permite descubrir el colorido de la naturaleza. Como ave está presente cuixin ‘milano’, que vuela muy alto y tiene vista aguda.

ð El retorno acatl ‘cañavera’ pertenece al tlahuilcopa ‘ hacia la luz’, rumbo del color amarillo, el oriente, el rumbo de Quetzalcohuatl ‘gemelo precioso’, nuestra gemelidad, eso que nos permite asumir nuestra copertenencia como seres humanos. Es rumbo femenino, por lo que manifestamos complacencia al ser receptivos de la palabra de otros. Por ser acatl ‘cañavera’ se activa nuestra inteligencia, somos muy analíticos, nos interesa profundizar en los asunto que se nos presentan. Al también ser Tezcatl ipoca ‘espejo su esplender’ manifestamos gran interés un comportamiento vertical, apegado a lo ético.

ð La dualidad yei acatl ‘tres cañavera’ nos carga de una gran fuerza ética, y de una gran lucidez para analizar nuestro propio comportamiento y el de quienes nos rodean, siempre de acuerdo al dicho «el buen juez por su casa empieza». En esta tercera «casa» asumimos internamente la identidad de Tlazolteötl ‘fuerza armonizante de la basura’, lo cual nos propicia la superación de nuestra fallas y errores éticos.

Ü síntesis: en el ilhuitl ‘retorno’ yei acatl ‘tres cañavera’ nos llega con fuerza la lucidez para descubrir nuestros errores de comportamiento, nuestras fallas éticas, y la energía vital para superarlas.

Cuarta Casa: nahui ozelotl ‘cuatro ocelote’

Inicio: 00:43 del lunes 20 de noviembre 2017. Fin: 00:43 del martes 21 de noviembre de 2017.

ð El numeral nahui ‘cuatro’ nos trae como identidad externa a Tonatiuh ‘va irradiando’, el sol, lo cual nos hace irradiar protección hacia nuestro entorno, cada uno se vuelve un sol, como identidad nocturna nos asumimos como Zenteötl ‘fuerza armonizante que unifica’, lo cual nos hace propiciadores de unidad con nuestros semejantes. Como ave está presente zolin, ave que los invasores llamaron codorniz.

ð El retorno ozelotl ‘ocelote’ es del mictlanpa ‘hacia entre difunto’, rumbo del color negro, el norte, rumbo de Tezcatl ipoca ‘espejo su humear’, nuestra conciencia ética, nuestra vitalidad, nuestra salud. Es rumbo masculino, por lo cual nuestro comportamiento es muy activo, muy emprendedor. Al ser ozelotl ‘ocelote’, este ciclo día noche mostramos una gran audacia, una notable responsabilidad profesional, lo cual nos hace destacar por nuestra cautela y por nuestra perseverancia en los proyectos ya decididos. Al también ser Tlazolteötl ‘fuerza armonizante de la basura’ mostramos una gran aptitud para resolver los errores de planeación en los proyectos que llevamos a cabo.

ð La dualidad nahui ozelotl ‘cuatro ocelote’ nos hace protectores unificantes de los proyectos que llevamos a cabo con otros, la protección es través del descubrimiento y superación de las iniciales fallas de concepto que están ocultas en nuestros proyectos. Al vivir esta cuarta «casa» asumimos la identidad nocturna de Tepeyollohtli ‘corazón de montaña’, por lo cual nos interesa mucho descubrir en nosotros mismos los errores de concepto que entorpecen nuestros proyectos, esto con la intención de evitar perjudicar a otros, para no hacerlos trabajar de más por nuestros errores involuntarios.

Ü síntesis: Este ilhuitl ‘retorno’ nos hace asumir la responsabilidad de descubrir en nosotros mismos aquellos errores que entorpecen nuestro trabajo colectivo, para evitar perjuicios a los demás.

Quinta Casa: macuilli cuauhtli ‘cinco águila’

Inicio: 00:43 del martes 21 de noviembre 2017. Fin: 00:43 del miércoles 22 de noviembre de 2017.

ð El numeral macuilli ‘cinco’ trae como acompañante diurno a Tlazolteötl ‘fuerza armonizante de la basura’, que es una fuerza interior que nos inspira para renovar la vitalidad de lo desgastado, y como acompañante nocturno a Mictlantecuihtli ‘protector de entre difunto’, que se manifiesta en nosotros como un acercamiento a nuestros seres queridos ya fallecidos y a nuestros ancestros anahuacas. El ave presente en este retorno es cacalotl, que es de color negro y que los frailes llamaron cuervo.

ð El retorno cuauhtli ‘águila’ pertenece al zihuatlanpa ‘hacia entre mujer’, rumbo del color rojo, el poniente, rumbo de Xipeh Totec ‘dueño de sexo, nuestro protector’, también llamado Tlatlauhqui Tezcatl ipoca ‘rojo del espejo su esplender’, manifestación arquetípica de nuestro instinto de placer, que nos lleva a madurar para garantizar nuestra entrega nupcial, nuestra armonía familiar. Por ser cuauhtli ‘águila’ este ciclo día noche manifestamos una gran libertad de acción y una perspectiva de altos vuelos en los asuntos de que nos ocupamos. Por también ser Xipeh Totec ‘dueño de sexo, nuestro protector’ está doblemente activado nuestro instinto de placer sensorial: visual, auditivo, olfativo, táctil y gustativo.

ð La dualidad macuilli cuauhtli ‘cinco águila’ nos aporta un gran placer en renovarnos éticamente, con la ayuda de nuestros difuntos, para desplegar una perspectiva elevada en los asuntos de nuestra familia. Esta quinta «casa» tiene como identidad interna a Tlaloc ‘licor fecundante de la tierra’, lo cual nos hace ser inspiradores de los demás para fecundar sus ideas y así propiciar su germinación.

Ü síntesis: en el retorno macuilli cuauhtli ‘cinco águila’ disfrutamos todo lo que hacemos, desde una perspectiva de altos vuelos, propiciamos la renovación de todo aquello ya descartado.

Sexta Casa: chicoaze cozcacuauhtli ‘seis quebrantahuesos’

Inicio: 00:43 del miércoles 22 de noviembre 2017. Fin: 00:43 del jueves 23 de noviembre de 2017.

ð El numeral chicoaze ‘seis’ llega con la identidad diurna de Mictlantecuihtli ‘protector de entre difunto’, lo cual nos pone en contacto con nuestros seres queridos ya fallecidos y con los antiguos anahaucas, posiblemente en forma de recuerdos muy vivos, como identidad nocturna se manifiesta en nosotros Chalchiuhtlicue ‘esmeralda su falda’, la fuerza horizontal del agua, la que se lleva todo lo que está mal sustentado éticamente, para renovarlo, para depurarlo. Como ave está itzchicuahtli ‘lechuza obsidiana’.

ð El retorno cozcacuauhtli ‘quebrantahuesos’ nos ubica en el huitztlanpa ‘hacia entre espina’, el rumbo del color azul, el sur, el rumbo de Huitzilopochtli ‘zurdo colibrizado’, la manifestación de nuestro «yo mente» como voluntad logradora, como nuestra perseverancia profesional. Este rumbo es masculino, por esto mostramos iniciativa de acción, audacia, osadía. Como somos cozcacuauhtli ‘quebrantahuesos’ mostramos una gran avidez por descubrir lo esencial en cada asunto que se nos presenta en este ciclo día noche, por proteger las ideas ya desechadas por otros para darles una nueva vida, una nueva perspectiva, un nuevo uso, también somos inclinados a dar consejos sabios. Como también somos Itzpapalotl ‘mariposa de obsidiana’, constelación llamada Orión por los europeos, trabajamos mucho en la noche, teniendo sueños reveladores o bien descubriendo al despertar la solución a algún problema.

ð La dualidad chicoaze cozcacuauhtli ‘seis quebrantahuesos’ nos aporta la fuerza de seres queridos ya difuntos que nos permiten penetrar a la esencia de las cosas, del mismo modo que el quebrantahuesos se cóme la médula de ellos, nos permite descubrir la manera de depurar nuestros comportamiento ético. En esta «casa» asumimos la identidad interna de Xiuhtecuihtli Tletl ‘fuego protector de hierba’, lo cual nos hace protectores de lo que vive, especialmente de nuestro cuerpo.

Ü síntesis: en este ilhuitl ‘retorno’ se manifiesta en nosotros un gran deseo de acercarnos a nuestros difuntos para encontrar la esencia de los asuntos, para dar sabios consejos a otros.

Séptima Casa: chicome olin ‘siete movida’

Inicio: 00:43 del jueves 23 de noviembre 2017. Fin: 00:43 del viernes 24 de noviembre de 2017.

ð El numeral chicome ‘siete’ trae consigo la identidad diurna de Zentecuihtli ‘protector que unifica’, por lo cual manifestamos una influencia benéfica en nuestro entorno, como que protegemos la unidad, al mismo tiempo trae la identidad nocturna de Tlazolteötl ‘fuerza armonizante de la basura’, con lo cual nuestra influencia beneficia a los demás inspirándolos para que se renueven éticamente. Como volante está presente tizapapalotl ‘mariposa blanca’.

ð El retorno olin ‘movida’ pertenece al rumbo del color amarillo, el tlahuilcopa ‘hacia la luz’, el oriente, el rumbo de Quetzalcohuatl ‘gemelo precioso’, nuestra identidad genómica, lo que nos genera el deseo de copertenencia con nuestros congéneres, lo que nos inspira ser leales con nuestros amigos. Es un rumbo femenino, por lo que acogemos gustosamente el pensamiento de los demás, para armonizarlo con el nuestro, para fortalecer la solidaridad con otros. Siendo olin ‘movida’ desplegamos una personalidad muy luminosa, como un sol, lo cual beneficia los asuntos colectivos, somos inquietos como el sol, que nunca para en su diario trabajo, siempre cumpliendo con el camino trazado cada mañana. Por también ser Xolotl ‘paje, acompañante’ somos muy comedidos con quienes están cerca de nosotros, lo cual beneficia el trabajo con otros.

ð La dualidad chicome olin ‘siete movida’ nos llena de una gran energía unificante para el trabajo con otros, iluminamos a los demás para que cada uno renueve por sí mismo su trabajo y cumpla con su diaria tarea. Esta séptima «casa» nos hace asumir como identidad interna a Itztli ‘obsidiana’, nombre con el que también se conoce a Tezcatlipoca ‘espejo su esplender’, nuestra conciencia ética, lo que nos impele a un comportamiento estrictamente apegado a nuestras convicciones éticas más profundas.

Ü síntesis: en este retorno chicome olin ‘siete movida’ nos inundamos de una energía luminosa que inspira a otros a encontrar su propio camino para cumplir con su diaria responsabilidad.

Octava Casa: chicoyei tecpatl ‘ocho pedernal’

Inicio: 00:43 del viernes 24 de noviembre 2017. Fin: 00:43 del sábado 25 de noviembre de 2017.

ð El numeral chicoyei ‘ocho’ nos hace asumir como identidad diurna a Tlaloc ‘licor fecundante de la tierra’, lo cual nos convierte en fuerza inspiradora de los demás, ayudamos que germinen las ideas de otros sin imponer las nuestras, como identidad interna somos Tepeyollohtli ‘corazón de montaña’, lo cual nos hace buscar quiénes somos en el fondo, cual es nuestra motivación más genuina. Como ave está presente itzcuauhtli ‘aguila obsidiana’, nuestro símbolo patrio: de Anáhuac y de México.

ð El retorno tecpatl ‘pedernal’ nos ubica en el rumbo de lo negro, el mictlanpa ‘hacia entre difunto’, el rumbo de nuestro arquetipo Tezcatl ipoca ‘espejo su humear’, nuestras convicciones éticas, las que nos exigen un comportamiento apegado a la ética, a respetar lo vivo, lo cierto, lo ajeno, lo débil y lo armonioso. Es rumbo masculino, por lo que mostramos empuje, audacia. Siendo tecpatl ‘pedernal’ nos mostramos mucha curiosidad, somos investigarores acudiosos, nos gusta hacer juicios sobre lo que nos llega. Como también somos chalchiuhtotolin ‘guajolota de jade’, estamos predispuestos a llegar al autosacrificio para lograr nuestras metas, para merecer aquello que deseamos.

ð La dualidad chicoyei tecpatl ‘ocho pedernal’ nos hace buscar con avidez quienes somos en realidad, lo cual nos acerca internamente a los demás para que cada uno descubra la esencia de cada cosa importante que lo lleve a entregarse a lo que quiere. Corresponde a la octava «casa» del undécimo trecenario, ze ozomahtli ‘uno mona’, femenino, del zihuatlanpa ‘hacia entre mujer’, el poniente, rumbo de Xipeh Totec ‘dueño de sexo, nuestro protector’, nuestro impulso a disfrutar, nuestro instinto de placer, mismo que al hacernos adultos nos permite capacitarnos para contraer nupcias. Estos trece días asumimos la identidad de Pahtecatl ‘de entre planta curativa’, lo cual nos da fuerza para actuar benéficamente en la salud de quienes conviven con nosotros. En esta octava «casa» asumimos internamente la identidad de Piltzinteötl ‘pupila hijo precioso’, el sol naciente, por lo que inspiramos a quienes conviven con nosotros a descubrir el colorido de su entorno.

Ü síntesis: en este ilhuitl ‘retorno’ chicoyei tecpatl ‘ocho pedernal’ nos surge una fuerza inspiradora para que los demás descubran las ideas propicias para entregarse a sus propias tareas.

Novena Casa: chiconahui quiyahuitl ‘nueve lluvia’

Inicio: 00:43 del sábado 25 de noviembre 2017. Fin: 00:43 del domingo 26 de noviembre de 2017.

ð El numeral chiconahui ‘nueve’ tiene doble identidad, la identidad diurna es Quetzalcohuatl ‘gemelo precioso’, la fuerza del aire que mueve las nubes, por esto mismo, el “gemelo precioso” de la identidad nocturna, que es Tlaloc ‘licor fecundante de la tierra’, esto activa nuestra identidad como fecundantes de las ideas de nuestros congéneres. El ave presente es chalchiuhtotolin ‘totola de jade’.

ð El retorno quiyahuitl ‘lluvia’ pertenece al zihuatlanpa ‘hacia entre mujer’, el rumbo del color rojo, el poniente, el rumbo de Xipeh Totec ‘dueño de sexo, nuestro protector’, manifestación de nuestro instinto de placer, el mismo que al madurar nos da potencia, con lo cual podemos lograr la entrega nupcial. Es rumbo femenino, lo cual hace aflorar nuestra receptividad para con los demás. Como somos quiyahuitl ‘lluvia’, manifestamos una actitud fecundante para las ideas de los demás, para que lleguen a nosotros ya germinadas y, así, nos alimenten, nos nutran. Como también somos Tonatiuh ‘va calentando’, el sol, irradiamos hacia los demás la energía que fortalece las ideas germinadas.

ð La dualidad chiconahui quiyahuitl ‘nueve lluvia’ nos hace fuertes con la palabra para fecundar la palabra de otros, misma que retorna a nosotros ya germinada, ya fortalecida. Esta novena «casa» nos trae a Piltzinteötl ‘pupila niño precioso’, el sol naciente, por lo que iluminamos los colores para que los vean los demás.

Ü síntesis: en este retorno disfrutamos nuestra entrega a lo ético, propiciando en los demás la toma de conciencia de sus propios compromisos éticos.

Decima Casa: mahtlactli xöchitl ‘diez flor’

Inicio: 00:43 del domingo 26 de noviembre 2017. Fin: 00:43 del lunes 27 de noviembre de 2017.

ð El numeral mahtlactli ‘diez’ únicamente nos ofrece identidad diurna, que es Tezcatl ipoca ‘espejo su esplender’, nombre que nuestros abuelos le dieron a lo que los europeos conocesn como Osa Mayor, que se ubica en del polo norte de la Tierra. Como ave está presente el tecolotl ‘buho’.

ð El retorno xöchitl ‘flor’ nos ubica en el huitztlanpa ‘hacia entre espina’, el rumbo del color azul, el sur, rumbo de Huitzilopochtli ‘zurdo colibrizado’, nuestro instinto de tiempo que, al madurar, nos hace ser perseverantes para lograr lo que deseamos. Es rumbo masculino, por lo que nos manifestamos audaces, emprendedores, promotores. Como somos xöchitl ‘flor’, sentimos deseos de culminar aquello que está en curso. Como también somos Xöchiquetzalli ‘belleza florida’, nos interesa que lo que hacemos sea hermoso, que sea armonioso.

ð La dualidad mahtlactli xöchitl ‘diez flor’ nos da la fuerza de la ética para hacer culminar hermosamente aquello en que estamos involucrados, esta es la décima «casa» del undécimo trecenario, ze ozomahtli ‘uno mona’, femenino, del zihuatlanpa ‘hacia entre mujer’, el poniente, rumbo de Xipeh Totec ‘dueño de sexo, nuestro protector’, nuestro impulso a disfrutar, nuestro instinto de placer, mismo que al hacernos adultos nos permite capacitarnos para contraer nupcias. Estos trece días asumimos la identidad de Pahtecatl ‘de entre planta curativa’, lo cual nos da fuerza para actuar benéficamente en la salud de quienes conviven con nosotros. En esta décima «casa» asumimos la identidad nocturna de Mictlantecuihtli ‘protector de entre difunto’, lo cual se manifiesta en nosotros de manera velada, posiblemente como sueños con seres queridos ya difuntos.

Ü síntesis: en el ilhuitl ‘retorno’ mahtlactli xöchitl ‘diez flor’ vivimos nuestra conciencia ética de manera plena, lo cual nos permite culminar hermosamente aquello que está en curso.

Undécima Casa: mahtlactlihuan ze zipactli ‘once caimana’

Inicio: 00:43 del lunes 27 de noviembre 2017. Fin: 00:43 del martes 28 de noviembre de 2017.

ð El numeral mahtlactlihuan ze ‘once’ sólo nos trae identidad diurna, Yohualtecuihtli ‘protector nocturno’, nombre de las tres estrellas que forman la base del mamalhuaztli ‘instrumento frotador para hacer fuego’, nombre de lo que los europeos llaman cinturón de Orión. Como ave está presente alotl ‘loro grande’.

ð El retorno zipactli ‘caimana’ pertenece al tlahuilcopa ‘hacia la luz’, rumbo del color amarillo, el oriente, rumbo de Quetzalcohuatl ‘gemelo precioso’, nuestro instinto de pervivencia que al ya haber madurado nos hace ser leales primeramente con nuestros amigos, pero también con cualquier otro ser humano. Es un rumbo femenino, por lo cual nos comportamos de manera solícita ante las peticiones de los demás. Como somos zipactli ‘caimana’, sentimos deseos de iniciar proyectos, de empezar cosas nuevas. Al también ser Tonacatecuihtli ‘protector irradiante’ y Tonacazihuatl ‘paridora irradiante’, se activa nuestra energía reciprocante, la toma de conciencia cósmica interactuante, lo cual propicia la ayuda del universo entero para el logro de nuestros deseos personales.

ð La dualidad mahtlactlihuan ze zipactli ‘once caimana’ nos llena de energía cósmica, diurna y nocturna, externa e interna, irradiante y armonizante, para iniciar aquello que nos nace hacer. Al vivir esta undécima «casa» somos internamente Chalchiuhtlicue ‘esmeralda su falda’, por lo que mostramos fuerza para hacer desaparecer aquellos comportamientos que se apartan de lo éticamente correcto.

Ü síntesis: En este ilhuitl ‘retorno’ manifestamos una gran fuerza cósmica, una gran conciencia de lo que garantiza el éxito de aquello que principia en este ciclo día noche.

Decimosegunda Casa: mahtlactlihuan ome ehecatl ‘doce viento’

Inicio: 00:43 del martes 28 de noviembre 2017. Fin: 00:43 del miércoles 29 de noviembre de 2017.

ð El numeral mahtlactlihuan ome ‘doce’ llega con la identidad diurna de Tlahuizcalpantecuihtli ‘protector de la alborada’, que es el planeta Venus en su fase de mostrarse antes del amanercer, lo cual nos hace percibir las cosas antes de que se terminen de configurar, como si nos adelantásemos a los acontecimientos. El ave presente es quetzaltototl ‘pájaro verdeazul’, llamado quetzal, un ave que no soporta vivir en cautiverio.

ð El retorno ehecatl ‘viento’ nos ubica en el mictlanpa ‘hacia entre difunto’, rumbo del color obscuro, el norte, rumbo de Tezcatl ipoca ‘espejo su esplender’, nuestro instinto de espacio, mismo que al madurar protege a nuestro cuerpo con salud, es decir, nos hace dueños de una gran vitalidad. Al ser rumbo masculino nos mostramos emprendedores, activos, audaces. Por ser ehecatl ‘viento’, manifestamos una gran locuacidad, hablamos mucho, sí, pero nuestra palabra impulsa a los demás a cumplir con su propia responsabilidad. Por también ser Quetzalcohuatl ‘gemelo precioso’ somos muy solidarios y no solamente impulsamos a los demás a cumplir con sus tareas, sino que trabajamos codo con codo con ellos.

ð La dualidad mahtlactlihuan ome ehecatl ‘doce viento’ nos hace adelantarnos a los acontecimientos para descubrir la manera en que podemos ayudar a los demás a cumplir con sus propias tareas, trabajando junto a ellos. Esta decimosegunda «casa» nos hace asumir la identidad interna de Tlazolteötl ‘fuerza armonizante de la basura’, lo que nos hace capaces de reprocesar lo desgastado, para renovarlo.

Ü síntesis: en el presente retorno manifestamos una gran lucidez para descubrir oportunamente la manera de ayudar a quienes nos rodean a realizar su propio trabajo.

Decimotercera Casa: mahtlactlihuan yei calli ‘trece casa’

Inicio: 00:43 del miércoles 29 de noviembre 2017. Fin: 00:43 del jueves 30 de noviembre de 2017.

ð El numeral mahtlactlihuan yei ‘trece’ llega para darnos la identidad diurna de Zitlalin icue ‘estrella su falda’, la fuerza femenina de las estrellas que forman el universo, no nos llega identidad nocturna con este numeral. El ave presente es toznenetl ‘loro pequeño’.

ð El retorno calli ‘casa’ pertenece al zihuatlanpa ‘hacia entre mujer’, el poniente, el rumbo del color rojo, el rumbo de Xipeh Totec ‘dueño de sexo, nuestro protector’, que es nuestro instinto de placer, que nos impele a madurar para lograr nuestra entrega nupciálica con alguien de sexo reciprocante con el nuestro. Este rumbo es femenino, por lo cual mostramos acogimiento de las propuestas de los demás, mismas que incubamos para darles vida. Al ser calli ‘casa’ disfrutamos mucho nuestro hogar, nos agrada cuidar nuestro cuerpo, que es nuestra primera casa, somos muy previsores para aquello que necesita nuestra familia, para lo que puede mejorar nuestro lugar de residencia. También somos Tepeyollohtli ‘corazón de montaña’, lo cual nos impele a investigar dentro de nosotros para descubrirnos, para encontrar nuestra «verdad interna», para así saber cómo podemos actuar.

ð La dualidad mahtlactlihuan yei calli ‘trece casa’ nos llena de energía cósmica para cuidar de aquello que tiene que ver con nuestra casa, con nuestra famlia, con el bienestar de nuestro cuerpo: nuestra primera casa. En esta trecena «casa» vivimos la identidad interna de Tepeyollohtli ‘corazón de montaña’ con lo que nuestra introspección se vuelve más deseada.

Ü síntesis: este ilhuitl ‘retorno’ nos da una gran fuerza cósmica para el trabajo interno, de instrospección y de disfrutar nuestra casa, de preocuparnos por quienes en ella convivimos.

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